Cómo reducir el consumo de sal para mejorar la salud

Se consume casi el doble de la ingesta recomendada por la Organización Mundial de la Salud. Claves para preparar comidas caseras sin exceso de sodio. Conocé más
domingo 12 de febrero de 2023
Hay que moderar la manera de ponerle sal a las comidas
Hay que moderar la manera de ponerle sal a las comidas

La mayoría de las personas en el mundo consumen demasiada sal, esto significa entre 9 a 12 gramos por día en promedio, dos veces la ingesta máxima recomendada por la Organización Mundial de la Salud (OMS). El principal beneficio de reducir la ingesta de sodio es disminuir el riesgo de hipertensión arterial.

“Vamos a repasar cinco consejos para que puedas reducir la ingesta de sal en tu alimentación. Al igual que la mayoría de la población global, los argentinos consumimos más del doble de la sal recomendada por la OMS, algo que no sorprende pero que debemos revertir”, dice Romina Pereiro, licenciada en nutrición MN 7722

Sin embargo, lo que quizás no todos sepan es cómo consumimos ese exceso. “El exceso de sodio no sólo proviene de la sal que le agregamos a las preparaciones cuando cocinamos o en el momento de comer, en realidad, la mayor parte de ella viene de productos que son procesados”, agrega.

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El bajo consumo de sal también favorece a la salud cardiovascular
El bajo consumo de sal también favorece a la salud cardiovascular

“Los productos empaquetados que comemos o aquellos que vienen ya casi listos para consumir tienen un alto contenido de sodio. O pueden ser también algunos productos dulces y que vos no sepas que tienen tanta cantidad de sal, se llama sal oculta. Por ejemplo, contienen sal algunos postrecitos light y algunas galletitas o golosinas. Por eso, siempre hay que leer las etiquetas”, suma la experta.

La OMS alerta que el consumo de sal inferior a 5 gramos diarios en el adulto contribuye a disminuir la tensión arterial y el riesgo de enfermedad cardiovascular, accidente cerebrovascular e infarto de miocardio. “El principal beneficio de reducir la ingesta de sal es la correspondiente disminución de la hipertensión arterial. Es más, los expertos de la agencia sanitaria internacional estiman que cada año se podría evitar 2,5 millones de muertes si el consumo de sal global se redujera al nivel recomendado”, dice Pereiro.

Comer con mucha sal no solo afecta al estrés

Por otra parte, los expertos sumaron a este proceso la importante relación entre las hormonas señaladas y el eje hipotálamo-hipofisiario-suprarrenal, que implica a la digestión, el sistema inmunitario, el estado de ánimo, las emociones, la sexualidad y la gestión de la energía, junto a las mencionadas reacciones al estrés. De hecho, los autores del experimento apuntaron a que también podría alterar los niveles de ansiedad y agresividad.

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Los científicos trasladaron los datos a parámetros humanos y pudieron entrever que se elevaría la retención de sodio, lo que llevaría a “sensibles anomalías en la presión sanguínea” y “podría contribuir a un metabolismo y a una salud cognitiva pobre cuando la ingesta de sal es alta”, según la investigación publicada en la revista científica Cardiovascular Research.

En tanto, avisaron sobre los perjuicios para la mente “porque los cambios en la salud del cerebro en respuesta a la alta ingesta de sal en la dieta pueden tener importantes consecuencias negativas”.

Para finalizar, los científicos recordaron que se debe moderar el consumo de este condimento porque los beneficios serían globales. “Somos lo que comemos y entender cómo la comida con mucha sal cambia nuestra salud mental es un paso importante para mejorar nuestro bienestar”, señaló Matthey Bailey.

Bailey, catedrático de Fisiología Renal en el Centro de la Universidad de Edimburgo para la Ciencia Cardiovascular y autor principal de la investigación, añadió: “Sabemos que comer demasiada sal daña nuestro corazón, vasos sanguíneos y riñones. Este estudio ahora nos dice que mucha sal en nuestra comida también modifica la manera en que nuestro cerebro afronta el estrés”.