Tatuarse por amor: el límite entre lo romántico y lo tóxico

Desde las celebridades y los deportistas hasta sus fanáticos, muchas parejas se juran amor eterno y se tatúan algo alusivo a su media naranja
lunes 27 de junio de 2022
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Argentina es el primer país de Latinoamérica y el quinto a nivel mundial en el que los tatuajes son más populares. De acuerdo a una encuesta elaborada por Dalia Research en abril de 2018, un 43% de los participantes argentinos afirmaron tener, al menos, un tatuaje.

A menudo las personalidades del deporte, la música y el espectáculo deciden perpetuar su relación del momento dibujándose la piel. Así como algunos se tatúan a su mascota, sus familiares vivos o muertos o su club de fútbol para rendirles tributo, la práctica de honrar a la persona de quien se han enamorado no es cosa del pasado.

Amor a flor de piel

Diego Starópoli, dueño de Mandinga Tattoo (@mandingatattoo) y fundador del evento de tatuadores más numeroso de la Argentina, el Tattoo Show, ha visto a lo largo de tres décadas miles de enamorados que llegan a la silla con una convicción: inmortalizar su amor.

Y, aunque el tatuador no recomienda a los clientes que se hagan retratos de su pareja actual —no son pocos quienes se arrepienten cuando la relación se acaba—, admite que él lleva, en el lado izquierdo del pecho, un retrato de su esposa, Elizabeth, con quien está desde que ambos tenían 19 años.

“Me agarró un ataque de locura —resume entre risas en diálogo con Clarín—, hacía menos de 10 años que estábamos juntos. Yo no recomendaba ni nombres ni caras de parejas, pero terminé haciendo todo lo contrario”.

Cuando Starópoli rememora su decisión, apunta: “Si se tatuás la cara de [Marcelo] Gallardo, de [Lionel] Messi o de [Diego] Maradona, con quienes no compartiste nada, no estoy en desacuerdo con que se haga eso; puede que sea eterno o no, capaz que a los 15 días estás separado, pero uno está convencido en ese momento de que [el amor] es para siempre”, sostiene.

Remover un tatuaje para pasar la página

Visto para muchos como un gesto romántico, la opinión de especialistas de la medicina desaconseja la práctica de cualquier tatuaje. El doctor Andrés Politi, miembro de la Sociedad Argentina de Dermatología (SAD) señala cinco advertencias que da a los pacientes que se intervienen la piel con un tatuaje.

Explica a este medio que, al tatuarse, un usuario debe supervisar que se mantenga la asepsia en el lugar para evitar la transmisión de enfermedades y, más tarde, cuidar adecuadamente la zona para prevenir que surjan infecciones en los microtraumatismos que deja el tatuaje.

Además, el dermatólogo explica que uno de los mayores riesgos de la práctica es que, al cubrir la zona con un pigmento, se pierde la visión del estado de la piel. “Si en ese sitio aparece un lunar sospechoso u otra lesión maligna, es muy difícil hacer un diagnóstico tempranamente”, argumenta.

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Politi también indica que muchos de sus pacientes acuden a consulta porque “los pigmentos pueden generar alergias y reacciones”. Finalmente, suma que la tecnología ahora cuenta con técnicas para eliminarlos pero “no es tan sencillo como remover un sticker”.

Los costos aumentan considerablemente cuando alguien decide someterse a un procedimiento para borrar tatuajes, bien sea para reemplazarlo o eliminarlo.

El anestesiólogo Alejandro Cueva, experto en remoción de tatuajes informa que, además del tamaño, se considera el grado de opacidad del dibujo y cuánta tinta se empleó al diseñarlo. “Siempre se hablan de varias sesiones, aunque sea muy chiquito como un anillo o un detalle y la cantidad es de seis sesiones en adelante“. Actualmente, cada sesión cuesta 6 mil pesos.

Sin embargo, Cueva observa que la tendencia no implica, en esos casos, que la persona no quiere estar tatuada. "Lo que más se impone hoy en día es cambiar el viejo en tatuaje para que la persona se pueda hacer uno nuevo", precisa.

Así, aunque después haya un arrepentimiento, el fundador del Tattoo Show opina: “La gente sigue siendo impulsiva, sigue manifestando sus emociones. Y es muy difícil que algo se manifieste visualmente con más contundencia que a través de un tatuaje”.

Starópoli agrega que la tendencia a escribir el nombre completo del otro se ha reemplazado por un diseño compartido, una fecha o las iniciales de ambos. “Como antes se regalaban la media medalla, muchos se hacen un medio tatuaje en que, por ejemplo, juntan las manos y se completa la forma”.

Cuando un tatuaje romántico es una "señal de alerta"

La psicóloga y sexóloga de parejas Erika Salinas (@psi.erika.salinas) señala que casos así son alertas claras que atentan contra la buena salud de un vínculo romántico.

“Un tatuaje viene a representar el amor eterno, es para preguntarnos si el amor realmente es eterno, no se trata de que la pareja se termine y diga ‘cómo transformo ahora este tatuaje’, sino porque el signo en sí es una señal de alerta cuando lo hacés por pedir perdón. Si necesito marcar mi cuerpo para demostrarte que te amo, estamos en un problema. Nunca una marca debe ser señal de amor”.

Para la especialista, recurrir a este gesto para “salvar” un vínculo o “como pidiendo perdón”, son señales de un amor que se constituye “queriendo controlar por siempre una marca en el cuerpo del otro”.

Otro caso que sorprendió ocurrió con un chico que se tatuó no solo el nombre de una chica, sino su DNI. “Trato de dar una devolución genuina, de ser muy sincero; porque, para mí, hay una carga psicológica importante cuando te hacés un tatuaje así. En el caso de este chico, luego vino y lo tapamos con flores; al año volvió y me pidió escribir el nombre de la chica otra vez. Noto que a veces hay como una obsesión, una toxicidad”.

Salinas subraya que, así como puede ser un gran gesto consensuado y romántico, en las situaciones descritas anteriormente "esos gestos de 'mirá lo que hago por vos' en que la persona expone su cuerpo al dolor como una demostración de amor, está muy alejado de un amor sano y saludable". 

Fuente: Clarín