Cinco claves para entender el conflicto entre China y Taiwán

Factores históricos, políticos, económicos rodean a Taiwán e involucran a China en reclamo por su territorio. EE. UU. busca "evitar" otro conflicto mundial.
jueves 04 de agosto de 2022
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El viaje a Taiwán de la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, la demócrata Nancy Pelosi, pese a las advertencias de China, disparó nuevamente las tensiones entre Washington y Beijing. El martes, el régimen comunista chino envió 27 aviones de guerra con dirección a la isla y este miércoles lanzó nuevas sanciones económicas contra Taipei.

A continuación, cinco claves históricas, políticas y económicas de Taiwán -una isla ubicada a solo 200 kilómetros del sureste de China con 24 millones de habitantes- que permiten entender mejor la tensión nuevamente desatada entre China y Estados Unidos, que amenaza incluso con generar una nueva escalada bélica.

La fundación anticomunista de Taiwán tras la guerra civil china

La historia de la actual Taiwán se remonta a unos setenta años atrás, cuando finalizó la guerra civil china librada entre los nacionalistas liderados por Chiang Kai-shek y los comunistas liderados por Mao Tse-tung. En 1927, el Partido Comunista Chino se levantó en armas contra el gobierno nacionalista del partido Kuomintang en, iniciando un cruento conflicto interno que duró hasta 1949, sólo interrumpido entre 1937 y 1945 por la invasión japonesa de China durante la Segunda Guerra Mundial. 

El triunfo final de los comunistas, que lograron hacerse con el poder en la China continental en octubre de 1949, significó el exilio de todo el gobierno nacionalista, partidario de mantener una estructura económica capitalista, en la isla de Taiwán, localizada a 180 kilómetros de la costa. Junto a él viajaron 1,2 millones de chinos, que huyeron de las probables represalias. Desde entonces, China y Taiwán no se reconocen mutuamente y reclaman la administración legítima de todo el territorio controlado por el otro país.

El vínculo de Taiwán con Estados Unidos

Pese a la histórica tensión entre Estados Unidos y China, las relaciones de Washington con Taiwán también han sido sinuosas. Al inicio de la Guerra Fría, los países occidentales se volcaron lógicamente al reconocimiento total de Taipei y, por lo tanto, al no reconocimiento a Beijing, pese al poder superior de este último en materia militar. 

Sin embargo, el progresivo crecimiento económico de la China continental y su diferenciación de la línea del Partido Comunista de la Unión Soviética durante los años sesenta comenzaron a volcar la situación. En 1971, la Asamblea General de las Naciones Unidas pasó a reconocer a la República Popular China (comunista) como el único representante legítimo de China, lo que implicó que Taiwán se retirase del organismo.

En ese marco, el pragmatismo terminó por triunfar en Estados Unidos, que el 1 de enero de 1979, durante el gobierno de Jimmy Carter, dejó de reconocer a Taiwán y comenzó a reconocer a la República Popular China, mudando su embajada de Taipei a Beijing. Desde ese momento, Washington no tiene relaciones oficiales con Taiwán, pero ambas naciones sí continuaron manteniendo importantes lazos culturales y comerciales.

La economía de Taiwán

Desde las últimas décadas del siglo XX, Taiwán pasó a ser considerado como uno de los cuatro "tigres asiáticos" junto con Corea del Sur, Singapur y Hong Kong, tal como se denomina a estas pequeñas naciones orientales (salvo Hong Kong, todas de ellas independientes) que experimentaron un fuerte crecimiento industrial y exportador a partir de economías pobres y mayormente rurales.

Hoy en día, Taiwán es uno de los más importantes fabricantes de productos de electrónica del mundo y el 15° exportador mundial de manufacturas. Más específicamente, constituye el principal productor de microchips del planeta, con más del 60% del mercado y cada vez más lejos de Corea del Sur y China. De este modo, se trata de un proveedor ineludible para cualquier nación, pero particularmente para aquellas de desarrollo tecnológico de avanzada como Estados Unidos, lo que explica, al menos en parte, el recelo de Washington por la seguridad de la isla.

Aun así, Estados Unidos es el destinatario de cerca del 15% de las exportaciones taiwanesas. Paradójicamente, su principal socio comercial es la propia China continental, destino del 56% de los productos fabricados en la isla. Este mismo miércoles Beijing anunció una serie de sanciones comerciales contra Taipei, pero abocadas a sectores secundarios como los cítricos, la arena, la soja y el pescado, por lo que se espera que no afecten seriamente su economía.

La política de Taiwán

Gobernado por el propio Chiang Kai-shek durante más de 25 años, Taiwán no fue una democracia sino hasta 1987, ya que desde su fundación hasta ese momento estuvo regido por la ley marcial. Además, hasta el año 2000 estuvo exclusivamente comandado por el Kuomintang, el mismo partido que perdió el poder en la China continental con el triunfo del comunismo. Recién en ese último año el Partido Progresista Democrático fue electo para el Gobierno. 

El Kuomintang volvió al poder entre 2008 y 2016, pero desde entonces el gobierno está nuevamente en manos del PPD, de orientación progresista y liberal y promotor de un mayor distanciamiento con la China continental al rechazar sus principios comunistas y autoritarios y denunciar sus violaciones a los derechos humanos. Las próximas elecciones se llevarán a cabo en 2024.

El reconocimiento mundial de Taiwán

Actualmente, solo 14 países del mundo reconocen plenamente a Taiwán, es decir, con status diplomático incluido: Belice, Guatemala, Haití, Honduras, Paraguay, San Cristóbal y Nieves, Santa Lucía, San Vicente y las Granadinas, Eswatini (Suazilandia), Vaticano, Islas Marshall, Palau, Nauru y Tuvalu. Esto implica que ninguno de estos países mantiene relaciones diplomáticas con la República Popular China, que exige el no reconocimiento de Taiwán. No resulta sorprendente que la mayoría, en cambio, mantenga un alineamiento geopolítico con los Estados Unidos.

Aun así, la mayoría de los países del mundo mantienen relaciones oficiales con Taiwán, aunque no de carácter diplomático. Es decir, siguen teniendo intercambios de carácter comercial o cultural, incluso aceptando pasaportes taiwaneses. Estados Unidos está en este grupo.

Por otro lado, el hecho de que Paraguay sea uno de los pocos países que reconozcan plenamente a Taiwán es uno de los motivos que ha impedido que el Mercosur firme un tratado de libre comercio con China, lo que a su vez incrementó las tensiones dentro del bloque debido a la intención de Uruguay de sellar este tratado unilateralmente pese a la normativa del organismo.

Fuente: El Destape