CFK se mete en la gestión y se reúne con funcionarios

Los funcionarios le hacen llegar sus planes y los gobernadores le envían señales. La vicepresidenta profundiza la división en el Frente de Todos.
lunes 27 de junio de 2022
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El mes pasado, Cristina Kirchner registró sus peores números. Según las mediciones que realiza mensualmente Fixer, la imagen negativa de la ex presidenta trepó en mayo al 68% entre los sectores socioeconómicos más postergados que la consultora identifica como aquellos sin estudios secundarios completos.

El número alcanzó niveles récord: nunca en estos años había llegado a ese porcentaje, a pesar de que ahora, según las cifras de junio, tuvo una leve mejoría, un mes en que el estudio exhibió una caída de todos los dirigentes políticos, sin excepción.

La vicepresidenta cree que no hay mucho más tiempo. “Esto se va a empezar a ver más seguido”, aseguró el pasado lunes un intendente del Gran Buenos Aires minutos antes de que la ex mandataria expusiera desde Avellaneda su visión hiper crítica del rumbo de la economía y de la gestión. Las apariciones de la vice, dicen, van a ser mucho menos esporádicas que ahora. 

  Cristina Kirchner con Alberto Fernández, en el acto por los 100 años de YPF. Foto AP/Gustavo Garello.
"Yo recién te escuchaba, Jorge, contar todo lo que hiciste en Avellaneda, movilizaste, fuiste contra las empresas que te hacían juicio, bueno, a mí me gustaría que esa experiencia también la cuentes en el gabinete nacional a ver si pueden hacer lo mismo que vos y pueden mejorar las cosas", señaló la ex presidenta en ese acto en alusión a una experiencia que Jorge Ferraresi llevó adelante en ese distrito como intendente.

Disgustada con Alberto Fernández, a quien volvió a cruzar la semana pasada, Cristina Kirchner se cansó de esperar a que el Presidente la convoque, y decidió pasar a la acción: está metida como nunca en la gestión diaria, los funcionarios le hacen llegar sus planes y los gobernadores le mandan señales.

Todos la consultan: intendentes, ministros y secretarios de Estado, economistas, empresarios y sindicalistas. La reunión con Carlos Melconián del miércoles pasado fue la última sorpresa, pero no es la excepción.

"Ella habla con todos, todos los días. Es más amplia de lo que se presupone", explicaron en su entorno.

Con Juan Zabaleta, por ejemplo, intercambió opiniones en torno a los planes sociales cuando se vieron en el Senado, hace algunas semanas, un encuentro que derivó después en el planteo público de la vice en el plenario de la CTA: solo un par de días después de ese discurso, el ministro de Desarrollo Social ya avanzó con la primera tanda de descentralización de planes, unos 180 mil beneficiarios.

En las próximas horas, el Ministerio de Economía y el Banco Central, en conjunto con Desarrollo Productivo, anunciarán una serie de medidas de administración del comercio exterior después de que la vicepresidenta reflexionara el pasado lunes, por segunda vez, sobre el "festival de importaciones" que propicia la fuga de dólares.

En el caso de Guillermo Michel, el flamante jefe de la Aduana que reporta a Sergio Massa y que mantiene un inquietante vínculo con Mercedes Marcó del Pont, Cristina Kirchner, según confiaron desde el Senado, está bien al tanto de los planes desplegados por el funcionario desde que asumió, el último jueves.

La vicepresidenta está enojada con la titular de la AFIP. Según trasciende, parte del enojo se explica por el dictamen en torno al blanqueo de Gianfranco Macri que expuso irregularidades en dos tercios de esa operación del hermano del ex presidente y no en su totalidad, como pretendía la ex mandataria.

En su discurso de Avellaneda, ella se refirió además a la "evasión" como uno de los dramas de la crisis económica. Tanto esa alusión como el dictamen jurídico de la familia Macri tienen su génesis en la Dirección General Impositiva (DGI), que conduce Virginia García, la ex cuñada de Máximo Kirchner, una dirigente que reporta a la cúpula del kirchnerismo y que en los pasillos del organismo se preguntan si está incluida en la lista de "funcionarios que no funcionan". 

Son solo algunos ejemplos de la decisión de la ex presidenta de inmiscuirse a fondo en la gestión y dar el debate público mientras se desgasta cada vez más el vínculo con el Presidente.

"Ella es la única que puede salir a explicar las cosas", resaltó en la semana un dirigente del Gran Buenos Aires que habla seguido con la vice y que ya no cree que el Presidente reaccione. En ese escenario, Cristina Kirchner acumula cada vez mayor centralidad, y Fernández se encierra entre sus íntimos.

Asados discontinuados​

Los asados semanales que el jefe de Estado había empezado a organizar en Olivos con, por ejemplo, empresarios y gobernadores, se discontinuaron.

"No hay nuevos comensales, ya no tenemos a quién mentirle", dice con picardía un dirigente del entorno presidencial. El único que insiste es Massa, infatigable, que propicia más cambios en la estructura de gobierno.

Antes del fin de semana, existieron en sectores del kirchnerismo versiones de que el Conurbano bonaerense podía amanecer por estas horas empapelado con pintadas alusivas al futuro de Cristina Kirchner para el año próximo.

Una suerte de operativo clamor que no entusiasma demasiado, que no tiene correlato en las encuestas, que contrasta con la debilidad de Fernández y que, por ahora, se reduce solo a la provincia de Buenos Aires.

Fuente: Clarín 

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