Por qué no hay que pasar más de 10 minutos en el inodoro

Se trata para muchos de un lugar atractivo para revisar el dispositivo móvil. Sin embargo, según los expertos, este hábito podría dañar la salud
jueves 01 de diciembre de 2022

Vamos a dejar algo claro: mucha gente utiliza dispositivos portátiles —teléfonos, principalmente, pero también consolas de juegos móviles como la Nintendo Switch y la Steam Deck— mientras está sentada en el inodoro.

Increíblemente, se han realizado algunas encuestas sobre el tema. En una realizada por NordVPN a principios de este año, el 65% de los encuestados (de 9.800 adultos consultados) dijeron que usaban sus teléfonos en el baño. Pero también es algo anecdótico. El hábito no es nuevo; la gente ha guardado libros y revistas junto al asiento de porcelana durante décadas.

Con dispositivos cada vez más pequeños y portátiles en nuestros bolsillos, parece intuitivo que recurramos a ellos en un momento de tranquilidad. “Hay dos tipos de personas en el mundo”, sostuvo en diálogo con The Washington Post Nir Eyal, autor y conferenciante que escribe sobre hábitos, concentración y comportamiento humano. “La gente que mira su teléfono en el baño, y la gente que miente sobre el hecho de mirar su teléfono en el baño”.

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Normalmente, esta práctica se mantiene detrás de las puertas de los baños con llave y se deja sin discutir abiertamente. Pero en octubre se produjo un cambio de paradigma, provocado por el lanzamiento de Marvel Snap, un nuevo juego de cartas disponible en teléfonos y tabletas. “Marvel Snap es el mejor juego al que se puede jugar en el retrete actualmente”, tuiteó el popular streamer y creador de contenidos Saqib “Lirik” Zahid a sus casi 650.000 seguidores.

Esto llevo a la siguiente pregunta: ¿es saludable sentarse en el inodoro con un teléfono? “Por lo general, no conviene pasar más de 10 minutos en promedio” en ese lugar, dijo la doctora Roshini Raj, gastroenteróloga de la NYU Langone y autora de Gut Renovation, un libro sobre la salud digestiva. Aunque Raj reconoce que, como ocurre con muchas cosas en medicina, no hay una respuesta única para todos los casos, señala tres posibles puntos de dolor.

Consecuencias

En primer lugar, sentarse durante periodos prolongados puede provocar hemorroides, unas venas hinchadas en la zona anal que a veces resultan dolorosas. Parte de esto se debe al diseño funcional único del inodoro. “Hay un agujero en el centro”, detalló Raj. “Y así, la zona anorrectal propiamente dicha cuelga un poco más abajo que la parte que se apoya, los muslos. Sólo por esa posición, la gravedad hace que todo cuelgue un poco, y eso provoca presión en las venas. Así que incluso si no estás esforzándote, si estás sentado pensando en otra cosa, haciendo otra cosa, hay algo de presión que se aplica a esas venas”.

“El acto defecatorio debe ser relativamente breve o darse en un lapso convencional ya que cuanto más tiempo uno se encuentra en el inodoro, sea por el intento de evacuar o por circunstancias tecnológicas, más perjudica al organismo en término de las presiones a las que son sometidas las venas que se encuentran en el sector perianal que se dilatan y generan hemorroides”, explicó a Infobae el doctor Edgardo Smecuol, especialista del Hospital de Gastroenterología Bonorino Udaondo de Buenos Aires y expresidente de la Sociedad Argentina de Gastroenterología.

“En líneas generales, estar sentados mucho tiempo favorece esta circunstancia. Más aún cuando el sector rectoanal soporta todo el peso cuando los muslos no lo hacen. El mayor esfuerzo defecatorio también puede general un prolapso rectal, es decir que una parte del intestino final salga para el exterior”, agregó.

Más sutilmente, también existe el riesgo de que tu cuerpo empiece a ignorar sus propias señales. El peristaltismo es el nombre de las contracciones progresivas que mueven las heces a través del intestino hasta el recto. Pero sentarse en el wáter durante largos periodos de tiempo sin hacer nada puede dificultar ese proceso.

“Si estás sentado durante mucho tiempo y no vas al baño, ese tipo de proceso se detiene realmente”, sostuvo Raj. “Tu cuerpo puede empezar a no reconocer esas señales también, por lo que puede conducir al estreñimiento si estás sentado durante períodos prolongados en el inodoro sin realmente tener un movimiento intestinal”. Este riesgo, según la especialista, es más probable que sea uno de los muchos factores que intervienen en problemas como el estreñimiento, y no la fuerza motriz.

En la misma línea, Smecuol indicó: “El acto defecatorio nos convoca a través de un reflejo. Si uno permanece durante mucho tiempo sentado indicándole al sistema digestivo que está evacuando puede provocar una gran confusión de señales. Esto puede generar como consecuencia desde un bolo fecal hasta la incontinencia”.