Cinco formas de prevenir la trombosis pulmonar

Los factores de riesgo de esta enfermedad van desde el tabaquismo hasta las terapias hormonales y, en la mayoría de los casos, se puede evitar padecerla.
viernes 14 de octubre de 2022
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La enfermedad tromboembólica venosa (ETEV) es la tercera causa de mortalidad de origen cardiovascular luego del infarto del miocardio y el accidente cerebrovascular (ACV), la primera causa evitable en pacientes hospitalizados y una de las principales consecuencias en pacientes con covid, incluso hasta meses posteriores a la recuperación.

El Día Mundial de la Trombosis que se conmemora cada 13 de octubre busca concientizar acerca de las causas, factores de riesgo, síntomas, prevención y tratamiento de esta enfermedad a fin de reducir la mortalidad y las secuelas discapacitantes que puede ocasionar.

Cuáles son los factores de riesgo de la trombosis pulmonar

  • Uno de los factores de riesgo a tener en cuenta es haber padecido coronavirus recientemente, dado que el virus produce inflamación y ello favorece la formación de trombos tanto arteriales (infarto del miocardio, ACV) como venosos a nivel pulmonar.
  • Hospitalización prolongada: es un factor de riesgo significativo para desarrollar ETEV. Los pacientes con movilidad reducida debido a reposo, o con politraumatismo, o quienes fueron sometidos a cirugía, tienen más probabilidad de presentar coágulos de sangre. De hecho, hasta un 60% de los casos ocurre durante o después de una hospitalización, lo que convierte a esta enfermedad en la principal causa de muerte evitable en hospitales. Ante esta situación, los hospitales del mundo tienen protocolos establecidos de prevención.
  • No moverse por períodos prolongados y en espacios reducidos, especialmente en los viajes en avión.
  • Tener algún tipo de cáncer.
  • Sufrir alteraciones genéticas que predispongan a la formación de coágulos.
  • Estar bajo terapia con hormonas (anticonceptivos).
  • Haber padecido una trombosis previamente.
  • Ser fumador.
  • Estar embarazada o en etapa de puerperio.
  • Padecer enfermedades cardíacas o pulmonares crónicas previas.

Síntomas, diagnóstico y tratamiento de la trombosis pulmonar

Los síntomas de esta enfermedad son muy variables y pueden oscilar desde la sensación de falta de aire hasta un paro cardíaco y muerte. Por eso, es muy importante considerar la sospecha de su presencia a través de los factores de riesgo y su investigación posterior con métodos que van desde un sencillo análisis de sangre hasta los más complejos como una angiotomografía computada de pulmón.

El tratamiento dependerá de la gravedad del cuadro, pero, en la mayoría de los casos, se elige el de los anticoagulantes que impiden la progresión de la trombosis y la repetición del cuadro. Por lo general, se utilizan inicialmente heparina y posteriormente anticoagulación oral por un mínimo de tres a seis meses o hasta que desaparezca el factor de riesgo y algunos pacientes deben quedar anticoagulados toda la vida.

En tanto, para un pequeño grupo de pacientes se requieren tratamientos más agresivos con sustancias que disuelven el coágulo (trombolíticos), métodos que rompen los coágulos por cateterismo e incluso cirugía con bombas de circulación extracorpórea a fin de extraerlos.

Cómo prevenir la trombosis pulmonar

Las formas más comunes de reducir el riesgo de trombosis son dejar de fumar, bajar de peso, hacer ejercicio, comer saludablemente y no tomar alcohol. Algunas personas, siempre con indicación de su médico, deberían usar heparina en dosis bajas, medias especiales (de compresión), especialmente luego de una cirugía o antes y durante un viaje prolongado.

Además, si una persona tiene riesgo de trombosis es importante controlar el colesterol y la presión arterial. Es de suma importancia la detección precoz y la prevención de esta enfermedad. Los métodos actualmente disponibles incluyen el diagnóstico clínico, las pruebas analíticas y los estudios de imágenes.

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