"Cominito", Aída y una historia que busca un final feliz

Ella vive en Río Seco, es madre de cuatro hijos y decidió adoptar al joven, quien vive en situación de abandono, a merced de las adicciones. Solicita ayuda.
viernes 29 de julio de 2022

Aída Ponce vive en Río Seco, un pequeño pueblo, de los tantos que se ubican a la vera de la ruta 38. Visto de lejos en el mapa, aparece equidistante de las ciudades de Monteros y Concepción. Si se mira más de cerca, se lo puede ubicar entre Villa Quinteros y Arcadia, recostado sobre el río Seco, a la sombra de las chimeneas del ingenio La Providencia.

Su cuidada cabellera color ceniza y las arrugas que surcan su rostro, son testimonios de una vida dedicada a la formación de una familia, en especial a la crianza de sus cuatro hijos, y también de ese vástago del corazón que la movilizó a contar la historia que se viralizó en Facebook y que nos llevó a contactarla para escuchar en primera persona lo que tiene para decir, y pedir, en nombre de un joven desvalido.

Porque la historia de Aída está ligada a la de "Cominito", el niño viejo, como ella le llama, que en la foto con la que acompañó su posteo aparece reclinando la cabeza sobre su hombro, como lo haría cualquiera de nosotros cuando buscamos refugio en el afecto de una madre.

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Y eso es lo que representa la protagonista de esta historia para Daniel, un chico de 25 años, afectado por un retraso madurativo que lo privó de la oportunidad de formarse, lo que combinado con la indiferencia y el abandono, terminó empujándolo a las calles, donde terminó para su desgracia enredado en la telaraña de las adicciones.

Cuando ella se interesó por él, "Cominito" vivía en la calle, dormía en el cementerio y sobrellevaba su desgracia adormecido por el sopor de las drogas. La mujer logró convencerlo de aceptar una oportunidad para recuperarse. Así, consiguió que se internara durante más de un año en diversas entidades que le brindaron atención médica, acompañamiento terapéutico y, sobre todo, contención afectiva.

Por primera vez pudo aprender a escribir y eso, sumado a la práctica deportiva, le ayudó a mejorar notablemente. Pero hace unos cuatro meses, el joven abandonó el tratamiento y trató de reencontrarse con su entorno, pero según cuenta Aída, el recibimiento no fue el esperado y eso hizo que Daniel sufriera en una recaída.

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Esto llevó a Aída a hacer pública la triste historia con un sólo objetivo: conseguir ayuda para recuperar a "Cominito" y dale una vida digna.

"Mi familia le hizo una habitación con un baño instalado, pero a él le cuesta porque NO SABE Y NO PUEDE VIVIR SOLO, prefiere dormir en cualquier esquina donde haya gente y ya no da para más la situación. Ahora está enfermo, internado en el Hospital de Concepción, donde lo están atendiendo muy bien, pero necesito internarlo en un HOGAR donde lo contengan y lo traten, con clínica de día. Es un niño viejo, con mucha inocencia, solo quiere ser querido, es un ser humano que merece algo más que dormir dentro de un mausoleo y andar mendigando pan y afecto... merece comer en un mesa y vivir con dignidad".

La publicación cierra con una reflexión: "Daniel no pidió venir al mundo en éstas condiciones, él ya es un peligro para sí mismo para los demás... y cuántos Cominitos de la vida hay tirados x ahí..."

El posteo que hizo viral la historia de "Cominito"