Gerónimo Helguera queda en libertad por "inimputable"

Será trasladado a una institución de salud mental de inmediato. En agosto había sido condenado a prisión perpetua por el crimen de Mariela Márquez.
lunes 12 de diciembre de 2022

Durante el mes de agosto de este año, el sujeto fue condenado a prisión perpetua por matar de un balazo en la cabeza a la empleada de una oficina en la ciudad tucumana de Yerba Buena, a la que ingresó en octubre del año 2021 con intenciones de atacar a un excompañero de colegio que le hizo bullying durante la secundaria, informaron fuentes judiciales.

Se trata de Gerónimo Helguera (29), quien fue declarado material y penalmente responsable del delito de homicidio doblemente agravado por ser cometido con el empleo de un arma de fuego y criminis causa, en perjuicio de Mariela Alejandra Márquez (34); en concurso ideal con homicidio doblemente agravado por ser cometido con el empleo de un arma de fuego y criminis causa, en grado de tentativa, en contra de José Fabián Gómez.

"Inimputable" y libre

Este lunes por la tarde, el Tribunal de Impugnación lo absolvió del crimen al declararlo inimputable. Se ordenó que Helguera sea trasladado de inmediato a una institución de salud mental para su recuperación.

Esta novedad generó la indignación total de la familia de la víctima.

"A los señores jueces, que se pongan la mano en el corazón. La plata que le dieron los Helguera, de nada les va a servir. La justicia es una porquería en Tucumán. Jugaron con nuestra familia por plata. Es una vergüenza lo que hicieron, estamos desconsolados, esto no va a quedar así", afirmaron los familiares de Marquez a Los Primeros+.

El crimen

De acuerdo con la investigación, cerca de las 10 de la mañana del 13 de octubre de 2021, Helguera se presentó en un edificio comercial de avenida Aconquija y calle Chacho Peñaloza, con el propósito de asesinar a Ledesma, quien en ese momento estaba trabajando en una de las oficinas del primer piso.

Según los pesquisas, el imputado llevaba “una mochila que contenía una pistola calibre .22, dos cuchillos de tipo cacería, un par de guantes de látex, un guante de trabajo, dos vainas servidas calibre .22, y una caja con 29 cartuchos calibre .22”.

Una vez en la planta alta, Helguera se topó con Márquez, quien trabajaba como empleada de limpieza y conversaba en un depósito con Gómez, el conserje del edificio.

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