A 80 años del nacimiento de Bobby Fischer, el más grande ajedrecista

Tuvo un coeficiente intelectual superior al de Albert Einstein y sus únicos intereses fueron el ajedrez y el dinero. Su historia: su vida y su muerte.
jueves 09 de marzo de 2023
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Bobby Fischer se coronó campeón mundial de ajedrez a los 29 años, en 1972. De tal modo, quebró el larguísimo reinado de los soviéticos desde 1948 y se convirtió en un héroe para Estados Unidos en la época de la Guerra Fría. Pero su compleja personalidad no le permitió disfrutar de modo intenso las puertas que le abrieron su genialidad.

Robert James Fischer nació el 9 de marzo de 1943 en Chicago y fue registrado como hijo de la enfermera suiza Regina Wender y el biólogo alemán Gerhardt Leibscher, que había modificado su apellido a Fischer en los tiempos del antisemitismo en Alemania.

La pareja se casó en Rusia en 1933 y, aunque estaba separada, intentó ingresar a Estados Unidos, lo cual solo lograron Regina y su hija mayor Joana. Como Fischer fue rechazado por su nacionalidad y vínculos con el comunismo, siguió viaje hacia Chile.

Recién en el año 2000, cuando se desclasificaron archivos secretos del FBI, se supo que el padre biológico de la leyenda del ajedrez fue el científico húngaro Paul Feliz Nemenyi, que trabajó en la fabricación de la primera bomba nuclear.

Bobby Fischer y el ajedrez

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Regina vivía con sus dos hijos en una habitación alquilada en Nueva York, donde Joana le regaló un ajedrez de plástico a Bobby para su sexto cumpleaños. El interés del chico fue tan grande, que al poco tiempo su madre empezó a buscar profesor, pero el pequeño quería ser campeón mundial y pretendía uno que ya lo hubiera logrado.

En 1949 entró becado en el colegio progresista Brooklyn Community Woodward, que seguía los principios del educador suizo Johann Pestalozzi, pero a él solamente le interesaba el ajedrez. Gracias a sus profesores de esa materia logró el pase a un colegio privado donde le hicieron un test de Capacidad Intelectual. Su puntuación asombró a todos: fue superior a la de Albert Einstein. Estudió hasta los 16. Ya era campeón estadounidense de ajedrez.

Una de sus compañeras fue Barbra Streisand, que alguna vez contó: “Bobby y yo fuimos dos inadaptados en el aula. Almorzábamos juntos y lo recuerdo riendo a carcajadas cuando leí la revista Mad. Y también, con la mirada perdida y haciendo profundos silencios. Sé que era un chico singular, pero para mí era bastante sexy.”

Bobby Fischer, Gran Maestro a los 15 años

En 1958, Bobby Fischer se consagró campeón de ajedrez de Estados Unidos, con solo 15 años. Gracias a ese título, fue invitado a un torneo interzonal en Yugoslavia que clasificaría a seis jugadores, de 21 candidatos, para disputar un torneo para elegir al rival del campeón mundial, el soviético Mikhail Botvinnik.

Con quince años y medio, resultó sexto y se convirtió en el gran maestro más joven de la historia.

Ya desde entonces se diferenciaba de todos los ajedrecistas, sobre todo por su modo de vestir. Mientras todos lucían trajes con camisa, él se presentaba en jeans, remera y zapatillas, despeinado y desalineado. Incluso se sospechaba de si se bañaba, o no. Recién mucho tiempo después empezó a comprarse trajes y vestirse como un dandy.

La paranoia de Bobby Fischer

En plena guerra fría, Fischer sospechaba de sus adversarios rusos. Por eso, se sacó las amalgamas de la dentadura temiendo que le hubieran colocado un transmisor, no tomaba medicamentos y guardaba en el bolsillo un antídoto contra venenos. También se cuidaba cuando salía a comer, sentándose siempre frente a la puerta.

En 1972, el match de Reikiavik entre el desafiador Bobby Fischer y el campeón mundial soviético Boris Spasky, recibió 300 corresponsales de todo el mundo. La policía islandesa controló la sala de juego, las piezas, el tablero, los relojes y los sillones. Después de las 24 partidas, el estadounidense se coronó campeón mundial.

A 20 años del desastre del transbordador Columbia

Cinco años después perdió su corona con Anatoly Karpov, sin presentarse a jugar. Inició entonces una reclusión voluntaria en hoteles baratos durante veinte años, acompañado solo por libros de ajedrez. Su vida se convirtió en un verdadero misterio, hasta que fue arrestado en Japón por adulteración de pasaporte. Estuvo ocho meses detenido.

A los 49 años, le dio la revancha a Spasky y, después de perder fácilmente, aseguró que solamente le interesaban los 150.000 dólares por su participación.

A los 62 años pidió asilo en Islandia y se instaló en Reikiavik. Bobby Fischer murió en esa ciudad dos años después, el 17 de enero de 2004, víctima de una grave insuficiencia renal. Tenía 64 años. Vaya paradoja: 64 es la cantidad de cuadros en el tablero de ajedrez.