Máximo Thomsen lloró y pidió disculpas: "Jamás en la vida se me hubiese ocurrido matar a alguien”

El rugbier más complicado en la causa pidió declarar de manera sorpresiva. Quebró en llanto, se reconoció en las imágenes e identificó sus zapatillas con sangre
lunes 16 de enero de 2023
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En la decimoprimera audiencia del juicio por el crimen de Fernando Báez Sosa, Máximo Thomsen rompió el silencio y pidió declarar. "Quiero pedir disculpas", dijo. Fue luego de que prestara testimonio su madre ante el tribunal.

"Escuché varias cosas sobre mí varios años. No reconocía porque generaban tanto odio hacia mi persona, yo jamás en la vida tendría esa intención”, dijo.

“Es algo que nunca en la vida hubiese buscado. Jamás en la vida hubiese sido mi intención. Quería hoy en este lugar dar la realidad de lo que pasó eso día, esa noche”, completó.

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Sobre cuándo se enteró del crimen, contó: “Al otro día supe lo que había pasado. Cuando estábamos todo en el piso (la policía) nos dice: “¿Ustedes saben por qué están acá? Ustedes mataron un pibe”. Ahí me empezó a dar vueltas todo en la cabeza y me puse a vomitar, pero yo hasta el día siguiente no lo creía, mi cabeza no lo podía procesar porque yo no lo entendía”.

Previamente, hubo dos testimonios clave: Juan Pedro Guarino (22), uno de los rugbiers sobreseídos y Tomás Colazo (20), un amigo de los ocho imputados que estuvo en el lugar y fue señalado como "el sospechoso número 11" por la querella, aunque no está implicado en la causa por la golpiza mortal. En tanto, las querella y la defensa desistieron del testigo Alejo Milanesi (23), también sobreseído.

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Thomsen, la identificación de pruebas y su negativa a hablar de Fernando

Tras el relato de lo ocurrido durante la agresión a Fernando Báez Sosa, le mostraron a Thomsen fotografías de la casa que alquilaban proyectadas en una pantalla de plasma.

Al preguntarle quién dormía en cada habitación, solo contestaba: “Yo no dormía ahí”.

Luego, le mostraron fotos de una zapatilla. “No es mía”, contestó. Lo mismo ocurrió cuando le exhibieron imágenes de prendas de vestir.

“¿Esa camisa la usaba Blas Cinalli?”, le preguntó el fiscal García. “No es mía”, dijo y repitió al ser consultado por esa prenda y otras.

No obstante, sí reconoció las zapatillas negras con suela blanca, que según los peritajes dejaron una huella en el rostro de la víctima.

“¿Advirtió si la persona [la víctima] tenía alguna reacción?”, le preguntó el fiscal Dávila. “En ese momento miré hacia arriba”, respondió.

El fiscal volvió entonces a pasar el video, donde se lo ve golpeando a Fernando. Thomsen entonces contestó que miraba hacia donde estaban los locales.

A los 45 minutos de declarar, el fiscal Dávila le preguntó: “¿En los videos se ve reflejado alguien que le haya pegado a usted?”. Thomsen contestó: “No lo advertí”.

Thomsen, las patadas y su oposición a identificar a los que con él agredían a Fernando

“¿Recordás a la persona caída?”, le preguntó el fiscal García. “Hoy en día, por todo lo que deduje, es la víctima”, contestó.

“¿Qué hizo usted?”, le preguntó García. “Cuando entré en la ronda recibí el golpe, pegué una patada o dos, no sé a quién ni cómo”, dijo Thomsen.

“¿Le pegó patadas a esa persona que está en el suelo?”, fue la repregunta. “No sé. No recuerdo. Me acuerdo que entré [en la ronda] pegando. Entré en shock por todo lo que había pasado”, aseguró Thomsen, mientras se continúa proyectando el video del ataque a Fernando.

“Se ve un movimiento de patear, pero no hay nadie delante suyo ¿esa persona estaba acostada?”, le preguntó entonces el fiscal Juan Manuel Dávila.

“Quizá, arrodillada”, contestó Thomsen.

“Mire, ¿una sola patada?”, insistió el fiscal.

“Quizá una, quizá dos, pero no recuerdo. No tengo muchos recuerdos de ese momento”, contestó.

Sobre cómo terminó el ataque a Fernando, dijo: “Yo me estaba yendo porque vi que nadie me iba a agredir y me fui”.