Alberto Fernández y su propia campaña para lograr la reelección

El jefe de Estado tiene su estrategia para permanecer cuatro años más, mientras que la Vicepresidente define un plan que le permita preservar su poder
domingo 08 de enero de 2023
Alberto Fernandez y Cristina Fernandez de Kirchner durante el acto oficial por los cien años de la creación de YPF
Alberto Fernandez y Cristina Fernandez de Kirchner durante el acto oficial por los cien años de la creación de YPF

Alberto Fernández sólo resignará su deseo de obtener la reelección si le presentan un candidato oficialista que tenga el apoyo público del Frente de Todos y ciertas posibilidades de vencer a Juntos por el Cambio en los comicios presidenciales.

Hasta que eso no suceda, el jefe de Estado ejecutará una estrategia electoral que incluye a las distintas facciones del justicialismo, pese a la resistencia silenciosa de Cristina Fernández de Kirchner, La Cámpora y un puñado de gobernadores peronistas que ya intentan escapar hasta de las citas protocolares en la Casa Rosada.

Desde el próximo lunes aumentan los cigarrillos

La estrategia electoral de Alberto Fernández incluye también una agenda internacional que empieza con la visita de Lula da Silva el 23 de enero, la Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) un día más tarde, y la reunión bilateral con el canciller alemán Scholz antes que concluya este mes.

El Presidente asume que su intención de voto es mínima, pero apuesta a la combinación de su gestión doméstica y a la política exterior para exhumar una empatía con la sociedad que agoniza por la situación económica, la Fiesta de Olivos, la compleja interna palaciega con Cristina, el ataque constante a la Corte Suprema y el zigzag permanente de su posición geopolítica en cuanto a Venezuela, China, Rusia y Estados Unidos.

Hubo silencio del kirchnerismo

CFK conoce el plan electoral del jefe de Estado, y redobla los esfuerzos para definir un candidato que satisfaga su interés político y transforme a Alberto Fernández en un pato cojo. La vicepresidenta no baraja muchas cartas, si ella finalmente no juega: la lista incluye a Sergio Massa, Eduardo “Wado” de Pedro y Jorge Capitanich.

Cristina, sin embargo, hizo silencio durante las últimas horas. Ni ella ni sus dirigentes más relevantes salieron a defender en público la jugada que hizo Fernández. La vicepresidenta, que viene publicando tuits contra Rosatti y jueces de Comodoro Py, no hizo mención al pedido de juicio político. Tampoco se pronunciaron Máximo Kirchner o Andrés “Cuervo” Larroque. El ministro del Interior, Eduardo “Wado” De Pedro, participó de la reunión del último martes con los gobernadores y se hizo eco en Twitter de mensajes de varios de ellos. Pero no fue un vocero de la decisión del juicio político que motorizó Fernández.

“El kirchnerismo puede estar en las sombras pero públicamente no lo militó. Y eso es porque no confía en Alberto y nadie quiere quedar pegado. Cuando anunció que quería pagarle la coparticipación a la Ciudad con bonos descolocó a todos”, observó un colaborador del campamento kirchnerista.

Cristina y Alberto, cuando compartían algunas palabras en público

Y agregó: “Alberto hizo kirchnerismo judicial mal y tarde. Por eso nadie pone la cara, ni levanta las banderas”. Otro colaborador con buena llegada a la vicepresidenta, sin embargo, rechazó que exista un cortocircuito. “El kirchnerismo viene denunciando desde 2015 la situación de la Corte adicta al macrismo”, dijo. Y justificó: “Está bien que los protagonistas sean el Presidente y los gobernadores. Es ilógico plantear una disputa. A veces la sobrecomunicación no tiene sentido”.

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Cerca de Fernández señalaron que la opción de juicio político ya había sobrevolado en la primera reunión del Presidente con gobernadores, que tuvo lugar el 22 de diciembre en Casa Rosada. Era la idea que tenían los caciques provinciales más duros como Jorge Capitanich (Chaco), Gerardo Zamora (Santiago del Estero) y Ricardo Quintela (La Rioja). En ese momento, sin embargo, se impuso un plan más moderado.