Explican por qué los vinos orgánicos son sustentables

En el país son cada vez más los productores que tienen, al menos, un vino de viñedos orgánicos. Piensan en mejorar la calidad para ser competitivos.
viernes 23 de septiembre de 2022
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Los aspectos fundamentales en los vinos orgánicos son la certificación y el trabajo agroecológico. También, la gente de la finca, involucrada en el trabajar orgánico y bajo las normas del Fair trade (comercio justo) y, por último, el cuidado del medio ambiente: recuperar ese sistema natural del lugar, volviendo a la etapa previa a la explotación comercial, con foco en la parte aérea y subterránea.

El manejo agroecológico, con balance y equilibrio, permite entender y saber todo lo que pasa alrededor de la vid, y así buscar mejorar la calidad de los vinos. Porque más allá de la sustentabilidad, manejar el viñedo de esta forma permite lograr fruta con más carácter varietal y resaltar la esencia del lugar. Está comprobado que en los berries (arándanos, por ejemplo), los orgánicos son mucho más concentrados en sus componentes naturales (antioxidantes, por ejemplo). Y esto se empieza a validar en las uvas.

Juan Pablo Murgia, enólogo del Grupo Avinea (Argento, Otronia, Cruz de Piedra, Pacheco Pereda y Cuesta de Madero, etc.), es quizás el enólogo que más vinos orgánicos elabora en el país desde hace algunos años. “La misión y visión del grupo Avinea, es llevar el estandarte de la sustentabilidad más que de lo orgánico, siendo Argento la bodega más importante por volumen de producción y presencia en más de 50 países.

Argento, es una bodega con 20 años de historia, que desde hace más de una década viene apostando al vino orgánico. “Lo orgánico fue el puntapié inicial para pensar en la sustentabilidad”, afirma Murgia. Un concepto que incluye, además, el Fair Trade (comercio justo), un programa reconocido a nivel mundial y exigido por algunos retailers en ciertos mercados, en el que toda la cadena de valor, y las personas que trabajan en ella, tienen un trato justo y respetuoso.

Estas condiciones éticas forman parte de un contexto en el que se incluye la conservación de los recursos como la energía, el agua y, lógicamente, la sustentabilidad económica del negocio. “Sustentabilidad es un concepto integral y complejo, significa administrar bien los recursos, y son muchos puntos en el programa donde el manejo orgánico es el más vistoso y el que mejor se puede transmitir en las copas”, afirma el enólogo.

Con la cosecha de 2021, la empresa alcanzó las 355 hectáreas certificadas, distribuidas entre las provincias de Mendoza y Chubut. Posee un total de 5 fincas propias, 4 certificadas y 1 en proceso de certificación. Actualmente, poseen una capacidad anual de producción de 32 millones de litros, y planea continuar desarrollando viñedos, aumentando su capacidad y llevando sus vinos argentinos a más consumidores.

“Entre vinos orgánicos y los no orgánicos no hay diferencias cualitativas, pero a través de nuestra experiencia con los años podemos validar que hay un efecto sobre el terroir y que más temprano que tarde, el consumidor podrá percibirlo en los vinos”, explica el hacedor. Murgia sostiene que el suelo es una matriz viva, un organismo vivo como concepto. No son solo componentes y materia orgánica, porque hay micro-organismos, pool de bacterias y de levaduras, hongos, etc. que conforman un microambiente que trabaja, descomponiendo la materia orgánica y dejándola disponible para las raíces. Eso, en una viticultura intensiva, utilizando herbicidas, fertilizantes sintéticos y pesticidas, anula esa parte esencial del suelo.

La viticultura orgánica no es tan antigua como se cree, por eso es posible volver a imponerla. Se trata de lograr cultivo rentables y sustentables en el tiempo, con objetivos a 30 y 40 años, porque si la planta desarrolla defensas naturales puede llegar a durar más.

Si bien es una tendencia en nuestro país, el manejo sustentable del viñedo, también otras bodegas eligen el camino de la certificación y ampliación de superficies de viñedos orgánicos, como Santa Julia. Poco a poco, los Zuccardi están llevando todas sus viñas de Santa Julia a un manejo sustentable. En en Mendoza ya poseen certificadas orgánicas 180 hectáreas en Maipú y en Santa Rosa 120 hectáreas más, de las casi 500 hectáreas totales. Su manejo tradicional del viñedo no difiere mucho, ya que realizan la misma cantidad de curaciones, utilizando sulfato de cobre para la peronóspora (siempre dentro del límite anual del cobre permitido) y azufre para el oídio. Todas buenas prácticas que no impactan en el medio ambiente.

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