En qué provincias se paga más cara la tarifa de electricidad

Las boletas en Neuquén, Entre Ríos y Córdoba pueden costar hasta tres veces más que en el área metropolitana de Buenos Aires (AMBA). Resto del país.
martes 09 de agosto de 2022
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Mirar la televisión o cargar el teléfono en Neuquén, Entre Ríos o Córdoba puede llegar a costar hasta tres veces más que hacerlo en el área metropolitana de Buenos Aires (AMBA). Esto sucede por la disparidad de precios en las tarifas eléctricas del país, que ocurre principalmente por la diferencia de costos de distribución, por la carga impositiva que aplica cada jurisdicción y por la política del Gobierno de congelar las boletas de luz en el AMBA, donde está su principal base electoral (especialmente en el conurbano).

Una tarifa de luz residencial promedio en el AMBA para un consumo de 300 kilowatts hora (kwh) costó en junio alrededor de $1900, mientras que en idéntico período, el mismo consumo eléctrico valió en Neuquén, $5733; en Entre Ríos, $5037; Córdoba, $4892; Tucumán, $4460; Santa Fe, $4239, y en Salta, $4147, según el informe de los consultores Luciano Caratori y Mauricio Roitman, que publicó la cuenta de Twitter @arg_endatos.

El precio final de las boletas de electricidad está compuesto por el costo de tres servicios y la carga tributaria. En promedio, un 39% del precio final de la factura refleja el costo de generación eléctrica (donde operan las empresas Pampa Energía, Enel, Genneia, YPF Luz, Central Puerto y AES, entre otras); un 2% es el costo del transporte a los centros de consumo (Transener); el 29% es el valor de distribución a los hogares (Edenor, Edesur, Edelap, entre otras) y 30% son impuestos.

Sin embargo, hay provincias como Tucumán, Neuquén, Río Negro y Salta que tienen costos de distribución mayores a los del promedio general. Estas diferencias ocurren porque cada provincia regula la tarifa de las distribuidoras eléctricas, excepto en el AMBA, donde los ingresos de Edenor y Edesur dependen de la política tarifaria del ente regulador nacional de la electricidad (ENRE), que está intervenido por Soledad Manín, una funcionaria cercana a Máximo Kirchner y Federico Basualdo, exsubsecretario de Energía Eléctrica.

El costo de distribución en el AMBA históricamente fue más económico que en el resto del país, ya que, al estar más densamente poblada, el costo del tendido eléctrico se divide entre más usuarios. Sin embargo, las diferencias se acentuaron con la decisión política de pisar las tarifas eléctricas de Edenor y Edesur y dar subas de solo 30% en los últimos tres años, cuando en el resto del país, los gobernadores otorgaron aumentos más en línea con la inflación.

Esto generó, a su vez, que como a Edenor y Edesur no les alcanzan sus ingresos para cubrir los costos, se financian con parte de la recaudación de tarifas que deberían darle al Estado, lo que genera un subsidio no oficializado.

Otro factor que encarece las tarifas eléctricas en el interior es la carga tributaria. En Entre Ríos, por ejemplo, los impuestos representan un 36% del costo total de la factura, mientras que en el AMBA es el 21%. En Santiago del Estero, los impuestos significan el 29%; en Córdoba, el 27%; en Tucumán, el 25%, y en Chaco y Santa Fe, el 24%.

Más allá de estas diferencias, el costo de la generación eléctrica está subsidiado por el Estado Nacional en todo el país. Los usuarios residenciales cubren solo el 18% de su costo, mientras que el resto lo aporta el Tesoro con transferencias. Este subsidio es el que el ministro de Economía, Sergio Massa, quiere reducir.

Por lo tanto, todos los usuarios que no se hayan anotado en la declaración jurada o que no hayan cumplido con los criterios establecidos para mantener los subsidios pagarán el costo pleno de la electricidad; el decir, el 100%, en vez del 18%. Según estimaciones oficiales, esto implicarían un incremento final de alrededor del 200%, que se haría de manera escalonada a través de tres aumentos bimestrales.

Límite de 400 kwh

También pagarán el costo pleno de la electricidad aquellos hogares residenciales que superen el consumo mensual de 400 kwh (solo sobre el excedente). En promedio, las familias demandan 300 kwh por mes. Según estimaciones oficiales, solo el 20% de los hogares se excede de ese tope.

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El jueves se espera que la Secretaría de Energía de más precisiones sobre los aumentos tarifarios, sobre todo en lo que se refiere al servicio de gas por red, donde todavía no se especificó de cuánto será el tope de consumo, que se establecería por región. Podría ser el debut público de la flamante secretaria Flavia Royón y de su subsecretaria de Planificación, Cecilia Garibotti.

“A la segmentación se agregan topes de consumo para promover ahorro de recursos y un sistema más progresivo de subsidios. Quien menos consume o menos ingresos tiene menos paga, quien más consume o más ingresos tiene, más paga”, dijo Massa en Twitter.

“La segmentación y el tope de subsidio tendrá un criterio federal con comprensión climática. La entrada en vigencia será por sector y zona, y será informada el jueves por la secretaría de @Energia_Ar. En el caso del agua rige desde el 1° de septiembre. Si ahorramos agua y energía, y ordenamos el sistema de distribución de subsidios, protegiendo la tarifa social, el Estado se ahorrará 500.000 millones de pesos al año”, agregó.