Los 4 retos que enfrentará Massa en el inicio de su gestión

El nuevo ministro de Economía termina de diseñar su equipo de trabajo. En las próximas horas anunciará sus primeros pasos, con desafíos urgentes en la agenda.
martes 02 de agosto de 2022
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El nuevo ministro de Economía Sergio Massa afrontará desafíos urgentes. Antes de llegar al Palacio de Hacienda, ya dejó saber cuáles serán sus primeros pasos al frente del timón de la política económica del gobierno de Alberto Fernández. En ese horizonte más próximo aparecen como frentes más acuciantes la deuda en pesos, la relación con el FMI, la inflación, y la renegociación pendiente con el Club de París.

Massa dejará este martes de ser miembro de la Cámara de Diputados y comenzará así el proceso formal de desembarco en el Ministerio de Economía, que desde ahora concentrará algunas secretarías clave que anteriormente formaban parte de Desarrollo Productivo y del ministerio de Agricultura. El tigrense concentrará la botonera económica del Frente de Todos en casi todas sus variables.

En las últimas horas comenzó, aunque de manera lenta, la transición entre las viejas y las nuevas autoridades en el Palacio de Hacienda. Silvina Batakis y el resto del equipo, por lo pronto, continuaron en sus despachos de la sede del ministerio en contacto con los funcionarios que los reemplazarán. Lo mismo hicieron Daniel Scioli y los secretarios de la cartera productiva, oficinas que también tendrán caras nuevas.

El equipo de Sergio Massa ya cuenta con once nombres confirmados: Raúl Rigo (secretario de Hacienda), Claudia Balestrini (subsecretaria de Ingresos Públicos), Jorge Domper (subsecretario de Presupuesto), Eduardo Setti (secretario de Finanzas), Leandro Toriano (subsecretario de Financiamiento), Natalia Capurso (subsecretaria de Servicios Financieros), Celeste Izquierdo (directora de Análisis Financiero), Mercedes Marcó del Pont (secretaria de Asuntos Estratégicos), Leonardo Madcur (jefe de asesores), Daniel Marx (comité de mercado de capitales y deuda pública) y Lisandro Cleri (vicepresidente del Banco Central).

El resto se conocerá en la próximas horas. Falta la confirmación de secretarías decisivas como Política Económica, Comercio Interior, Política Tributaria, Legal y Administrativa, Energía, Agricultura, Minería, Economía del Conocimiento y secretaría Pyme.

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Los desafíos urgentes en la agenda

-Deuda en pesos: se trata de un frente que presenta dificultades para el Palacio de Hacienda por la cantidad de vencimientos que debe afrontar la Secretaría de Finanzas en los próximos meses, sino también porque el mercado de deuda en moneda local es una de las pocas herramientas de financiamiento con las que cuenta el Gobierno.

Eduardo Setti, que seguirá como secretario tras llegar con Silvina Batakis, ya tuvo bajo su mando dos licitaciones de deuda en pesos. En los dos casos pudo terminar con saldo de financiamiento neto positivo, e incluso finalizó julio con unos $380.000 millones por encima de los vencimientos, lo que le permitió al Tesoro evitar pedir asistencia monetaria al Banco Central.

Para conseguirlo, Finanzas ofreció un pronunciado aumento en las tasas de interés de los instrumentos del Tesoro, que incluso llegaron a ser del 70% nominal anual, lo que el mercado tradujo como un interés efectivo de 90%, lo que está más en línea con las expectativas de inflación de algunas consultoras. El Banco Central también activó su propia suba de tasas.

Hacia adelante habrá una montaña de vencimientos a cubrir. A lo largo de las dos licitaciones de agosto tendrá que conseguir Finanzas al menos 612.000 millones de pesos, según Consultatio Financial Services. De todas formas, el mes más desafiante será septiembre, con vencimientos que orillan el billón de pesos, de los cuales aproximadamente la mitad está en manos de tenedores del sector privado y que en su enorme mayoría está indexada a la inflación.

-Revisión con el FMI: en las próximas semanas deberá comenzar la segunda revisión trimestral de metas con el Fondo Monetario Internacional. Una vez que las autoridades del FMI se pongan en contacto con el nuevo equipo de funcionarios de Massa, comenzarán las conversaciones para definir si el país cumplió con los objetivos trimestrales al 30 de junio pasado. Si pasa la prueba, la Casa Rosada será acreedora de otro desembolso por USD 4.000 millones.

El Ministerio de Economía tenía una meta de techo al déficit primario de $874.000 millones. De acuerdo a datos de la Secretaría de Hacienda con números acumulados a junio el Gobierno tenía un rojo fiscal primario de $800.000 millones. De esta manera, el Estado terminó el segundo trimestre con un margen de sobrecumplimiento de $75.000 millones.

Hay un asterisco respecto a la meta fiscal que tiene que ver con la deuda flotante, es decir, gasto “pisado”. Tal como informó Infobae, el Gobierno duplicó entre mayo y junio -todavía bajo la gestión Martín Guzmán- la cantidad de pagos atrasados y llegó al fin del segundo trimestre con una deuda flotante de $836.000 millones, muy por encima de la cifra tope explicitada en el acuerdo con el FMI, lo que podría haber ayudado a cumplir el objetivo de déficit primario.

El que terminó con un margen mayor fue el del límite para la asistencia monetaria del BCRA al Tesoro, que de los tres objetivos centrales del acuerdo aparecía, a priori, como el menos complejo para cumplir aún con las cifras originales del programa. Con el nuevo recálculo, el tope de $438.500 millones pasó a ser de $475.800 millones. Según el último informe monetario diario del mes, la asistencia monetaria del BCRA al Tesoro sumó poco más de $435.000 millones.

Los problemas centrales para el Gobierno estuvieron en la meta de reservas, según un estudio de la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA. “Pese a las declaraciones del gobierno de haber cumplido con la meta, a la luz de los datos disponibles, el total acumulado de reservas respecto del 31 de diciembre de 2021 ascendió a USD 1.892 millones en el segundo trimestre, resultando en un incumplimiento de la meta en USD 1.558 millones (45% por debajo del mínimo acordado)”, mencionaron.

-Gira internacional: Massa, de aceitadas relaciones internacionales, tendrá por delante un viaje que incluirá distintas escalas decisivas, con motivos, necesidades y urgencias distintas para cada caso.

Por un lado, buscará iniciar la relación como ministro con el Fondo Monetario Internacional, que ya tomó conocimiento de cómo y por qué llegó el actual presidente de la Cámara de Diputados a ponerse al frente del timón económica del Gobierno, días después de que Kristalina Georgieva y el resto de la primera línea directiva del organismo hubiera compartido reuniones con Silvina Batakis en Washington.

Además de la presentación formal de credenciales, Massa tendrá a su cargo el inicio de la revisión de la segunda tanda de metas del programa firmado en marzo. El nuevo ministro se manifestó favorable al acuerdo y a sus implicancias en términos de recorte de déficit primario, de acumulación de reservas y de tope a la emisión monetaria.

Otra escala será en Francia. Massa buscará dar el puntazo final que no pudieron dar Guzmán ni Batakis para cerrar la negociación con el Club de París y reestructurar USD 2.000 millones y trabajar por la continuidad del programa económico vigente con los técnicos del FMI.

La negociación que dejó Guzmán antes de irse estaba avanzada en términos técnicos para reestructurar los USD 2.000 millones pendientes con ese consorcio de países acreedores, con tasas de interés más bajas que la que tenía (9% anual en dólares), y un plazo extendido para esa devolución.

Guzmán y su equipo había acordado con la entidad finalizar el tramo de conversaciones técnicas a fines de junio y pasar a la última recta de negociaciones, más ligada a la geopolítica. En definitiva, un acuerdo con el Club de París requiere un consenso técnico y después la firma de convenios particulares con los 16 países que son acreedores de la Argentina. Batakis no llegó a activar ningún avance en este frente.

También incluiría en su bitácora un paso por Qatar para mantener reuniones con ejecutivos de fondos inversores soberanos, con los que buscará poder avanzar en financiamiento directo para la Argentina, en un contexto de canillas de fondeo en dólares cerradas en el mercado voluntario de deuda.

-Macro local, anuncios y primer dato de inflación: Massa afrontará en sus primeros días de gestión al frente del Ministerio de Economía un número difícil. Se trata de la inflación de julio, que será dada a conocer por el Indec el jueves 11. Según estiman consultoras, implicará una fuerte aceleración en relación con el 5,3% que marcó junio, y podría estar más cerca del 7,5 o el 8 por ciento. Esto implicaría la cifra mensual más alta en 30 años.

En ese marco, el nuevo jefe del Palacio de Hacienda dará a conocer su primer paquete de medidas que explicite su visión de política económica para el momento crítico de la macro y las finanzas.

Habrá también otras urgencias: estabilizar el mercado cambiario más allá de su marcada caída de los últimos días, comenzar a transitar un sendero de recuperación de reservas del Banco Central y asegurar tasas de interés positivas que le ganen a la inflación. Según dio a conocer Massa, el miércoles sería el día indicado para difundir su hoja de ruta urgente.

Fuente: Infobae