La CGT confirmó reunión este lunes para definir medidas
En un debate marcado por la tensión y las diferencias de los sindicalistas, el Consejo Directivo de la Confederación General del Trabajo (CGT) descartó este viernes la realización de un paro general con movilización para el próximo lunes 5, aunque expresaron que reanudarán la discusión de alguna medida de fuerza en respaldo a la vicepresidenta Cristina Kirchner tras sufrir un el intento de atentado.
La paralización laboral había sido impulsada por el sector del moyanismo y la Corriente Federal de Trabajadores, alineados con el kirchnerismo, quienes propusieron llevar adelante un paro de actividades de 24 horas programado para el lunes, junto a una movilización ante el Palacio de Tribunales en reclamo contra la Corte Suprema, por considerarla un símbolo de quienes “instalan el discurso del odio” contra la Vicepresidenta y los dirigentes sindicales Hugo y Pablo Moyano.
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Horas después del ataque a Cristina Kirchner y en referencia al atentado, el titular de la Asociación Bancaria y Diputado Nacional, Sergio Palazzo, consideró que “no es un hecho de una persona aislada, es la consecuencia de la violencia verbal y simbólica contra la Vicepresidenta y su familia por parte de distintos comunicadores sociales, parte de la Justicia y del arco político”. “Le ponen el arma en la mano simbólicamente estos actores”, interpretó el dirigente alineado en la Corriente Federal de Trabajadores.
Las directivas respecto a la huelga y movilización contra la Corte surgieron de "La Cámpora”, fueron algunas de las respuestas que deslizaron desde un sector de la central obrera
La resistencia se estableció desde temprano: el “gordo” Héctor Daer (Sanidad), los independientes Andrés Rodríguez (UPCN), Gerardo Martínez (UOCRA) y José Luis Lingeri, y el barrionuevista Carlos Acuña (estaciones de servicio) se negaron a que sus rivales ocuparan el salón Felipe Vallese del edificio de la CGT para deliberar, junto con miembros de la CTA kirchnerista que lidera Hugo Yasky.
La alianza que domina la CGT (que responde a Sanidad, UPCN, UOCRA y otros) no quiere adoptar como propia la agenda del kirchnerismo duro, que pone a la Justicia, los empresarios, la oposición y los medios como los responsables de los principales problemas que atraviesa el país.
Antecedentes y diferencias
Ambos sectores sindicales ya habían manifestado sus diferencias durante la marcha del 26 de julio para conmemorar el 70° aniversario de la muerte de Eva Perón, mientras el otro sector resolvió efectuar un acto en la sede cegetista. La situación cambió el 17 de agosto, cuando marcharon juntos entre el Obelisco y el Congreso, aunque con discursos opuestos: Pablo Moyano se dirigió a los empresarios, en tanto el resto de la central obrera, marchó en reclamo a “la política” por un gran acuerdo que ordene la macroeconomía.
Las diferencias volvieron al centro del debate durante la reunión del Consejo Directivo del viernes, cuando definían "las acciones" de solidaridad con Cristina Kirchner, con un fuerte cruce entre Héctor Daer y Pablo Moyano.
Por el lado del dirigente camionero, si la CGT no realizaba una fuerte medida de fuerza, que incluyera una movilización ante la Corte, “nos van a llevar puestos la derecha, la Justicia y los medios”. En tanto, el gremialista de Sanidad le replicó que la mayoría de la central obrera “no compartía ese diagnóstico” y que había que pensar mejor antes de realizar un paro porque podía contribuir a empeorar el clima político.
La postura de Pablo Moyano fue defendida por algunos de sus aliados, como Palazzo, Mario Manrique (SMATA) y Omar Plaini (canillitas). Sin embargo, se confirmó que este sector no tiene mayoría y su planteo se deshizo en la medida en que otros dirigentes moderados se sumaron al debate, que tuvo también ausencias como Armando Cavalieri (Comercio), Abel Furlán (UOM), Jorge Sola (seguro), Sergio Romero (UDA) y Amadeo Genta (municipales porteños) quienes enviaron a dirigentes de segunda en su representación.
La resolución del encuentro terminó con la confirmación de una nueva reunión el lunes a las 16, donde analizarán nuevamente una posible medida de fuerza. Desde la alianza sindical kirchnerista hablan de un paro general programado para miércoles o jueves. El sector dominante en la CGT accedió a postergar el debate y admite por lo bajo que quizá deba sumarse a una protesta. Ante este panorama, lo cierto es la fractura existente en la central obrera que en los hechos, aumenta día a día.
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