La NASA detectó indicios de agua en un lejano planeta

Situado a 1150 años luz de la Tierra, el exoplaneta gaseoso es más grande que Júpiter y tiene una una temperatura superior a 538 grados Celsius
jueves 14 de julio de 2022
BOB7RKTI45FAHKOQ5B2DS2RZYE
BOB7RKTI45FAHKOQ5B2DS2RZYE

La NASA reveló que el telescopio espacial James Webb detectó indicios de agua, junto con pruebas de nubes y neblina, en la atmósfera de WASP-96 b, un planeta gigante gaseoso y caliente que orbita alrededor de una estrella similar al Sol ubicada a 1150 años luz de la Tierra.

Luego de sorprender al mundo este lunes con las fotos compartidas de galaxias lejanas, la Agencia espacial estadounidense demostró la capacidad sin precedentes del Webb para analizar atmósferas en cuerpos celestes distantes.

Los resultados de nuevas mediciones enviadas por el telescopio confirman el descubrimiento de vapor de agua en el exoplaneta, además de cúmulos de bruma nunca vistos anteriormente. Jonathan Fortney, astrónomo de la Universidad de California, declaró que los rastros de nubes descubiertos donde no lo esperaban son una sorpresa: “No sé qué decir. Esto es fantástico”, expresó el científico.

Cómo descubrió la NASA indicios de agua con el telescopio espacial James Webb

Según explicó la NASA, llegar a estas conclusiones requirió una cuidadosa sincronización. Desde la perspectiva de nuestro sistema solar, WASP-96 b completa un círculo alrededor de su estrella cada tres días y medio. Al hacerlo, el planeta deja un rastro de luz llamada luz estelar. El espectrógrafo instalado en el Webb midió la luz de WASP-96 b durante 6,4 horas mientras el planeta se movía a través de la estrella. Esto dio como resultado una curva que muestra el oscurecimiento general de la luz estelar durante el tránsito, y un espectro de transmisión que revela el cambio de brillo de las longitudes de onda.

Invitarán a la DEA a capacitar a instituciones tucumanas

La curva de luz confirmó propiedades del planeta que ya se habían determinado a partir de otras observaciones: la existencia, el tamaño y la órbita del planeta. Pero el espectro de transmisión reveló detalles de la atmósfera de WASP-96b que hasta entonces estaban ocultos: rastros inequívocos del agua, indicios de neblina y pruebas de nubes que se creía que no existían según las observaciones anteriores.

https://smd-prod.s3.amazonaws.com/ciencia-red/s3fs-public/styles/background_image_file_size/public/thumbnails/image/ERO_ExoplanetWASP96b_AtmosphereComposition_Spanish.png?itok=6JCPpX6Y

“Los datos recibidos no solo son los más detallados sobre la atmósfera de un exoplaneta capturado hasta la fecha, sino que demuestran la existencia de moléculas clave como el oxígeno, el metano y el dióxido de carbono”, dijo la NASA.

WASP-96 b es uno de los más de 5.000 exoplanetas (planetas de fuera de nuestro sistema solar) confirmados en la Vía Láctea. Ubicado a unos 1.150 años-luz de distancia en la constelación del Fénix en el cielo del hemisferio sur, representa un tipo de gigante gaseoso que no tiene un análogo directo en nuestro sistema solar. Con una masa inferior a la mitad de la masa de Júpiter y un diámetro 1,2 veces mayor, WASP-96 b está mucho más “inflado” que cualquiera de los planeta que orbitan alrededor de nuestro Sol. Y con una temperatura de más de 500 grados centígrados, es significativamente más caliente. WASP-96 b tiene una órbita muy cercana a su estrella, que lo separa de esta por una distancia que es la novena parte de la existente entre el Sol y Mercurio, el planeta más cercano a nuestra estrella. Con su órbita, WASP-96 b completa una vuelta alrededor de su estrella una vez cada tres días y medio.

Esperan nieve este fin de semana en Tafí del Valle

El 21 de junio, el instrumento NIRISS del Webb midió la luz del sistema WASP-96 durante 6,4 horas mientras el planeta pasaba por delante de la estrella. El resultado es una curva de luz que muestra la atenuación general de la luz estelar durante su tránsito, y un espectro de transmisión que revela el cambio en el brillo de las longitudes de onda individuales de luz infrarroja entre 0,6 y 2,8 micras.

Si bien la curva de luz confirma las propiedades del planeta que ya se habían determinado a partir de otras observaciones —la existencia, el tamaño y la órbita del planeta—, el espectro de transmisión pone al descubierto detalles de la atmósfera que antes habían estado ocultos: la inequívoca señal del agua, indicaciones de bruma y la evidencia de nubes que se pensaba que no existían según observaciones anteriores.