José Orellana condenado a tres años e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos

El episodio denunciado ocurrió en 2016 en el despacho del exdiputado nacional. nicialmente la joven no quiso ir ante la Justicia, luego se animó a contarlo
domingo 04 de diciembre de 2022
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El intendente de Famaillá, José Orellana, fue condenado hoy a tres años de prisión e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos en el juicio que se desarrolló en Buenos Aires por abuso sexual simple. 

El funcionario, fue acusado de haber abusado sexualmente de Agustina Poch, quien hace seis años trabajaba como asesora de la exdiputada Gabriela Troaino en el Congreso de la Nación.

Se trata de la primera vez que se llevó a un exrepresentante de la Cámara de Diputados al banquillo de los acusados. El debate estuvo a cargo de los jueces Carlos Mariano Chediek, Carlos Alberto Rengel Mirat y Federico Marcelo Salvá.

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"Comienza una nueva etapa. Tengo 35 años en la función publica y no he sido denunciado nunca. Si yo hubiera sido mala persona hubiera habido una lluvia de denuncias. Tomé el fallo con mucha tranquilidad", dijo Orellana a La Gaceta.

El propio intendente, no obstante, aclaró que la sentencia adversa no lo inhabilita en sus funciones públicas ni modifica su situación actual dado que no hay una sentencia firme. “Sigo funcionando y puedo ser candidato (en las elecciones de 2023). Eso lo establece el Derecho”, añadió.

El viernes fue la audiencia de los alegatos finales, en la que cada una de las partes expuso durante 40 minutos. Los primeros en tomar la palabra fueron los abogados de la querella, quienes plantearon “que se trató de un hecho de violencia institucional, además de un abuso sexual hacia Poch” y pidieron que se condenara a Orellana a la pena de cuatro años de prisión efectiva, según detalló Sofía Morandeira, una de las letradas del equipo.

Luego fue el turno del fiscal, que realizó un análisis pormenorizado de toda la prueba expuesta en el debate y solicitó que se condene a Orellana a la pena de tres años y seis meses de prisión -también de cumplimiento efectivo- y sumó la pena de inhabilitación perpetua para el ejercicio de funciones públicas.

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Por último, los abogados de Orellana hicieron un planteo de nulidad de los alegatos de la querella y pidieron la absolución del intendente de Famaillá, que estuvo presente en el tribunal.

Agustina, en cambio, no asistió personalmente para “no cruzarse con el imputado”, pero presenció los alegatos a través de la plataforma Zoom. Hoy también estuvo conectada para escuchar el veredicto final. “Es la única manera para evitarle una situación que no quiere atravesar”, sostuvo antes Morandeira, y precisó que la mujer no quiso hablar durante el proceso judicial para resguardarse.

La letrada detalló que para la víctima “fueron años muy largos, de mucha lucha y muy intensos”. “Gracias a que Agustina tuvo una entereza y valentía muy grande, pudo darle continuidad a la lucha. Esperemos que todo salga como esperamos”, afirmó la letrada en la previa.

El abuso sexual denunciado

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El abuso denunciado ocurrió durante el mediodía del 11 de noviembre de 2016. En un primer momento, la víctima aparecía en los medios de comunicación con un pseudónimo y luego decidió dar a conocer su identidad, momento en que aprovechó para relatar en primera persona lo que vivió.

La chica contó que ese día recibió un llamado desde el área de seguridad, en el que le avisaron que no podían contactarse con la oficina de Orellana. El motivo es que había personas que querían verlo y necesitaban reportarlo. Es por ello que Poch ingresó al despacho.

Una vez adentro, el político comenzó a propasarse. No solo la agarró de las manos y le hizo comentarios fuera de lugar, sino que también acercó su cuerpo al de ella y tuvo actitudes no consentidas. “Seguro que nadie te besó así, ¿no?”, contó ella que le dijo mientras se propasaba.

Poch salió espantada y rápidamente tomó dimensión de lo que había sucedido; por eso acudió rápidamente a Troiano para contarle el aberrante hecho.

“Yo estaba de viaje, la llamé por teléfono y me la encontré llorando, encerrada, desesperada. Le dije que se vaya de ahí y que busque a alguien que la acompañe porque era viernes y en general en la cámara los días viernes no hay mucha gente”, contó Troiano en diálogo con La Nota Tucumán.

El acusado, días después, le envió mensajes y le pidió que no hiciera la denuncia porque podría traerle problemas. “Lo único que te pido si es cierto que hay denuncia, que no me perjudiques porque yo tengo familia y en mi cargo complica todo. Gracias de corazón”, decía el mensaje de WhatsApp.