Su hijo hacía bullying y lo obligó a pedir perdón

Una mujer se enteró que su hijo le hacía bullying a una compañera y lo llevó a la casa de la nena a disculparse frente a su familia, con flores y chocolates.
lunes 04 de julio de 2022
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El accionar de una madre en Reino Unido fue celebrado por los usuarios de TikTok con quienes compartió la experiencia que debió atravesar. Samm Jane contó a través de un video cómo se enteró que su hijo le hacía bullying a su compañera y la medida que tomó para que se disculpara con ella.

Las autoridades del colegio ubicado en la ciudad de Warwickshire se comunicaron con la mujer para comentarle el comportamiento del niño. “Recibí una llamada de la escuela de mi hijo para informarme que había estado peleando con una niña. Me dijeron que no sabían exactamente lo que había estado diciéndole, pero me aseguraron que Dave había estado enviando mensajes de texto desagradables a una de las chicas de su clase”, contó.

De esa manera, Samm Jane se enteró que su hijo le hacía bullying a su compañera y decidió tomar una ejemplar decisión. Cuando el niño llegó a su casa, le pidió su celular para investigar y allí se encontró con una conversación que la dejó sorprendida. “No quiero volver a ver tu cara fea en la escuela. Tu cara fea y tu cuerpo gordo me ofenden”, era uno de los mensajes.

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Ante la agresión, la niña le contestó: “deja de ser malo conmigo”, pero el nene continuó agrediéndola e incluso le mandó un mensaje de voz en el que le decía que era “repugnante”.

“Estaba temblando de ira. Estaba furiosa”, manifestó Samm Jane en el video. Fue tras esa situación cuando interceptó a su hijo y le cuestionó: “¿A qué estás jugando?”.

“Le dije a Dave que íbamos a disculparnos. No solo con la niña, sino también con sus padres, sus tías, sus tíos, quienquiera que estuviera en esa casa”, explicó la mujer.

Y así fue. Además del pedido de disculpas a toda la familia de la niña, Samm hizo que su hijo tomara el dinero de su cumpleaños para que le compre flores y chocolates. “Lo acompañé a la casa de la niña, yo estaba furiosa. Llamé a la puerta y la chica abrió. Le pregunté si sus padres estaban adentro, y ella los trajo a la puerta”, señaló. Cuando los padres salieron, ella les contó todo lo sucedido y el niño le pidió disculpas a toda la familia. “La nena aceptó las disculpas, él le dio las flores y los chocolates y yo le dije: ‘Él nunca más te hablará así’”, concluyó la madre.

Bullying

Qué es

El acoso escolar o bullying es la exposición que sufre un niño a daños físicos y psicológicos de forma intencionada y reiterada por parte de otro, o de un grupo de ellos, cuando acude al colegio. El acosador aprovecha un desequilibrio de poder que existe entre él y su víctima para conseguir un beneficio (material o no), mientras que el acosado se siente indefenso y puede desarrollar una serie de trastornos psicológicos que afectan directamente a su salud o incluso, en situaciones extremas, conductas autodestructivas.

El bullying escolar se suele producir durante el recreo, en la fila para entrar a clase, en los baños, los pasillos, los cambios de clase, al entrar y salir del centro, en el transporte escolar o en el comedor. También puede ocurrir en el aula, cuando el profesor está escribiendo en la pizarra o mientras está atendiendo a otros alumnos.

Prevalencia

Es difícil estimar la prevalencia del acoso escolar, pero los expertos en la materia coinciden en señalar que se trata de un problema muy frecuente. "Se estima que entre un 15% y un 50% de los niños y los adolescentes pueden haber sido víctimas de acoso escolar en algún momento", señala Covadonga Díaz-Caneja, investigadora del Instituto de Psiquiatría del Hospital Universitario Gregorio Marañón. "Los datos de prevalencia son muy variables porque dependen mucho de los estudios y de los instrumentos que se utilicen. Hay medidas que se basan en lo que dice el alumno; en lo que dicen el resto de compañeros…". En todo caso, agrega, "la mayor parte de las personas tenemos riesgo de estar expuestas a este problema a lo largo de la vida".

Algunos colectivos son más vulnerables y tienen mayor riesgo de ser víctimas de acoso escolar. Son aquellas personas percibidas como diferentes, como los niños con discapacidad, trastornos del espectro autista (TEA), obesidad o dificultades de integración social.

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Causas

Las causas que originan el bullying dependen de cada caso concreto, aunque suelen tener unas características comunes: el acosador escolar no tiene empatía y, por tanto, es incapaz de ponerse en el lugar del acosado y ser sensible a su sufrimiento

El origen de la violencia del acosador puede venir causado por problemas sociales o familiares, que pueden provocar que el niño desarrolle una actitud agresiva y que en la adolescencia sea violento. "En muchas ocasiones, los acosadores son personas que también han sido acosadas", precisa Díaz-Caneja.

Otros factores que pueden incidir son una situación socioeconómica desfavorable en casa, poca organización en el hogar o tensiones entre los padres.

También influyen factores relacionados con el colegio y los profesionales que allí trabajan. "El clima escolar es clave", afirma la experta. La psiquiatra resalta los elementos que más inciden: "La convivencia y el hecho de que haya una cultura que no solo prevenga el bullying, sino que promueva otros valores". A largo plazo, se ha comprobado que se obtienen mejores resultados al fomentar lo positivo que al prevenir lo negativo.

Síntomas

Existen una serie de indicadores que el niño acosado puede presentar y alertar a los padres y profesores en caso de que esté sufriendo bullying escolar:

  • Problemas de memoria, dificultad en la concentración y atención y descenso del rendimiento escolar.
     
    Depresión, ansiedad, irritabilidad, falta de apetito, dolor de cabeza, malestar generalizado, cansancio, sensación de ahogo, etc.
     
    Dificultades para dormir, pesadillas o insomnio.
     
    Aislamiento social, apatía e introversión.
     
    Mantenerse en estado de alerta de manera constante.
     
    No querer ir al colegio, ni juntarse con otros niños.
     
    Faltar al colegio de forma recurrente.
     
    Sentimientos de culpa y asunción de responsabilidad de los hechos.
     
    Conductas de huida y evitación.
     
    Negación de los hechos e incongruencias.
     
    Llanto incontrolado, respuestas emocionales extremas.
     
    Miedo a perder el control o a estar solo.
     
    Síntomas como temblores, palpitaciones, inquietud, nerviosismo, pesimismo, etc.
     
    Ideas e intentos de suicidio.