Una enfermera, la principal sospechosa por la muerte de los bebés en Córdoba

La jefa de enfermería del Hospital Materno cordobés calificó de genocidio la muerte de cinco bebés. Tratan de determinar si tenían exceso de potasio.
viernes 12 de agosto de 2022
ZKK5UGAFSFHG3MBN76PNJOVJSE
ZKK5UGAFSFHG3MBN76PNJOVJSE

La justicia de Córdoba investiga las causas que derivaron en la muerte de cinco bebés en un centro de salud público de la capital provincial. Las muertes ocurrieron entre mayo y junio.

Empleados de la institución fueron suspendidos y la Provincia ordenó apartar a la directora y al vicedirectora del Hospital Materno Neonatal. En las últimas horas la supervisora de enfermería calificó estos hechos como “genocidio de bebés”.

Avanza rápidamente la investigación a cargo del fiscal Raúl Garzón y hay una persona identificada como la principal sospechosa de la causa de las muertes de los bebés recién nacidos en el Hospital Neonatal de Córdoba.

Córdoba: Investigan si la muerte de bebés fue intencional

Se trataría de una mujer profesional que cumplía funciones en el nosocomio y que tendría una destacada trayectoria en el ámbito de la salud.

Además, trascendió que habría ingresado al hospital en el año 2020.

Aunque señalan que habría participado prácticamente en todos los episodios trágicos que está investigando la Justicia, aún no está imputada.

El dolor de la mamá de uno de los bebés muertos en Córdoba

Son al menos cinco las madres que perdieron a sus recién nacidos en un hospital de Córdoba por causas que se encuentran en investigación bajo la sospecha de posible mala praxis o intencionalidad.

Cinco que podrían ser hasta 12, pero Brisa no quiere ni puede pensar ahora en números: “Se llamó Melody, era mi bebita y ahora es solo una luz. Necesito que haya justicia”.

IECGH52BEFC2DDTF72Q2YFQ474

Fue el 6 de junio. Brisa llegó al Hospital Materno Neonatal "Dr. Ramón Carrillo" a las 11 con “uno, casi dos de dilatación”, pero le pidieron que volviera a la casa y regresara más tarde. Era su primer embarazo, por lo que no sabe comparar, pero los “dolores eran horribles”.

“Volví a las 16, porque no daba más de los dolores y me dijeron que sólo tenía 3 de dilatación. Que me fuera otra vez a mi casa. Les dije que no, que no tenía más plata para ir y volver. Pero me dijeron que todavía no podía ingresar y me hicieron esperar afuera”, relata.

Recuerda que se sentó en la verja de un patio y esperó hasta las 19. Tenía 5 de dilatación, le informaron, y la dejaron internada. “A las 12 de la noche, entraron y me rompieron la bolsa. Se fueron y tuve que llamarlos yo para avisarles que venía mi hija”, sigue.

Su mamá, Romina Ceja, la esperó afuera, porque -según informaron- no podía acompañar a su hija, aunque fuera menor de edad, por los protocolos Covid. “El parto fue normal y mi bebé estaba normal o eso me dijeron”, agrega Brisa.

“Nació bien, lloraba mucho, como si estuviera molesta y tenía manchas rojas en la cara y una cascarita en la nariz, que la enfermera me dijo que era normal”, detalla la joven.

Habló el fiscal que investiga la muerte de bebés en Córdoba

Romina, su mamá, habló el jueves con La Voz y contó lo mismo: que alrededor de las tres de la mañana le informaron que su hija y su nieta estaban bien. Recordó que pudo ver a las dos: "Mi hija estaba en la camilla con la bebé: noté que lloraba mucho".

Su mamá la pudo alzar un rato y luego Brisa se quedó con su hija en una habitación que compartía con otra madre que acababa de parir. “A las 14, noto que mi hija tenía las manos frías, pero me dijeron que era normal. Le puse unas manoplas en las manitos pensando que solo tenía frío. Lloraba todo el tiempo y yo no entendía por qué”.

En un momento, la bebé dejó de “responder”, cuenta. “Yo me quedé impactada y fue mi compañera la que avisó para que vinieran los médicos. A mí me agarró una crisis nerviosa. Ya eran las 23”.

Cinco horas y media más tarde, “a las 4.30 del 7 de junio me dan la noticia de que había fallecido”, puntualiza la adolescente y agrega que, sin embargo, “la autopsia dice que mi bebé vivió hasta las 22.30”. O sea, ya había muerto cuando los profesionales de la salud entraron en la habitación para llevarse a Melody.

“Yo no entiendo de autopsias y no sé decir si había alguna sustancia que pudiera haber envenenado a mi hija (NdR: esta versión fue deslizada por el fiscal que tomó la investigación del fallecimiento de los bebés). Sólo dice que sufrió dos paros cardiorespiratorios”, señala Brisa.

“Mi hija nació sana y a las pocas horas falleció. Fue un parto normal, un embarazo sin problemas. Yo me había hecho un montón de análisis. El de diabetes, el del hisopado para ver si podía nacer por parto natural, todo. Pero de la noche a la mañana me quedé sin bebita”.

Después de la muerte, no hizo denuncias, a pesar de lo vivido: “No me gustó para nada tener contracciones afuera con el frío, que no me escucharan cuando les decía que estaba fría, que todo el tiempo me dijeran que era todo normal”, denuncia.

“Pero me quedé en el dolor por la muerte de mi hija. Y no quise pensar. Un día veo en la televisión que había casos de otros bebés fallecidos en junio en el hospital y ahí decidí ir con un abogado a saber que pasó. Porque mi hija es un ángel que no tenía culpa de nada. Y yo la voy a luchar por ella hasta el final”.