Cómo invertir el aguinaldo en tiempos de alta inflación

En el último mes del año, los trabajadores en relación de dependencia perciben el segundo Sueldo Anual Complementario (SAC), más conocido como aguinaldo y en un contexto signado por la alta inflación, empiezan a surgir varias inquietudes sobre cuáles son las mejores alternativas para poder invertirlo.

Esta vez, la fecha límite de cobro es el próximo 18 de diciembre inclusive y con ese dinero adicional -que representa el 50% de la mayor remuneración mensual percibida en el semestre-, varios ahorristas buscan opciones para que el dinero no pierda valor. Por eso, en el mercado local existen diferentes instrumentos financieros para invertir el dinero que variarán según los montos y el nivel de riesgo al que el interesado esté dispuesto a enfrentarse.

1- Comprar dólares

Para evitar operar en el mercado informal, el inversor puede hacerse de divisa extranjera a través del dólar MEP (cotizó $328,98 este miércoles 7 de noviembre), que se consigue como resultado de la compra de bonos en pesos en el mercado local y luego se vende en dólares.

“Si llegás al cierre del año con un ingreso suplementario, podés invertirlo para hacer crecer tu capital. Hoy en día, la mejor herramienta contra la inflación y el contexto actual de la Argentina es tratar de preservar el valor comprando dólar MEP”, afirma Vanesa Di Trolio, gerente de Desarrollos de Negocios de Reba App.

A diferencia del dólar oficial, el MEP -también llamado dólar Bolsa-, permite acceder a la divisa estadounidense sin límites por mes, aunque hay que saber que, en caso de hacerse de dólares a través de esta vía, no se podrá comprar el oficial durante 90 días.

Al respecto, Diego Martínez Burzaco, jefe de Research de Inviu, aclaró que “a la hora de dolarizarse a través del mercado de capitales hay que tener en cuenta que hay inflación tanto en Estados Unidos como en la Argentina, con lo cual hay que pensar en invertir para no perder poder de compra”.

“En un contexto de alta inflación, con presiones devaluatorias y en camino a las elecciones en 2023, dolarizar los ahorros extra del sueldo anual complementario se impone como primera opción”, aseguran desde Adcap Grupo Financiero.

2- Invertir en Bonos

Los bonos representan un título de deuda, en donde el emisor asume un compromiso de pago en un plazo determinado bajo una modalidad establecida de intereses y capital.

Estos títulos están catalogados dentro del mercado de capitales como instrumentos de “renta fija”, porque responden a una fecha concreta de pago y una tasa de interés conocida desde el momento de la emisión. La modalidad de la amortización de capital podría adquirir diferentes periodicidades.

Bonos soberanos

“Para dolarizarse, vemos como buenas alternativas los bonos soberanos (emitidos por el Gobierno) en dólares que pagan cupones altos, como el GD38 y el GD41. Creemos que, en la medida que el escenario internacional no se vuelva a complicar por la inflación en Estados Unidos, estos títulos podrían tener un valor de US$35″, indicaron los especialistas.

A su vez, explicaron que “hay un gran potencial en los bonos de la Provincia de Buenos Aires con vencimiento en 2037, en tanto tienen un cupón más alto y podrían tener una mejor performance en enero y febrero, de cara al cobro en los primeros días de marzo. Por otro lado, para los inversores más preocupados por la inflación, vemos muy atractivo el bono Boncer TX23 con vencimiento en marzo de 2023, es decir, antes de las elecciones”.

Bonos corporativos

La base de recomendación de Adcap en cuanto a bonos corporativos (emitidos por empresas privadas) consiste en “tratar de reducir la volatilidad para que el inversor no vea grandes fluctuaciones en su cuenta y, por otro lado, para que pueda tener en su cartera un acreedor solvente para cuando llegue el momento del pago, ya que se trata de inversión en renta fija”.

En este caso, el adquirente entrega una cantidad de dinero y, a cambio, recibe un rendimiento financiero que se determina en el momento de la adquisición, además de recuperar su dinero al final del período previsto.

“Para el inversor más conservador, los bonos corporativos son una excelente estrategia para dolarizarse, proteger el capital y obtener un retorno atractivo”, destacaron desde la firma.

3- Fondos comunes de inversión

Un Fondo Común de Inversión es un patrimonio formado por los aportes de un grupo de personas que tienen los mismos objetivos de rentabilidad y riesgo respecto a las inversiones que realizan. Para ingresar, la persona compra pequeñas partes del fondo -llamadas “cuotapartes”- a un determinado valor.

Los precios varían diariamente de acuerdo a la fluctuación de los costos de los activos que componen la cartera del Fondo. La ventaja es que se puede invertir en un fondo tantas veces como se desee, inclusive traspasarse de uno a otro en cualquier momento. Asimismo, permite disponer del dinero invertido en el día, en 24 o 72 horas hábiles.

“Para este sistema, el inversor puede captar el mayor retorno potencial dentro del actual entorno macroeconómico y hay posibilidades de elegir tres carteras según los diferentes perfiles de riesgo: conservador, moderado y agresivo”, explicaron desde Adcap.

4- Plazo fijo

El plazo fijo también aparece como una buena posibilidad de inversión, según los especialistas financieros. Una de las ventajas de esta alternativa es que permite saber de antemano de cuánto será la ganancia de acuerdo con el monto invertido y en cuánto tiempo se pueden cobrar los intereses.

Además de los plazos fijos tradicionales, se encuentra la posibilidad de colocar un plazo fijo UVA. El último mes del año comienza con una inercia inflacionaria que, como indican los economistas, ronda el 6%, por lo que la rentabilidad de las colocaciones UVA se ajusta en base al coeficiente de estabilización de referencia (CER), es decir, por el nivel de precios.

Las colocaciones bancarias UVA requieren como condición que el dinero permanezca encajado por un lapso mínimo de 90 días. Además, desde el momento de la constitución de la inversión, toma como dato a la inflación registrada en los 45 días previos y en las 45 jornadas posteriores a la realización del depósito.

Por su parte, con una rentabilidad muy similar, el plazo fijo tradicional presenta una ventaja a considerar: solo se precisa inmovilizar los fondos durante un mínimo de 30 días.

Con información de TN