Alberto Fernández: "En política aprendí a no sacar a nadie de la carrera"

El Presidente no descartó una candidatura de Cristina en 2023 tras el renunciamiento luego de la condena por corrupción. Tampoco le restó chances a Massa
domingo 11 de diciembre de 2022
gIikdaTQ2_1256x620__1
gIikdaTQ2_1256x620__1

A tres años del comienzo de su mandato, el presidente Alberto Fernández realizó un extenso repaso de su gestión, de las internas con Cristina Kirchner y La Cámpora, de la creciente inflación y de la danza de nombres del Frente de Todos de cara a 2023.

Allí puso en duda la negativa a candidatearse de Sergio Massa, volvió a reclamar una PASO dentro del peronismo y pidió que el representante del espacio sea "el que garantice un triunfo". Incluso puso en tela de juicio el renunciamiento de la propia vicepresidenta tras la condena a 6 años de prisión por corrupción en la obra pública y dijo que "es prematuro".

Fue cuando le consultaron si lo había sorprendido la decisión de Cristina de renunciar a cualquier candidatura para el año próximo. "Todo eso es prematuro. Respeto mucho la decisión de Cristina, lo que está diciéndole a la Justicia es: “No voy a buscar fueros, sepan que no tengo miedo a que alguno de ustedes intente meterme presa”, respondió en una entrevista con Perfil.

Gobierno impulsa proyecto de blanqueo para captar dólares

Repreguntado sobre si pensaba que efectivamente podía postularse, el Presidente prefirió esquivar la consulta. "No me animo a decir eso porque su palabra es su palabra, y no pondría en duda su palabra"

"En política aprendí a no jubilar a nadie, a no sacar a nadie de la carrera. Lo que quiero es buscar el candidato que nos garantice el triunfo; si ese soy yo, seré yo, y si no, será otro y lo voy a acompañar con mucho placer", sostuvo Fernández.

Allí también evitó referirse a las chicanas lanzadas desde La Cámpora, con Máximo Kirchner y Andrés Larroque a la cabeza. "Son opiniones de ellos", afirmó.

Unificar el tipo de cambio

Alberto sostuvo que "lo que más quisiera" en materia económica es poder tener nuevamente un mercado de cambios unificado para el último año de su gestión, producto de un acumulamiento de reservas.

"Deberíamos tener un mercado de cambios único. Cuando Néstor fue presidente teníamos un mercado de dólares único, y Cristina durante toda su gestión tuvo un mercado de dólares único. Lo que pasa es que, insisto, recibimos un Banco Central sin dólares", sostuvo Alberto.

Vialidad Nacional trabaja en el NOA luego de las intensas lluvias

"Entre mi llegada, desde que gané la elección hasta que asumí como presidente, se fueron 25 mil millones de dólares de la Argentina. En ese contexto nos agarró la pandemia. La reconstrucción de las reservas cuesta mucho y a pesar de que tenemos este año un récord de exportación, también tenemos un récord de importaciones porque la producción argentina no se detuvo", agregó.

Un artificio político y la crisis económica

Alberto Fernández y el ministro de Economía se conocen desde hace décadas y cada uno sabe ejecutar su guión. Reconocen el rol de CFK y saben que su capacidad de daño se puede multiplicar como un juego de espejos. Los dos sufrieron cuando la vicepresidente marcaba el paso en Balcarce 50 y ellos eran parte de la oposición peronista.

Cristina concedió un waiver a Massa y no le da respiro a Alberto Fernández. Hace dos meses, el Presidente envió al Senado el ascenso de coronel a general a su jefe de la Casa Militar, encargado de proteger su seguridad y la seguridad de su familia.

CFK congeló ese ascenso como muestra de poder interno, y por ahora no piensa respetar la voluntad de Alberto Fernández, que por la Constitucional Nacional “es comandante en jefe de todas las fuerzas armadas de la Nación” (artículo 99, inciso 12).

Por la suba de casos, recomiendan usar barbijos en trenes y colectivos

El enfrentamiento perpetuo de Alberto Fernández con Cristina Kirchner afectó su agenda global. En cada viaje al exterior debía explicar su relación institucional con la Vicepresidente, y en Washington, Madrid, El Vaticano, Berlín y París ya sabían que el control de la Casa Rosada era una batalla caótica y sin posibilidad de frenar con una tregua política.

Durante sus giras por Estados Unidos y Europa, Alberto Fernández tenía que mimetizar sus internas en Palacio y corregir hacia adelante opiniones geopolíticas que encendieron muchísimas luces rojas. En apenas once meses, el jefe de Estado se puso a disposición de la estrategia regional de Putin, elogió al Partido Comunista de China, evitó condenar las violaciones a los derechos humanos en Venezuela y Cuba, y cuestionó la agenda de Biden para América Latina.

El presidente tardó en condenar la invasión de Rusia a Ucrania, y nunca hizo una crítica directa a Vladimir Putin por su decisión geopolítica de iniciar una guerra en Europa. Pero a su vez presentó una propuesta novedosa para aprovechar las consecuencias de la avanzada del Ejército Rojo sobre Kiev: planteó a Estados Unidos y Europa que Argentina y América Latina podían proveer los alimentos y la energía que estaban faltando por el inesperado conflicto.

Esa iniciativa fue descripta durante sus discursos en la Cumbre de las Américas, el G7, la Asamblea General de las Naciones Unidas y el Foro de la Paz en París. Alberto Fernández pensaba reiterar esa mirada global durante el G20 de Bali, pero su salud personal estalló cuando se aprestaba a participar de la primera jornada de deliberaciones.

Massa trata de seducir a un importante sector del campo

“En el día de la fecha -15 de noviembre de 2022- el señor Presidente de la Nación, Dr Alberto Ángel Fernández fue evaluado medicamente, se diagnóstico una gastritis erosiva con signos de sangrado, recibió el tratamiento médico adecuado encontrándose en buen estado de salud y reanudando sus actividades con control médico”, informó la Unidad Médica Presidencial.

Alberto Fernández pagó en Bali su falta de sueño, su dieta atípica y la tensión constante de saber que todos los días conspiraban en su contra. No se trataba de una intuición personal, alcanzaba con mirar alrededor: sólo Cafiero, Ibarra y Vitobello quedaron pie tras la sucesivas batallas con la vicepresidente y sus aliados del Frente de Todos.

Habilitan media calzada para transitar por la Ruta 307

CFK llamó a Bali cuando el Presidente ya había regresado de su cónclave con Xi Jinping. Alberto Fernández no quería perder ese encuentro con el líder comunista y exigió a los médicos que hicieran lo indispensable para llegar en condiciones estables a la cita. Esa tarde, maquillado y dolorido, logró que China habilitara un swap de 5.000 millones de dólares con libre disponibilidad.

Desde su despacho en el Parlamento, la vicepresidenta escuchó al jefe de Estado con atención y le pidió que se cuidara. Fue una tregua, un instante efímero entre dos combates. Otra evidencia que probaba la relación entre ambos: ella dictaba el sesgo de la relación política, acorde a sus necesidades internas o sus instintos personales.