Museo Casa Padilla reabre sus puertas luego de la remodelación
Representando nuevos cánones estilísticos e italianizantes en la arquitectura tucumana, el Museo Casa Padilla se conserva desde mediados del siglo XVIII hasta hoy, como el testimonio vivo de tiempos pasados en nuestra provincia.
Las paredes del Museo Casa Padilla han sido levantadas en el año 1750. Con sus modificaciones, restauraciones y cambios de funciones la casa se mantiene en pie desde mediados del siglo XVIII hasta hoy. En sus cinco salas albergas piezas artísticas únicas en esta parte del continente y valiosas piezas que tenía el exgobernador de Tucumán, Ernesto Padilla.
En pleno centro, al lado de la Casa de Gobierno y frente a la Plaza Independencia por calle 25 de Mayo, el Museo Casa Padilla cuenta entre sus últimos propietarios a la familia Padilla, constituida por Ángel Cruz Padilla, su esposa Lastenia Frías y su descendencia. Gracias a ellos, la casa había sido arreglada y tomó un nuevo rostro signado por la elegancia, que se caracterizaba por su fisonomía italianizante y se convirtió en un emblema del microcentro, siendo una de las casas señoriales a finales del siglo XIX .
Esta propiedad, catalogada como una típica “casa chorizo”, fue otorgada en herencia a su hijo Alberto Padilla, cuya familia la habitó hasta 1962. Los Padilla-Gallo fueron sus últimos dueños, quienes la vendieron al Estado Provincial en 1972, para cumplir la función de museo, resguardando un rico patrimonio mobiliario familiar y la magnífica “Colección Padilla” de arte decorativo, que incluye obras europeas, objetos hispanoamericanos del pasado colonial, una destacada pinacoteca, un euphonicon (piano de cola vertical), objetos religiosos y un valioso conjunto de piezas orientales, en su mayoría chinas, compuesto por biombos, muebles, porcelanas y piedras talladas.
