El Gobierno enfrenta una semana clave con el FMI

El viernes, el directorio del organismo definirá si aprueba la primera revisión del acuerdo, lo que habilitaría un desembolso de más de US$4000 millones.
lunes 20 de junio de 2022
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“Es un ser vivo”. Así se define en las oficinas del Palacio de Hacienda al programa económico sobre el que trabaja el Gobierno. La expresión intenta justificar los movimientos de un escenario que se modifica permanentemente y que afrontará, en los próximos días, una nueva instancia clave: la aprobación final de los objetivos establecidos por el Fondo Monetario Internacional (FMI).

El viernes 24 de junio el directorio del organismo financiero debatirá en una reunión ejecutiva las metas cuantitativas de los primeros tres meses del año y definirá si da el visto bueno sobre el cumplimiento de los objetivos del acuerdo, lo que habilitará un desembolso de US$4030 millones.

Si bien el Gobierno pactó mantener las metas anuales y da por “asegurada” la prueba del primer trimestre, persisten ciertas inquietudes a la hora de examinar los números del segundo y el tercero. Por eso, la cartera que lidera Martín Guzmán baraja la posibilidad de que se readecúen las variables trimestrales y no se descarta solicitar un “waiver” o dispensa.

“Esta revisión toma la temperatura. El Fondo mira el espejo retrovisor y también mira adelante”, resumió un funcionario del Ministerio de Economía.

Los puntos clave del acuerdo con el FMI

En concreto, las tres pautas que se sostienen en el acuerdo con el Fondo son: que el déficit fiscal no puede superar el 2,5% del producto en 2022, que la acumulación de reservas debe llegar a US$5800 millones y que la asistencia del Banco Central al Tesoro no debe ser mayor al 1% del PBI.

Entre ellas, la meta de reservas se configura como la más riesgosa. A modo de ejemplo, para el cierre de junio, el Banco Central debería tener US$6425 millones de reservas netas, mientras que, según estimaciones de la consultora Econviews, para fines de mayo llegaron a US$3630 millones.

Ante este panorama, fuentes oficiales explican que la economía sufrió un “shock no contemplado” por la suba de los precios internacionales, la estacionalidad y la disparada de la inflación.

Esto es que hubo un aumento de los precios internacionales del Gas Natural Licuado (GNL) y otros combustibles líquidos, a la vez que se incrementaron los valores de la canasta básica, lo que se traduce en un mayor gasto en subsidios energéticos y un refuerzo a las asistencias sociales.

“Esta situación provocó una aceleración del crecimiento del gasto en términos reales que repercutió en el resultado fiscal del segundo trimestre del año”, informó oficialmente el Ministerio de Economía después de presentar la actualización presupuestaria para 2022 y la nueva segmentación para las tarifas de luz y gas.

“Todavía es un escenario volátil y esperamos que ayude la señalización del presupuesto, que mejore el tema de la guerra y que suban las reservas”, enumeró un funcionario oficial. A su vez, defendió: “Es un contexto dinámico que se va calibrando constantemente”.

Por eso, para cumplir con la hoja delineada bajo las metas de la entidad de crédito internacional, en el equipo económico esperan que para este año la recaudación se incremente en un 60% mientras que los gastos aumenten entre un 59% y un 60%. Además, consideran que los subsidios energéticos se reducirán en 0,05% puntos del PBI, una cifra menor al 0,6% esperado por el FMI.

Juan Zabaleta recibirá esta semana a grupos piqueteros