Los frentes de la economía preelectoral que más preocupan al Gobierno

En el Palacio de Hacienda festejaron el saldo que dejó del canje de deuda en pesos, pero la inflación y la sequía tendrán fuertes consecuencias.
lunes 13 de marzo de 2023
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En el equipo económico del Gobierno celebraron el resultado del canje de bonos de este jueves, ya que representó un alivio ante las expectativas de posibles tensiones financieras. Pero el Frente de Todos tiene varios frentes abiertos en lo que respecta a la economía de cara a las elecciones: importantes compromisos de deuda, escasez de dólares, altos niveles de inflación que golpean los salarios y enfriamiento de la actividad.


El Ministerio de Economía cerró un canje de deuda local por un total de $4,34 billones de los $7,9 billones en bonos elegibles que vencían entre marzo y junio por instrumentos con vencimiento 2024 y 2025. En la cartera que conduce Sergio Massa festejaron por el resultado obtenido y el “despeje” de lo que algunos analistas y candidatos de Juntos por el Cambio calificaron como una “bomba preelectoral” por el miedo de los inversores a prestar más allá del primer semestre.

Es que la incertidumbre del mercado ante un posible reperfilamiento de una nueva administración en la Casa Rosada a partir de diciembre generaba el riesgo de que buena parte de esos pesos no se utilizaran para prestarle al Tesoro y fueran a parar a los dólares paralelos, con impacto negativo e inmediato en la inflación. En el segundo semestre, la carga es más “manejable” debido a que la mayor parte de los compromisos está en manos del sector público, por lo que no deberían generar problemas.

Pero desde Aurum Valores advirtieron que quedaron sin canjear bonos con privados por $3,3 billones que, por la dinámica de ajustes, van a ser $3,6 billones al vencimiento de los mismos, es decir, cuando el Gobierno tenga que pagarlos. Según la consultora, eso representa casi US$10.000 millones al dólar MEP, que de no renovar sus préstamos podrían presionar en la brecha cambiaria.

En Economía consideran que buena parte de ese monto está en manos de fondos comunes de inversiones, aseguradoras u organismos públicos que necesitan liquidez con mayor frecuencia y prefirieron no ingresar. Por eso se preparan operaciones específicas para ese segmento con vencimientos a corto plazo.

Pero la deuda externa también traerá complicaciones, ya que el saldo entre ingresos y pagos con el FMI para este año será negativo en casi US$2600 millones, tal como indicó la consultora Analytica. En un contexto de escasez, ese nivel de divisas es significativo porque en el acuerdo vigente con dicho organismo el país deberá acumular a lo largo de 2023 reservas netas por US$4800 millones.

De todos modos, en las próximas horas se conocerán los detalles de la flexibilización de metas que permitirá el Fondo debido al impacto de la guerra en Ucrania en 2022 y el que se espera por parte de la sequía. Ahí se encuentra el segundo frente del Gobierno: la disponibilidad de dólares.

Las últimas proyecciones de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) arrojaron que debido a las inclemencias climáticas, las exportaciones de los principales cultivos del agro (soja, trigo y maíz) serán casi US$14.000 millones más bajas que las del año pasado. Eso implica un menor ingreso de dólares para el Banco Central de la República Argentina (BCRA).

    

Las exportaciones de los principales cultivos del agro serán US$ 13.950 millones más bajas que en 2022.
Las exportaciones de los principales cultivos del agro serán US$ 13.950 millones más bajas que en 2022.
Comercios ya están exhibiendo precios en dólares

La peor cosecha en 14 años se refleja en que la autoridad monetaria acumuló un saldo negativo de reservas en el mercado de cambios por US$1330 millones desde que comenzó el año, teniendo en cuenta el ingreso y egreso de divisas. Esa dinámica fue la clave para que el FMI decidiera flexibilizar las metas con ajustadores en base al nivel de exportaciones. De hecho, las cerealeras exportadoras formaron parte de las conversaciones con el organismo para describir la situación y pedir una revisión de los objetivos del programa vigente.

Esa menor disponibilidad de dólares tensionará más temprano que tarde las necesidades de insumos y maquinarias que tiene la economía para crecer. Un informe de Portfolio Personal Inversiones (PPI) proyectó que en el contexto actual podría haber un endurecimiento del cepo que recorte por lo menos US$11.000 millones las importaciones de 2023. También recordaron que con US$81.523 millones de compras externas en 2022 el PBI creció 5,2% promedio, pero cayó 2,9% entre agosto y diciembre.

Por su parte, en el equipo económico oficial afirman que hasta febrero se aprobaron el 75% de las solicitudes ingresadas al Sistema de Importaciones de la República Argentina (SIRA) en respuesta a las dificultades que señalan las grandes cámaras empresarias sobre dificultades para acceder a dólares para pagar insumos.

La consultora explicó que una baja de tal magnitud “sólo puede implicar una recesión más profunda”. En tanto, alertaron que las dificultades de las empresas para financiarse con sus proveedores en el exterior presionará sobre la brecha cambiaria ante un exceso de pesos que tendrá restringido su dolarización al tipo de cambio oficial. En definitiva, todos los frentes están relacionados entre sí. 
Sin duda, el obstáculo más complicado que tiene el Gobierno tiene que ver con los precios, una variable clave a la hora de encarar una elección para cualquier oficialismo. La inflación de enero fue del 6% y el consenso de los analistas anticipa que febrero terminará en 6,1% con una fuerte incidencia de los alimentos por los aumentos de la carne vacuna. Así, el objetivo que persigue Sergio Massa de llegar a abril “con un 3 adelante” se aleja cada vez más, al igual que el 60% anual que marca el Presupuesto.

En paralelo, los sueldos del sector formal no comenzaron el 2023 con el pie derecho, tras acumular cinco años consecutivos de caídas. Es posible deducir a partir de esa dinámica que el sector no registrado tendrá una performance peor. Al respecto, el coordinador del Observatorio de Derecho Social de la CTA Autónoma, Luis Campos, detalló: “El salario de los trabajadores estables creció en enero un 3,8%, lejos del 6% del IPC. En relación con el mismo mes de 2022 perdió un 5,6% y está un 4,2% abajo de diciembre de 2019. Sigue perforando mínimos y para encontrar un valor menor hay que remontarse a abril de 2006″.

Fuente: TN