Anemia: cuáles son las causas, los síntomas y cómo tratarla

El tratamiento que puede ir desde cambiar hábitos alimenticios y suplementos, hasta cirugías, trasplantes y quimioterapias. Cosas importantes para conocer
martes 08 de noviembre de 2022
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La anemia es una afección en la cual el paciente carece de suficientes glóbulos rojos sanos para transportar un nivel adecuado de oxígeno a los tejidos del cuerpo. La anemia, también conocida como nivel bajo de hemoglobina, puede hacer provocar sentimientos de cansancio y debilidad.

Existen muchas formas de anemia, cada una con su propia causa, puede ser temporal o prolongada y puede variar de leve a grave. En la mayoría de los casos, la anemia tiene más de una causa.

Los tratamientos para la anemia, que dependen de la causa, abarcan desde tomar suplementos hasta someterse a procedimientos médicos. Se puede prevenir algunos tipos de anemia si sigues una dieta saludable y variada.

Síntomas y factores de riesgo

Los síntomas de la anemia varían según la causa y la gravedad de la misma. Según las causas de la enfermedad, es posible que incluso no se tengan síntomas.

Los signos de anemia, si se presentan, podrían incluir fatiga, debilidad, piel pálida o amarillenta, latidos del corazón irregulares, dificultad para respirar, mareos o aturdimiento, dolor en el pecho, manos y pies fríos, así como dolores de cabeza.

Al principio, la anemia puede ser tan leve que no se nota, pero los síntomas empeoran a medida de que avanza la enfermedad.

Además, existen varios factores de riesgo que aumentan la posibilidad de contraer anemia como una dieta carente de vitaminas y minerales, trastornos intestinales, la menstruación, el embarazo, afecciones crónicas, antecedentes familiares e incluso la edad.

Una dieta consistentemente baja en hierro, vitamina B-12, folato y cobre incrementa el riesgo de anemia; al igual que tener un trastorno intestinal que afecta la absorción de nutrientes en el intestino delgado, como la enfermedad de Crohn y la enfermedad celíaca.

Las mujeres que no han tenido menopausia tienen un mayor riesgo de anemia por deficiencia de hierro que los hombres y las mujeres posmenopáusicas; estar embarazada y no tomar un multivitamínico con ácido fólico y hierro, también aumenta el riesgo.

Si se tiene cáncer u otra afección crónica, se podría estar en riesgo de desarrollar anemia por enfermedad crónica, al igual que la pérdida lenta y crónica de sangre por una úlcera u otra fuente dentro del cuerpo puede agotar la reserva de hierro del cuerpo y llevar a que se presente anemia por deficiencia de hierro.

Si la familia del paciente tiene antecedentes de anemia hereditaria, como anemia de células falciformes, también se podría tener un mayor riesgo de padecer esta afección.

Los antecedentes de ciertas infecciones, enfermedades de la sangre y trastornos autoinmunitarios aumentan tu riesgo de padecer anemia. El alcoholismo, la exposición a sustancias químicas tóxicas y el uso de algunos medicamentos, también.

Incluso las personas mayores de 65 años tienen un mayor riesgo de anemia.

Tratamiento

El tratamiento de la anemia depende de la causa, algunos de los procedimientos por el tipo de padecimiento son, entre otros, los siguientes:

Anemia por deficiencia de hierro: El tratamiento para esta forma de anemia generalmente implica tomar suplementos de hierro y cambiar la alimentación. Para algunas personas, puede consistir en recibir hierro por una vena. Si la causa de la deficiencia de hierro es la pérdida de sangre (que no sea debido a la menstruación), se debe localizar la fuente del sangrado y detenerlo. Esto podría implicar cirugía.

Anemias por deficiencia de vitaminas: El tratamiento para la deficiencia de ácido fólico y vitamina C incluye suplementos dietéticos y el aumento de estos nutrientes en la dieta. Si tu sistema digestivo tiene problemas para absorber la vitamina B-12, es posible que se necesiten inyecciones de vitamina B-12.

Anemia por enfermedad crónica: No existe un tratamiento específico para este tipo de anemia. Los médicos se centran en el tratamiento de la enfermedad subyacente. Si los síntomas se vuelven graves, una transfusión de sangre o inyecciones de una hormona sintética normalmente producida por los riñones (eritropoyetina) pueden ayudar a estimular la producción de glóbulos rojos y aliviar la fatiga.

Anemia aplásica: El tratamiento para esta anemia puede incluir transfusiones de sangre para aumentar los niveles de glóbulos rojos. Se podrías necesitar un trasplante de médula ósea si esta no puede producir células sanguíneas sanas.

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