En el running, la edad no impide para seguir mejorando

El cumplir 40 años está lejos de ser un freno para la evolución en maratones, pero para ello, se deben respetar ciertas reglas. Cinco hábitos saludables
domingo 19 de junio de 2022
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A la hora de hablar de marcas dentro del running, ya sea en carreras de calle de 10, 21 o 42 kilómetros, es posible mejorar luego de llegar a los 40 años, ya que dentro de esta actividad no es sinónimo de vejez, sino de apogeo.

Si bien el paso de los años es inevitable, esto no significa que el corredor deba renunciar a alcanzar sus mejores tiempos de carrera en cada uno de los desafíos que encare, o dejar de ser competitivos, sino todo lo contrario.

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Más allá de las marcas personales, son muchísimos los casos de los corredores veteranos que han tenido experiencias gratificantes dentro del deporte después de cumplir 40 o 50 años, y eso se ha logrado en base a la continuidad en los entrenamientos, como también gracias a haber adquirido costumbres saludables que potencian su rendimiento.

Cinco hábitos saludables en el running

Te brindaremos cinco pasos que, al seguirlos, mejorarán el rendimiento del runner y permitirán extender la vida deportiva:

  1. Usar “combustible del bueno”. Será importante que los corredores consuman alimentos saludables. Si bien comer sano siempre ha sido importante, se ha vuelto crucial a la hora de elegir llevar un estilo de vida activo. A medida de que vamos envejeciendo, nuestra dieta debe tener los nutrientes necesarios como para llevar adelante los entrenamientos diarios y mucho menos las competencias. Hay alimentos ricos en proteínas, como los huevos, o la carne de res o pollo, o las legumbres, son esenciales para que nuestro cuerpo pueda reparar los tejidos que rompemos al entrenar, o para no perder masa muscular. El alimentar al cuerpo con frutas y verduras contienen muchas vitaminas y minerales mantendrá a nuestros órganos en perfecto funcionamiento.
  2. Escuchar al cuerpo. Los músculos y tejidos tendinosos necesitan un tiempo para recuperarse de un entrenamiento duro o una competencia exigente, por lo que si se sienten dolores o es necesario para para descansar, hay que prestar atención a estas señales. A medida que envejecemos, el cuerpo tarda más en recuperarse, principalmente de las actividades extenuantes.
  3. La recuperación es muy importante. Al realizar ejercicios de alta intensidad, como lo es correr a ritmo exigente, el ritmo cardíaco tarda en volver a sus niveles normales. A medida que pasan los años, la densidad muscular disminuye, lo que se traduce en la necesidad de mayor tiempo de recuperación. Lo masajes deportivos, el uso del rolo o rodillo, los estiramientos o el yoga funcionan y colaboran en la recuperación.
  4. Entrenamiento de fuerza. A medida que envejecemos, el cuerpo naturalmente comienza a perder masa muscular. Por lo tanto, el agregar entrenamientos de fuerza a nuestra rutina semanal puede ayudar y tener un éxito a largo plazo. Ejercicios de gimnasio o funcionales suelen resultar muy útiles, incluso entrenando con el propio peso del cuerpo. El ciclismo o la natación también vienen muy bien.
  5. Mantener la motivación. Cuando hemos estado corriendo durante tanto tiempo, hay ocasiones en las que se vuelve complicado tener ganas de seguir entrenando. A pesar de ello, hay trucos mentales para seguir manteniendo la motivación. El salir de las zonas de confort se vuelve vital para evitar caer en la rutina.