Por el avión iraní, una argentina está varada en Caracas

Jesica Rojas tenía previsto volver al país el 25 pasado en un vuelo de Conviasa; la empresa suspendió todos los servicios a Ezeiza desde mediados de julio
miércoles 10 de agosto de 2022
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Desde el 25 pasado Jesica Cristina Rojas está varada en Caracas. Luego de enterarse de la cancelación de su vuelo a través de un mail enviado por la aerolínea de bandera venezolana, Conviasa, las explicaciones que le dieron fueron vagas o insatisfactorias. Ni la embajada argentina ni la compañía aérea le garantizan el regreso al país.

“Se informa a nuestros usuarios y usuarias que, debido a la situación de índole operacional y fuerza mayor, no imputable a Conviasa, debido a la negativa de prestarnos los servicios aeronáuticos para la ejecución de las operaciones en el Aeropuerto Internacional Ministro Pistarini, Ezeiza, Argentina, por parte de los proveedores de dicho país, notificamos la imposibilidad de ejecutar el vuelo directo con nuestros aviones en la ruta Caracas-Ezeiza del día 25 de julio y Ezeiza-Caracas del día 26 de julio”, le notificó la aerolínea a Rojas vía mail el 13 pasado.

Cuando se enteró de que su vuelo había sido cancelado, se trató de comunicar con Conviasa para reprogramar el regreso a la Argentina, sin éxito. “De la aerolínea no tuve ningún tipo de respuesta. Me pude comunicar con la agencia de viaje mediante la que compré el boleto y ellos me dijeron que Conviasa me ofrece dos opciones: pedir el reembolso, que tarda 60 días hábiles, o sea tres meses; o me ofrece llevarme hasta el Aeropuerto Internacional Viru Viru –en Santa Cruz de la Sierra, Bolivia–. Desde ahí yo me tengo que ir por mi cuenta hasta la Argentina, por un valor de 300 dólares”, detalló Rojas a LA NACION. Y explicó: “No tengo dinero, perdí mi trabajo y no tengo posibilidad de juntar 300 dólares para viajar desde Bolivia hasta la Argentina”.

La Cancillería argentina tampoco le proporcionó, según relató, una solución para volver al país. El 1° pasado decidió presentarse en la puerta del edificio en donde funciona la embajada argentina en Caracas para plantear su problema y pedir ayuda. “Ni siquiera salió a recibirme una persona argentina. Cuando llegué al lugar la chica de custodia me dijo que solo atendían con turno. Le dije que venía de un viaje de más de dos horas y le pedí que por favor accedieran a atenderme. Cuando finalmente me hicieron ingresar, hablé con una chica venezolana, me pidió mis documentos y me dijeron que espere. Estuvieron más de una hora con mi documentación, sacaron presupuestos de viajes de regreso y me entregaron en un papelito los valores de los vuelos de Venezuela a Viru Viru y de Viru Viru a Buenos Aires, así como las diferentes maneras para ir en micro”, señaló.

“No podemos hacer nada”, fue la respuesta de la embajada. “Me dijeron que no tienen fondos para las repatriaciones”, precisó y agregó: “Les dije que me sentía totalmente desamparada, sola, y les pedí que, por favor, me ayuden por lo menos intercediendo con la aerolínea para volver a mi país. Quiero volver a Buenos Aires, tengo tres hijos que me esperan”.

Ante la consulta de LA NACION, fuentes de Cancillería dejaron trascender: “La única persona que recurrió a la embajada es esta pasajera. Desde la sección consular se le indicó que la mejor alternativa que tiene es aceptar el cambio del pasaje a Viru Viru y de allí viajar a la Argentina”.

“No se prevén vuelos de repatriación en esta ocasión ya que es un caso puntual que no tiene que ver con lo que ocurrió en la pandemia, sino con un problema comercial de una compañía aérea que afecta a sus clientes”, señalaron en off the record, y detallaron: “Es importante destacar que las repatriaciones están contempladas por la normativa de manera excepcional, cuando se presentan determinadas condiciones, siendo la principal que la persona que la solicite se encuentre en situación de indigencia, con imposibilidad comprobable no solamente de adquirir un pasaje, sino también de acceder a la ayuda de familiares y allegados”.

Actualmente, Rojas se hospeda en la casa de su novia en Caracas. Pidió el reembolso del dinero a la aerolínea y está esperando que se concrete ese trámite para poder adquirir, con esos fondos, un pasaje de vuelta a la Argentina. “Extraño mucho a mis hijos, a Martina, de 6 años, a Lautaro, que el 17 de agosto cumple 12 y no voy a estar, y a Cristian, de 14, que está haciendo de hermano mayor y de papá”, contó Rojas, que precisó que sus hijos están siendo cuidados por sus padres, en Buenos Aires.

LA NACION llamó al teléfono que el servicio de atención al cliente de Conviasa proporcionó para consultarle si tiene previsto alguna solución alternativa en este caso, así como si prevé reestablecer el servicio de vuelos hacia el país, pero no hubo respuesta.

¿Por qué se cancelaron todos los vuelos?

El conflicto se remonta a principios de junio pasado, cuando un avión de carga de la filial de Conviasa (Emtrasur) aterrizó en el país para repostar combustible. Debido a las sanciones impuestas por Estados Unidos a la empresa iraní Mahan Air, que le vendió a Conviasa el Boeing 747 en cuestión, las empresas petroleras se negaron a suministrarle gasolina en el país. Por ello, la aeronave con un cargamento de autopartes intentó ingresar a Montevideo, pero las autoridades uruguayas le negaron la entrada y tuvo que regresar al aeropuerto de Ezeiza, en donde está siendo investigado por la justicia desde el 8 de junio luego de que la tripulación de 19 personas, entre las que se encontraban cinco iraníes, levantara sospechas por presuntos vínculos terroristas.

“Hay un problema con la carga de la nafta, porque las sanciones impuestas por Estados Unidos pueden afectar a quienes le den nafta a ese avión. Es un tema que hay que resolver”, dijo el presidente Alberto Fernández el 18 pasado sobre el incidente, descartando problemas con la tripulación.

Luego de este conflicto, Conviasa suspendió todos sus vuelos a la Argentina y Chile: 12 servicios, entre el 11 de julio y el 20 de septiembre, de Caracas a Buenos Aires y de Buenos Aires a Caracas, y cuatro, el mes pasado, de Caracas a Santiago y de Santiago a Caracas.

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