Ante el pedido de juicio político, los jueces de la Corte se mantienen en silencio
Blanco de la ofensiva del Gobierno, que busca promover el juicio político a sus cuatro miembros, los jueces de la Corte Suprema de Justicia no tienen previsto hacer nuevos movimientos hasta la reanudación del nuevo año judicial ni reaccionar formalmente ante la presentación formulada la semana pasada por Alberto Fernández y diez gobernadores ante la comisión del Juicio Político de la Cámara de Diputados, a partir de las consultas a los ministros.
Aunque el máximo tribunal por ahora optó por el silencio, entre los ministros de la Corte hay un “diálogo permanente”, aseguró uno de sus colaboradores, refiriéndose especialmente a la sintonía entre los jueces Juan Carlos Maqueda, Horacio Rosatti y Carlos Rosenkrantz. Los contactos con Ricardo Lorenzetti, que tiene una fuerte interna con el presidente del máximo tribunal Rosatti, son más intermitentes, agregó esa fuente. Cerca de Lorenzetti, por caso, resaltan que la última embestida del Gobierno hacia los cuatro miembros “es un tema de Rosatti” y que “no hay nada que hacer” por ahora.
“La Corte no va a correrse del lugar de Corte, se trata de gente grande, con templanza, y no hay nada que hacer hasta recibir alguna notificación formal”, dijo el colaborador de uno de sus ministros. El presidente del bloque del Frente de Todos en Diputados, Germán Martínez, confirmó que citarán a los jueces dado que está entre las facultades de la Comisión.
Hay, sin embargo, una interpretación general entre algunos jueces del máximo tribunal de que no puede prosperar un juicio político por el contenido de una sentencia, dado que parte de la objeción que hace el Gobierno en la presentación formulada ante el Congreso es por los fallos emitidos por la Corte respecto de la coparticipación y por la integración del Consejo de la Magistratura.
Los cortesanos no tienen previsto reunirse ni interrumpir sus vacaciones para abocarse a este asunto, supo este medio. Lorenzetti estuvo como autoridad de feria durante la primera semana de enero y ahora pasará unos días en Rafaela, Santa Fe. Luego seguirá Rosatti del 16 al 31 de enero, y Rosenkrantz tiene acordado desempeñarse durante la feria entre el 21 y el 31. Maqueda está como autoridad de feria desde el 1 de enero hasta el 15 y va al Palacio de Tribunales algunas horas al día.
El kirchnerismo mantiene un juego ambivalente frente al pedido de juicio político
El pleno del kirchnerismo se mantuvo con pies de plomo frente a la jugada de la cabeza del Ejecutivo y las principales espadas K eludieron el tema específico. Cristina Kirchner, desde Santa Cruz, se mantuvo en silencio sobre un tema que naturalmente la interpelaría, de acuerdo a sus preocupación histórica sobre el lawfare. Eligió referirse únicamente, a través de un tuit, a la polémica por la contratación de la jueza María Eugenia Capuchetti, que investiga su intento de asesinato, por parte de la Ciudad de Buenos Aires. Y antes, a las escuchas que conectan al ministro de Seguridad de Horacio Rodríguez Larreta, Marcelo D’Alessandro, con el presidente de la Corte, Horacio Rossati, que tienen relación directa con el juicio político.
Máximo Kirchner, que se tomó vacaciones con su madre en el Sur, ni siquiera se expresó sobre eso y no tiene programado, que se sepa, iniciar un rally de actos bonaerenses, como los que supo organizar en los últimos meses. Lo mismo ocurre con Andrés “Cuervo” Larroque, que demostró ser la voz más estridente de La Cámpora en el último año y por ahora no habló del tema.
En la misma línea, el ministro del Interior, Eduardo “Wado” de Pedro, voz y mirada de Cristina Kirchner en la Casa Rosada, de rasgos moderados en comparación con el resto de su tropa, tomó debida distancia, en contraste con el período entre las Fiestas. Entonces no había estado exageradamente activo, pero sí había participado, aunque con bajo perfil, de las dos reuniones con gobernadores para definir cómo actuar.
Sin embargo, tras el anuncio del Presidente, pasó la semana lejos de la Casa de Gobierno, en su casa de la localidad bonaerense de Mercedes, y luego viajó a Mar del Plata para empezar a dar los primeros pasos en modo de campaña con la excusa de los puestos de atención cercana del Renaper. Al igual que el jefe de Gabinete, Juan Manzur, que tiene la mirada en la batalla en Tucumán, dejó solo al equipo de la Presidencia en su búsqueda a destajo -y finalmente sin éxito-, de apoyo de los gobernadores dubitativos.
