Los acuerdos de precios con los que Sergio Massa apuesta a pasar el verano

Alimentos y bebidas, remedios, insumos difundidos, celulares y los precios en los destinos turísticos están ingresando en programas con duración hasta marzo.
sábado 17 de diciembre de 2022
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Llegar al verano. Y pasarlo. Ese es el objetivo de los acuerdos de precios que está resolviendo el Gobierno en las últimas semanas: alimentos y bebidas, insumos difundidos, celulares y hasta los precios en los destinos turísticos están ingresando en programas con duración hasta marzo.


Hasta el momento, estos son los últimos acuerdos firmados para mantener precios o marcar senderos de aumentos:

  • Precios Justos: el 11 de noviembre, el Gobierno congeló el precio de 1800 productos de alimentos, bebidas, y productos de higiene y limpieza en supermercados y mayoristas;
  • Nafta y gasoil: se acordó con las petroleras subas mensuales del 4% hasta marzo y del 3,8% en el tercer mes de 2023;
  • Prepagas: se dispuso que a partir de febrero y durante 18 meses, el incremento de las cuotas de las prepagas tendrá como tope máximo el 90% del Índice de Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estables (Ripte);
  • Textiles: se definió un congelamiento, que desde noviembre está vigente por 60 días. Una vez cumplido ese plazo, los precios de los productos se adecuarán -por 90 días- a la variación del tipo de cambio oficial del dólar;
  • Insumos: los aumentos de 25 firmas de los sectores del aluminio, vidrio, petroquímica y envases no podrán superar el 4% mensual;
  • Calzados: las empresas fabricantes, que representan 29 marcas de zapatillas, acordaron una rebaja de hasta 20% de los precios vigentes en diciembre en las marcas y modelos de zapatillas de mayor rotación en el mercado. Además, el acuerdo prevé un tope de aumentos de hasta el 3% para enero, febrero, marzo y abril;
  • Medicamentos: se planteó un convenio por 120 días, con un tope de 3,8% de aumento mensual. El convenio tiene en cuenta el último precio sugerido de venta al público de noviembre y prevé una cláusula gatillo por la cual, en caso de que la inflación supere el 5%, al mes siguiente los laboratorios pueden subir los precios hasta un punto abajo del IPC.

    

También se trabaja en un acuerdo por los precios de la temporada de verano en los destinos turísticos y se apura un entendimiento por los valors de la ropa

Los acuerdos son cada vez más extendidos y abarcan a más sectores. El economista Fernando Marull bautizó la misión oficial como “Plan Freezer”: “El ‘Plan Llegar’ de Massa tiene por objetivo mejorar tres frentes: el fiscal, monetario y el de reservas. Viene mejorando gracias a la ayuda del dólar soja de septiembre y el de diciembre. Pero esta mejora no se estaba traduciendo en una baja de inflación y por eso lanzo el ‘Plan Freezer’, que es básicamente pedir congelamientos a cambio de dólares oficiales”, explicó, en su informe semanal.

En lo inmediato, señala Milagros Suardi, de Eco Go, los acuerdos cerrados con alimentos implicaron una especie de “tregua”, sobre todo con la carne contenida y sin grandes aumentos. “Podríamos ver al conjunto de alimentos moviéndose a un ritmo del 4% para marzo”, proyecta la economista.

Pero el mediano plazo, no se ve tan claro. “Con estos acuerdos están tratando de bajar la inercia inflacionaria. La gran duda, más allá de lo que hicieron con alimentos, celulares y naftas, es qué van a hacer con la política cambiaria, porque ahí hay un punto que no está claro”, señala Ricardo Delgado, de Analytica.

    

Además, se cocinan acuerdos para el calzado y los precios de la temporada de verano en los destinos turísticos. (Foto: C
Además, se cocinan acuerdos para el calzado y los precios de la temporada de verano en los destinos turísticos.
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Según el economista, el Gobierno no puede bajar la tasa de devaluación oficial porque hay bajas reservas, por lo que “la inflación queda en una disyuntiva entre precios y devaluación que es complicada”, apunta. Por otro lado, dice, en el verano es probable que los salarios crezcan más que la inflación por las reaperturas paritarias que se vienen acordando en las últimas semanas.

En el mismo sentido, María Castiglioni, socia de C&T Asesores Económicos, apunta que si la inflación baja del 6% y se retrae un poco el ritmo de devaluación, ¿qué se podría hacer con todos los pesos que están dando vueltas? “Estas medidas como el dólar soja deterioran el balance del Banco Central, implican menos dólares por cada peso y más presión para absorber pesos, muchos factores de ruido que son potencial inflación”, destaca.

“Es muy difícil saber si estos programas van a ayudar a bajar la inflación porque de fondo está todo esto influyendo en las expectativas. Lo que más preocupa de todos estos parches es que generan problemas en estos mercados y amplían la necesidad de correcciones luego; es decir, son pan para hoy y hambre para mañana”, apunta.

En ese sentido, Suardi suma que más allá de los acuerdos que se están logrando, lo que hace falta es un programa concreto. “Fijar precios en el marco de un programa de estabilización no suena nada extraño, ahora la pregunta es si tenemos ese plan de estabilización en marcha”, dice.

“Con la expansión monetaria por el dólar soja y los abultados vencimientos de deuda en pesos a principios de 2023 que el Gobierno debe ‘rollear’ además de conseguir financiamiento neto, cualquier mala noticia que pueda recibir con la cantidad de pesos en la economía las tensiones se trasladan muy rápido a la brecha cambiaria, y si esta se dispara se termina el acuerdo”, concluye.