Alberto Fernández a la Selección: "Son el ejemplo de que no debemos bajar los brazos"

"Gracias a jugadores y equipo técnico", dijo el Presidente tras la victoria de la Selección Argentina en la final del mundial Qatar 2022 ante Francia.
lunes 19 de diciembre de 2022
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El presidente, Alberto Fernández, saludó a la Selección argentina y a Lionel Messi por la victoria como campeones del Mundial de Qatar 2022. "Gracias a jugadores y equipo técnico. Son el ejemplo de que no debemos bajar los brazos. Que tenemos un gran pueblo y un gran futuro", escribió en redes sociales.

La selección de Messi, un espejo de aquello que no queremos dejar de ser

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En tiempos donde las personas somos parte de un sistema que nos aísla en pos de un utilitarismo que no parece muy humano, hay quienes tienen la virtud de devolvernos aquello que no queremos dejar de ser, una nación de iguales.

Dicen que la gratitud es hija de la humildad, y que esta última constituye un verdadero espacio donde suele aparecer el mérito verdadero. Por eso nada mejor que un gracias -habrá otro más al final de estas palabras- para esta selección argentina de fútbol que, con dedicación, coraje, talento y espíritu de grupo logró que todo un país se sienta orgulloso de la celeste y blanca. No es poco.
En tiempos donde las personas somos parte de un sistema que nos aísla en pos de un utilitarismo que no parece muy humano, hay quienes tienen la virtud de devolvernos aquello que no queremos dejar de ser, una nación de iguales, un proyecto colectivo que apunte a que lo mejor de cada uno se transforme en algo más que la sumatoria de todos.

Es un espejo de nuestros mejores deseos, la proyección de un futuro no muy lejano que puede ser fácilmente aprehendido y aprendido. Nuestra propia historia es rica en esas gestas.

La tentación es mucha: si podemos en el fútbol ser los campeones del mundo, entonces también podremos hacerlo en otros órdenes. ¿Por qué no probar entonces con ser los campeones mundiales de la igualdad social, la empatía o incluso el crecimiento con inclusión?

Lo de ayer fue catártico, hay quienes dicen que lo necesitábamos. Yo creo, sin embargo, que se lo debíamos a las generaciones venideras, la idea de un país, de una sociedad, que pueda destacarse en el concierto de naciones a fuerza de trabajo colectivo y una pizca de belleza. Una Argentina que vale la pena ser vivida en las próximas décadas, donde no sea tan sencillo “vender” espejitos de colores con recetas foráneas, ni fabricar alquimias de meritocracia mal entendida, intereses opacos y sentimientos antipueblo que nada tienen que ver con nuestro futuro como nación.

Seguramente a lo largo de estas páginas de nuestro Ámbito, se podrá repasar la actuación heroica del Dibu Martínez, o la enorme prueba de liderazgo del gran Lionel Messi.

También será la oportunidad para destacar la entrega de Álvarez y De Paul, y tantos más. Pero si hay algo que sobrevolará todo eso, es el inmenso compromiso de este plantel -incluido el cuerpo técnico-, su gran intento por ser los mejores del torneo y, sobre todo, las inmensas ganas de verlo a él, a Messi, levantar la copa. Hay ahí algo adicional, un gesto solidario de recompensar a alguien que a lo largo de las últimas dos décadas decidió que, por afuera de la lógica económica que gobierna la elite del fútbol mundial, valía calzarse la número diez para poner nuevamente a la Argentina en lo más alto. Si la gratitud es hija de la humildad, entonces vayan estas palabras, pocas, sinceras, humildes.

Lograron que nos volvamos a ilusionar con la tercera. Y la trajeron a casa. Gracias muchachos.