El desperdicio de alimentos sería un verdadero problema para la Argentina
En medio de una espiral inflacionaria que estaría llevando a un incremento sostenido en el precio de los productos básicos, sumado a una situación política compleja que ha erosionado casi por completo la confianza de los inversionistas, Argentina está comenzando a enfrentarse a un problema casi irónico: un aumento en el desperdicio de alimentos.
A pesar de que la alimentación en el país se ha convertido en un verdadero dolor de cabeza para la población, las cadenas de supermercados y puestos informales están desperdiciando más alimentos que nunca, llamando la atención de organizaciones sin fines de lucro enfocadas en la protección del medio ambiente.
Ya a inicios del 2022, el cofundador de la aplicación Winim, Santiago Guglielmetti, explicó que en la Argentina se desperdiciaban cerca de 16 millones de toneladas de alimentos en buen estado cada año. En total, en la región se desperdician cerca de 127 millones de toneladas, lo que significa que nuestro país sería responsable de casi el 13% del total.
La aplicación está diseñada para ayudar a los establecimientos gastronómicos a vender su mercancía excedente.
Alimentos producidos pero nunca consumidos
Más recientemente, durante el Día Mundial de la Gastronomía Sostenible, la directora de Políticas de Seguridad Alimentaria del Ministerio de Desarrollo Social, Mercedes Paiva, explicó que cerca del 30% de los alimentos producidos nunca son consumidos debido ya que se convierten en desechos luego de deteriorarse o de quedar como sobrantes.
Debido a la gravedad de la situación, especialmente teniendo en cuenta el contexto actual, el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación desarrolló el Tablero Operativo de Mermas y Sostenibilidad de Alimentos, una herramienta con la que buscan calcular la cantidad de alimentos desperdiciados por las empresas participantes.
El objetivo final es determinar las áreas en las que se generan mayores desperdicios de productos en buen estado para disminuirlos de forma progresiva.
Por parte de las entidades minoristas, que serían las principales responsables del desperdicio de alimentos, también estarían incentivando la publicación de más folletos de descuento con la intención de vender tanta mercancía como sea posible, especialmente de productos que puedan haber superado su fecha óptima de consumo.
Aunque las ofertas suelen aplicar principalmente a productos costosos, lo cierto es que cada vez más tiendas lanzan folletos con productos de primera necesidad.
Esto es mucho más común en las cadenas denominadas low cost, que estarían ganando cada vez más espacios en el mercado minorista. Ejemplos de esto los vemos con cadenas como los supermercados DIA, con descuentos de hasta 20% en alimentos frescos, hasta 70% en segundas unidades de cereales, yogures y productos de limpieza, y promociones de 3x2 en bebidas.
Instituciones como la Corporación del Mercado Central de Buenos Aires también han desarrollado programas para la Reducción de Pérdidas y Valorización de Residuos, que tiene la misión de valorar y destinar los alimentos desechados, así como brindar capacitación a los productores y operadores para mitigar la cantidad de desperdicios.
Sin embargo, el desperdicio de alimentos sería solo uno de los muchos problemas que tendría la Argentina actualmente en lo que se refiere a la protección medio ambiental, con expertos sugiriendo que la "deuda ambiental" del país estaría llegando a un punto crítico. Esto incluiría un uso excesivo de recursos, bajos niveles de reciclaje y altas tasas de contaminación.
La vida silvestre en el país también se enfrentaría a un panorama complejo, con el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Nación afirmando que es esencial reforzar la normativa federal de bienestar animal luego de varios incidentes causados por veleros en los canales del país.
La suma de factores hacen que sea cada vez más necesario tomar medidas para limitar las acciones que estarían destruyendo el medio ambiente en nuestro territorio.
