Bodegueros advierten que en 45 días faltará vino

Las barricas, cajas, corchos y capuchones tienen componentes importados. Si no llegan al país, se frenará la cadena productiva. Golpea a las exportaciones
jueves 14 de julio de 2022
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Las restricciones que determinó el Banco Central para que las empresas accedan a dólares para importar golpean a todas las cadenas productivas y, en el caso de la industria vitivinícola, ponen en riesgo el abastecimiento de vinos en góndola. Así lo confirmó Milton Kuret, director Ejecutivo de Bodegas de Argentina.

El cuello de botella es doble: por un lado, muchas pymes que abastecen a las bodegas ya superaron el 15% adicional a las compras de 2021, que fijó el Banco Central (BCRA) para el acceso al mercado de cambios. Por otro, en el segundo semestre del año la industria se prepara para pasar a barricas la producción de este año o comienzan a abastecerse de ellas para la próxima cosecha.

En ambos casos, tanto las barricas, como los corchos, las cajas, las etiquetas, los capuchones y hasta las cápsulas tienen componentes importados que, si no pueden llegar a la Argentina, se frenará la cadena productiva.

“Dentro de unos 45 días vamos a empezar a ver los efectos de estas medidas; van a haber dificultades en líneas que requieren de insumos especiales y van a empezar a haber problemas de abastecimiento”, proyectó Kuret.

Las barricas, un problema que puso en alerta al sector

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Para la producción de vino de media y alta gama, que se vende tanto en el mercado interno como la destinada a la exportación, las barricas importadas -que no se fabrican en la Argentina-, son “imprescindibles” y, con las restricciones a las importaciones, está en riesgo.

“El de las barricas es un tema muy importante, porque ahora se importa lo que se va a usar el año que viene. Por eso iniciamos gestiones con el Ministerio de Desarrollo Productivo y el Banco Central para que nos den otro cupo de importación, porque sí o sí hay que traerlas de afuera y hay proveedores en el exterior que en plazos largos no venden”, explicó Kuret.

El directivo dijo que “se van comprando en el segundo semestre, porque allí se ponen los vinos que se hicieron en 2022, pero también algunos las compran para abastecerse para la cosecha que viene”. “La barrica la tenés que tener en el momento adecuado”, agregó.

Las retenciones también en el eje de la crisis

De acuerdo con los datos de Bodegas de Argentina, el país es el quinto productor mundial de vino, pero problemas en la cadena podría hacerlo caer de ese podio. Solo las botellas subieron de precio más de 60% en lo que va del año y la uva más de 80% y esa presión inflacionaria se puede trasladar a precios en el mercado interno, pero en las exportaciones, no.

“Cuando el tipo de cambio comienza a correr muy por detrás de la inflación de costos, los márgenes de exportación se reducen dramáticamente. Nosotros no podemos trasladar la inflación a los precios en el exterior. Simplemente, nos dejan de comprar si quedamos desfasados de precio en comparación con proveedores de otros países”, explicó la cámara empresaria a través de un comunicado.

Ante esta situación, el pedido es concreto: “suspender temporalmente los derechos de exportación, con la finalidad de liberar recursos de las bodegas para reinvertir en el negocio y sostener así la demanda en el exterior”.

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