Murió Carlitos Balá: el actor será velado en la Legislatura porteña

"Estamos devastados pero unidos y así se fue él, con la familia unida y mucho amor", dijo la nieta, al confirmar la noticia este viernes. Los detalles
viernes 23 de septiembre de 2022
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El querido actor y conductor que murió a los 97 años será velado este viernes en la Legislatura porteña, según confirmaron fuentes del Gobierno de la Ciudad a Los Primeros. “Estamos devastados pero unidos. Y así se fue él: con la familia unida y mucho amor”, dijo con tristeza la joven sobre la partida de su abuelo.

El creador de la mítica frase “¿Qué gusto tiene la sal?” estaba internado desde ayer en el Sanatorio Güemes. “Tuvo mareos en su casa, lógico de su edad, y lo llevaron al sanatorio. Los médicos decidieron dejarlo en observación”, informaba por esas horas su representante, Maximiliano Marbuk. 

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Balá inventó decenas de términos que se instalaron en el imaginario popular como “sumbudrule” y creó El Chupetómetro, que permitió que cientos de miles de niños dejaran el chupete. Pero el primer trabajo del hombre que se convirtió en un referente de grandes y chicos, y de varias generaciones crecieron a su lado y hoy lo llorarán, nada tuvo que ver con el medio: comenzó como vendedor ambulante en una línea de colectivo.

“¿Qué gusto tiene la sal?”, preguntaba Carlitos, y todos los niños respondían con seguridad: “¡Salado!”. La idea nació en 1969, en una tarde tranquila en Mar del Plata. Un chico lo miraba atento y Balá, haciendo como que no lo veía, preguntó varias veces en voz alta: “¡El mar! ¿Qué gusto tendrá el mar?”. El nene permanecía silencioso. Él siguió: “Ahhh, el mar tiene gusto a sal. Pero, ¡¿qué gusto tiene la sal?!”. Antes de salir corriendo, el chico le respondió: “¡¿Pero qué gusto va a tener la sal?! ¡Salada!”. Y así nacería un éxito que atravesó cuatro generaciones.

Cómo nació El Chupetómetro

¡Adiós chupete! Dejar ese objeto que acompañó durante meses o años, que fue consuelo en momentos de cólicos, hambre, insomnio, la crisis del octavo mes, la despedida a mamá o papá para ir al jardín, es uno de los primeros renunciamientos para dejar de ser bebé y convertirse en niño. Dejar el “chupe”, “pupe”, “pete” o como cada uno pueda decirle es despedirse de una época y puede no ser fácil. Hace cuatro décadas, Carlitos Balá encontró la forma de acompañar con amor y con alegría a los bebés-niños en el proceso: ¡Gracias Chupetómetro!

En cada show, Carlitos quien falleció el jueves por la noche, con ayuda de una secretaria le pedía a todos los chicos presentes que dejaran su chupete (o mamadera llegado el caso) en una canasta para despedirse de él. Luego, depositaba uno por uno los objetos recolectados en un gran cilindro transparente en el escenario que tenía unos dos metros de altura, incluso para poner los chupetes ahí él tenía que subirse a una escalerita.

En diálogo con Diario el Cuyo hace siete años contó que lo idearon junto con su productor D’ Alessandro y que no se trató solo de un sketch, sino que habían hablado previamente con profesionales sobre el tema: “Averiguamos con los pediatras cómo influía el uso del chupete en la boca y nos dijeron que después de los 2 años tenían que dejarlo porque deforma el paladar. Y así fue que empezamos con una canastita donde los chicos iban dejando sus chupetes. Pero eran tantos que hicimos unos tubos enormes que instalamos en ATC, en el circo y en el teatro”.

Años después de dejar el chupete, muchos adultos lo saludaban a contarle la anécdota: “No te imaginás todos los que se acercan y me dicen que me mandaron el chupete. Una vez Martín Bossi, el imitador, me contó que fue con su papá, que lo alzó para que me entregara el chupete y yo le di un beso. Como él hay muchos, pero muchos de verdad”.

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Sería imposible contar la cantidad de niños, hoy adultos que dejaron el chupete o la mamadera gracias a Carlitos, lo cierto es que se trataba de una relación de amor recíproca, ya que los chicos le daban uno de sus objetos más preciados a aquel hombre que con frases como “un kilo y dos pancitos” o “¿Qué gusto tiene la sal?” les sacaba una sonrisa y los acompañaba en la transición.

¿Quién por ejemplo no dejó su chupete gracias a él? “El colmo de tener de abuelo a Carlitos Balá… ¡nunca usé chupete!”, contó hace unos años Laura Gelfi, su nieta, quien esta mañana confirmó la triste noticia de la partida de su abuelo.

El Chupetómetro nació en El show de Carlitos Balá, el ciclo que hizo desde 1979 hasta 1990 en los antiguos ATC y Canal 2. En el 2009 en un gesto más que generoso de su parte, el artista le cedió el cilindro a Julián Weich que en su programa Justo a Tiempo invitaba a los chicos a deshacerse del chupete.