Los niveles de una hormona podrían predecir el COVID

Lo detectaron científicos de Yale y Mount Sinai, en los Estados Unidos. Más estudios confirman los hallazgos, podrían originar nuevas formas de prevenir.
jueves 18 de agosto de 2022
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Uno de los muchos misterios sobre la covid prolongada (o covid persistente) es ¿quiénes son más propensos a desarrollarla? ¿Algunas personas tienen más posibilidades que otras de experimentar síntomas físicos, neurológicos o cognitivos que pueden surgir, o permanecer, meses después de que su infección por coronavirus haya concluido?

Cuando una persona se encuentra en una situación que percibe como amenazante para la vida, se activa un sistema de alarma que lleva a liberar hormonas como la adrenalina y el cortisol. En el caso del cortisol, hace que se limiten las funciones que serían no esenciales o perjudiciales en una situación de lucha o huida. Ahora, científicos de la Universidad de Yale y la Escuela de Medicina Icahn en Mount Sinai, en los Estados Unidos, han encontrado que el cortisol podría estar en el centro del COVID prolongado, el síndrome que puede manifestarse en más de 200 síntomas diferentes después de haber tenido la infección por el coronavirus.

Un equipo de investigadores que le dio seguimiento a más de 200 pacientes durante un periodo de dos a tres meses, después de ser diagnosticados con COVID-19, reporta que ha identificado factores biológicos que podrían ayudar a predecir si una persona desarrollará covid prolongada.

Los investigadores estadounidenses encontraron que las personas con COVID prolongado generaban alrededor de la mitad de cortisol en comparación con personas sanas, que no tenían la infección o que se habían recuperado totalmente del COVID-19. El estudio que hicieron aún no fue revisado por pares, pero está disponible en el portal MeRxiv. Se abre la posibilidad de usar al cortisol como un biomarcador para predecir el síndrome del COVID prolongado en el futuro.

Reunieron datos de 215 personas. De ese grupo, 99 tenían un caso de COVID largo, 40 no habían registrado infecciones por COVID-19, mientras que los 76 restantes se recuperaron del virus sin complicaciones a largo plazo. Tomaron muestras de sangre de cada participante y midieron los niveles de cortisol. 

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El estudio descubrió cuatro factores que podrían ser identificados de manera temprana en la infección de coronavirus de una persona y parecieran estar correlacionados con un mayor riesgo de manifestar síntomas duraderos semanas después.

 
Los investigadores afirmaron que descubrieron que había una asociación entre estos factores y la covid prolongada (que posee el nombre médico de secuelas agudas de la COVID-19 [PASC, por su sigla en inglés]) sin importar si la infección inicial fue grave o leve. Aseguran que los hallazgos podrían indicar maneras de prevenir o tratar algunos casos de covid prolongada, incluyendo la posibilidad de administrar medicamentos antivirales a las personas al poco tiempo de un diagnóstico de infección.

“Es el primer intento concreto de detectar algunos mecanismos biológicos para la covid prolongada”, señaló Steven Deeks, profesor de Medicina en la Universidad de California, en San Francisco, quien no participó en el estudio.

“Identificaron estos cuatro factores de importancia. Todos son biológicamente viables, coinciden con teorías que otras personas analizan y lo importante es que se pueden emprender acciones. Si estas trayectorias se confirman, nosotros como médicos clínicos podemos diseñar intervenciones para sanar a las personas. Ese es el mensaje que debemos recordar”.
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 Uno de los cuatro factores que los investigadores identificaron es el nivel de ARN de coronavirus en la sangre en la etapa temprana de la infección, un indicador de carga viral. Otro es la presencia de ciertos autoanticuerpos (que de manera equivocada atacan tejidos del cuerpo como también sucede en enfermedades como el lupus y la artritis reumatoide). Un tercer factor es la reactivación del virus Epstein-Barr, un virus que infecta a la mayoría de las personas, con frecuencia cuando son jóvenes y por lo general luego se vuelve inactivo.

También el COVID prolongado podría ser el resultado de un virus latente como el virus de Epstein-Barr -el patógeno que causa la mononucleosis- que se reactiva tras la infección por el coronavirus. El daño tisular inducido por la infección que el cuerpo no logra reparar adecuadamente también podría ser el culpable. Esas hipótesis -sostuvo Iwasaki-, no se excluyen mutuamente, y es posible que muchos pacientes sufran una combinación de esos resultados.

Una hipótesis es que el COVID prolongado podría ser el resultado de un virus latente como el virus de Epstein-Barr,
Una hipótesis es que el COVID prolongado podría ser el resultado de un virus latente como el virus de Epstein-Barr, que causa la mononucleosis


Hoy se sabe que uno de cada 8 pacientes con COVID-19 sufren diferentes secuelas, como fatiga, niebla mental o dificultad para respirar, entre otras, que se engloban como síndrome del COVID prolongado. Muchos buscan un tratamiento, mientras aún todo está en estudio, pero ya algunos pacientes son víctimas de ofertas que ponen en riesgo su salud y pierden su dinero.

Si bien se están llevando a cabo más de 70 ensayos clínicos en el mundo, según la base Clinical Trials de los Estados Unidos para probar la eficacia y la seguridad de potenciales intervenciones, como fármacos, suplementos, meditación, cannabidiol (derivado de la planta de cannabis), yoga y tai chi, falta tiempo para contar con los resultados que demuestren si realmente pueden ser útiles. Por afuera de los ensayos clínicos controlados, se están haciendo las ofertas de médicos y clínicas que se aprovechan de la desesperación de las personas afectadas por el COVID de larga duración para encontrar soluciones.