Industria: Vinos argentinos que recorren el mundo

Trivento fue una de las bodegas nacionaes de capitales chilenos, porque los visionarios de Concha y Toro vieron en el Malbec argentino gran potencial.
sábado 13 de agosto de 2022
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Bodega Trivento inició sus actividades en 1996, y un cuarto de siglo más tarde cuenta con tres bodegas, más de 1600 hectáreas propias en las principales regiones vitivinícolas de Mendoza y es la marca argentina número 1 en ventas.

Sin embargo, en sus comienzos, en lugar de tirarle encima todo el apoyo del “grupo bodeguero más importante de la región”, decidieron que Trivento se haga su propio camino. Es cierto que en algunos mercados de exportación hubo sinergia, pero en realidad el Malbec, y sobre todo el Golden Reserve, le permitió a esta moderna bodega ser exitosa. Y hoy Trivento comienza a ser un nombre propio para los argentinos. Porque hasta hace poco, todos los cañones apuntaban al mercado externo (80% del negocio). Pero hoy, el negocio está planteado en dos frentes (volumen y alta gama), con foco en la conquista del consumidor argentino. Y es en la Alta Gama donde entra la línea Trivento Reserva, los Amado Sur, el Eolo y, sobre todo, los Golden Reserve. Una de las líneas de vinos argentinos más reconocida del mundo, no solo en concursos sino también en ventas en los principales mercados de consumo. Golden Reserve fue la primera apuesta de la bodega más allá del volumen, y nació de la mano del enólogo Federico Galdeano en el año 2000 con un Malbec, obviamente. Pero en 2002 ingresó a la bodega el joven Germán Di Césare, quién sigue al mando de todos los vinos de la casa. Además, fue el responsable absoluto (con su equipo de enólogos y agrónomos) del Golden Reserve Cabernet Sauvignon lanzado en 2012, del Cabernet Franc Black Series desde 2013 y de la línea Gaudeo nacida en la vendimia 2015.

Estos cuatro vinos son los seleccionados del mes de DELIRIO, y explican por qué tienen la ambición de ser la marca argentina de vinos más admirada, y poseen una firme posición en los mercados más competitivos. Trivento era una bodega que hablaba poco, al menos al consumidor local, pero desde siempre tiene mucho para decir, con vinos que dan mucho más de lo que piden, y que se pueden descorchar o guardar.

Una estrategia de más largo plazo, pero a la vez más consistente que encuentra en los conocedores, admiración y respeto, colocándola hoy entre las bodegas argentinas más representativas.

Estos cuatro vinos son los seleccionados del mes de DELIRIO, y explican por qué tienen la ambición de ser la marca argentina de vinos más admirada, y poseen una firme posición en los mercados más competitivos. Trivento era una bodega que hablaba poco, al menos al consumidor local, pero desde siempre tiene mucho para decir, con vinos que dan mucho más de lo que piden, y que se pueden descorchar o guardar.

Una estrategia de más largo plazo, pero a la vez más consistente que encuentra en los conocedores, admiración y respeto, colocándola hoy entre las bodegas argentinas más representativas.

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