Lula planteó aumentar el gasto público y cayó la Bolsa en Brasil

Criticó el límite legal al gasto fiscal y rechazó nuevas privatizaciones. La plaza bursátil reaccionó con caídas de 3% y una disparada de 3,5 de la divisa
viernes 11 de noviembre de 2022
El presidente electo, Luiz Inacio Lula da Silva, durante una reunión con parlamentarios en Brasilia
El presidente electo, Luiz Inacio Lula da Silva, durante una reunión con parlamentarios en Brasilia

En un duro discurso que sacudió los mercados brasileños con una caída de la Bolsa y un alza del dólar, el presidente electo Luiz Inácio Lula da Silva, criticó la demanda de “estabilidad fiscal” y reclamó contra el límite al gasto público.

En un mensaje en Brasilia, el primero que brinda en la transición, además, rechazó nuevas privatizaciones y remarcó que es necesario privilegiar las cuestiones sociales frente a asuntos “que solo interesan al mercado financiero”.

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Los inversores reaccionaron automáticamente al discurso. A lo largo de la jornada, la Bolsa registró fuertes descensos que llegaron al 4,09% para recortar luego en torno a 3%. El dólar, a su vez, que había circulado en calma desde que Lula ganó las elecciones, saltó 4,14% y cerró con un alza de 3,14% frente al real.

“¿Por qué se hace sufrir a la gente por garantizar la estabilidad fiscal de este país? ¿Por qué la gente dice todo el tiempo que hay que recortar gastos, que hay que tener superávit, que hay que poner techo a los gastos? ¿Por qué los mismos que discuten los topes de gasto no discuten seriamente la cuestión social en este país?”, preguntó el mandatario electo en su mensaje el Centro Cultural Banco do Brasil donde funciona el equipo de transición del nuevo Ejecutivo.

Lula acusó a Bolsonaro por usar a las FFAA en la elección

Durante su discurso, Lula también aprovechó para cuestionar al mandatario Jair Bolsonaro por usar de forma "humillante" a las Fuerzas Armadas en el monitoreo de las máquinas de votación electrónica.

"Ayer sucedió algo humillante, deplorable para nuestras Fuerzas Armadas: un presidente de la República, que es el jefe supremo de las Fuerzas Armadas, no tenía derecho a involucrar a las Fuerzas Armadas en hacer una comisión para investigar las máquinas de votación electrónica, algo que es de la sociedad civil, de los partidos políticos y del Congreso Nacional", dijo el presidente electo.

Las críticas de Lula apuntan a que el actual jefe de Estado de Brasil utilizó el Ministerio de Defensa, del que dependen las Fuerzas Armadas, para vehiculizar sus ataques contra el sistema electoral brasileño, al incluirlo en la auditoría de la elección realizada desde la Comisión de Transparencia Electoral del Tribunal Superior Electoral (TSE).

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El líder del Partido de los Trabajadores (PT) además le exigió al presidente Bolsonaro que pida disculpas a las Fuerzas Armadas por utilizar a los militares en este proceso, y a los brasileños, por haber mentido.

"El resultado fue humillante, humillante. No sé si el presidente está enfermo, pero tiene la obligación de venir a la televisión y disculparse con la sociedad brasileña y disculparse con las Fuerzas Armadas, por haber utilizado las Fuerzas Armadas, que es una institución seria, (...) presentando un informe que no dice nada, nada, absolutamente nada de lo que ha acusado durante tanto tiempo", aseveró, según recogió el diario Folha de Sao Paulo.

En concreto, Lula se refirió al informe que presentó ayer dicho Ministerio al TSE sobre los resultados de la auditoría del funcionamiento del sistema de elecciones en las recientes presidenciales, en el que, si bien sugirió algunas modificaciones, no mencionó fraude ni otros delitos.

De todos modos, los militares criticaron puntos que consideran insuficientes para lo que estiman sería una inspección completa del proceso. En definitiva, no cuestionaron completamente el sistema ni dieron fe de su integridad.

Lo que viene

Lula asumirá el 1 de enero de 2023. Este jueves confirmó que anunciará el nombre del jefe del área económica recién en diciembre, una noticia que espera con ansiedad el mercado. En sus dos gobiernos anteriores y con un economista liberal en la cartera, Antonio Palocci, el presidente electo logró ocho años de superávit fiscal, una conquista que utilizó con insistencia en la campaña.

También recordó esas conquistas en su discurso, de modo que el mensaje generó sorpresa y dudas.

Lula llegó a emocionarse y tuvo que interrumpir sus palabras cuando citó un fragmento del discurso que pronunció en su victoria de 2002, al comentar el tema del hambre, que volvió a la agenda nacional. “Si, cuando termine este mandato, todos los brasileños están tomando café, almorzando y cenando, habré vuelto a cumplir mi papel”, dijo.

El mandatario electo ganó el 30 de octubre las elecciones con una diferencia de solo 1,8% frente a Bolsonaro. Los aliados del mandatario saliente controlan las dos primeras minorías del Parlamento y los principales estados del país, San Pablo, Río de Janeiro y Minas Gerais.

Para garantizar su gobernabilidad, Lula y su gente están ya negociando con una serie de partidos, en su mayoría liberales y conservadores, cuyos votos parlamentarios necesitará el flamante gobierno. El discurso de este jueves no es claro cómo afectará esas gestiones.

En Brasil rige un techo legal al gasto público que impulsó como Ministerio de Economía de Temer, el ex presidente del Banco Central, Henrique Meirelles, un aliado profundo de Lula da Silva, y uno de los nombres en las especulaciones para el ministro de Economía. Lula no cuenta con suficientes legisladores propios para remover ese techo.

El año próximo, el nuevo gobierno deberá resolver una bomba fiscal que le dejará la administración de Bolsonaro, que en sus máximos requerirá de unos 70 mil millones de dólares, según la Fundación Getulio Vargas.

Meirelles sostuvo que se podría acordar una licencia del techo de gastos de hasta US$ 20 mil millones, pero solo mantener los planes sociales para los segmentos más pobres implicará unos US$ 14 mil millones. De modo que el PT calcula una licencia de al menos US$ 40 mil millones.

En Brasil rige también desde el año pasado una ley que protege la independencia del Banco Central. Lula sostuvo en la campaña, en contra de la opinión del PT, que no tocará esa legislación.