Larreta: “hoy mi obsesión es la unidad y el plan económico”

El jefe de Gobierno de la ciudad de Buenos Aires evita hablar de candidaturas. No menciona a Javier Milei ni critica a Mauricio Macri y promete bajar impuestos.
domingo 22 de mayo de 2022
Un jugoso cara a cara con Horacio Rodríguez Larreta, uno de los presidenciales para el 2023.
Un jugoso cara a cara con Horacio Rodríguez Larreta, uno de los presidenciales para el 2023.

-¿Pase lo que pase va a ser precandidato a presidente?

-Hoy mi obsesión pasa por dos cosas: por consolidar la unidad y por el plan económico. Vamos paso a paso.

-¿No le dijo a Mauricio Macri en privado que va a competir aunque él se presente?

-Yo hablo con todos los dirigentes de Juntos por el Cambio, como hicimos ayer en La Matanza, de la necesidad de construir un plan para la Argentina, no de candidaturas.

-¿Que remarque la unidad significa que no está asegurada?

-La unidad es segura, pero como toda unidad hay que trabajarla todos los días. Es una prioridad. Es la unidad alrededor de una visión de país, de un plan. 

-¿Todos en JxC están en su sintonía de dilatar definiciones sobre las candidaturas? Varios de sus aliados ya hicieron saber que quieren competir, como Gerardo Morales y Patricia Bullrich.

-La mayoría estuvo presente ayer en La Matanza, lo cual denota la unidad, para trabajar en un capítulo importante del plan, la política social. Tenemos agendada una reunión de trabajo cada dos semanas. Las próximas serán sobre educación, desarrollo productivo, la inserción de Argentina en el mundo y la seguridad. Esa es la unidad que tenemos que construir: un plan que saque a la Argentina adelante, que sea un punto de inflexión en la historia argentina, que haga que la gente vuelva a conseguir trabajo. La gente no consigue trabajo estable de largo plazo, trabajo privado. Para eso necesitás inversión, que los argentinos vuelvan a invertir y a confiar en su país. Para todo eso necesitás un plan. Eso es lo más importante.

-El PRO en 2023 puede tener más de un precandidato?

-Vamos paso a paso. Hoy es el tiempo de consolidar la unidad y construir un plan. En eso estoy enfocado.

-No contestó.

-Sí, contesté dónde está mi energía mi pasión..

-¿Puede haber un candidato del PRO que no tenga el aval de Mauricio Macri?

-La PASO es el aval de la gente. Todos los candidatos a presidente, a diputados y concejales van a salir de las PASO. El aval es el de la gente.

-¿Por qué Macri mantiene en el PRO y en JxC?

-Mauricio es un ex presidente y es uno de los dirigentes de la mesa de JxC. Cada uno tiene su rol, algunos tenemos roles ejecutivos, como los gobernadores y yo, otros tienen roles partidarios. Todos los roles son importantes en un equipo.

-¿Macri puede ser un condicionante para un futuro presidente del PRO?

-El único condicionante para el futuro presidente es la gente. Es el compromiso que tenemos con la gente y que la gente vuelva a vivir bien en la Argentina.

-Pero en la Argentina tenemos una ex presidenta, ahora vice, que condiciona al Presidente. ¿Macri podría hacer lo mismo?

-Cuando quien condiciona es alguien diferente a la gente, tenemos un problema. Y así son los problemas que tenemos hoy en la Argentina, hay demasiados condicionamientos de los políticos.

-¿Qué representa la emergencia de Javier Milei?

-Lo importante es lo que es lo que representa la gente y lo que representamos nosotros. Nosotros buscamos representar la esperanza en la Argentina de poder volver a crecer, de generar laburo. Esa es nuestra aspiración. Yo te puedo hablar de lo que nosotros representamos. Con la continuidad de muchos años yo represento la transformación en la Ciudad y esa misma transformación la tenemos que llevar a todo el país. Dimos una pelea con muchísima firmeza por la educación, cuando cerraron las escuelas, esa misma pelea tenemos que darla en todo el país. Acabamos de hacer un cambio histórico: a partir de ahora los docentes no van a ascender solamente por la antigüedad sino también por su por su capacitación y su mérito. Esos son los cambios que valen.

-Le pregunté por Milei, porque JxC sacó un comunicado en el que lo identificaba como un límite. ¿Qué le genera que sus aliados se sienten con un dirigente que lo insultó y dijo que lo iba aplastar?

-Primero, la representación se vio en la última elección y la última elección muestra que JxC, tiene una amplísima representación en todo el país. Sacamos casi 40 por ciento los votos en la última elección. Esa es la expresión democrática de la representación. Todo el resto eso es lo que vale y esa es la representación. La verdad es que nosotros nos sentimos orgullosos de mostrar que seguimos representando una alternativa válida para la Argentina. Respecto a los insultos, yo jamás en mi vida insulté a nadie, ni voy a insultar ni creo que eso sea bueno para la Argentina. No me voy a enganchar, no voy a contestar nunca. La última expresión de representación clara fue la última elección y hay que sostener eso y realimentarlo todos los días con un plan.

-Usted siempre habla de la necesidad de ampliar JxC. ¿Esa ampliación puede incluir a Milei o está descartado?

-El objetivo es consolidar nuestro espacio. Hemos sumado a mucha gente en la última elección con la cual estamos trabajando muy bien. Queremos consolidar esa unión a través de un plan: ese es el objetivo. Necesitamos un plan que transforme a la Argentina, como hicimos en la Ciudad. Demostramos que se puede mejorar la educación y ponerla como prioridad. Para el Gobierno no es prioridad la lucha contra la inseguridad, es una batalla perdida. En la Ciudad hemos bajado el delito a sus mínimos históricos, tenemos la tasa de delito más baja de toda Latinoamérica en toda Latinoamérica por primera vez.

-¿Hay que tener cuidado con Sergio Massa como como dijo Macri? Elisa Carrió dijo que "la espantaba" su amistad con Massa.

-Yo tengo diferencias con todo el oficialismo. Cuando digo que hay que hacer un acuerdo más amplio no es con todos. No es con el oficialismo, con el kirchnerismo, porque tienen una visión de país diferente a la nuestra. Ayer el Presidente volvió a hablar de aumentar las retenciones; después los contradijeron, pero es lo que le sale adentro. Yo no me podría poner de acuerdo nunca con un espacio que cree que la inflación se va a bajar con el control de precios. Yo con todo el espacio oficialista-kirchnerista no me voy a poner de acuerdo nunca.

-¿No es necesario generar consensos alrededor de un acuerdo programático?

-Definitivamente. Yo creo que hay que generar un consenso lo más amplio posible, pero cuando digo lo más amplio posible no es con todos.

-¿No es con Massa?

-No es con el oficialismo, no es con el kirchnerismo, no es con gente que eligió cerrar las escuelas. Con gente que defiende eso, con los que son parte del Gobierno y de su representación en el Congreso, no me voy a poner de acuerdo nunca, con gente que usó la excusa de la pandemia para abrir las cárceles. Hay una serie de valores en los que tenemos que coincidir para construir ese consenso que tiene que ser lo más amplio posible, pero no es con todos. Con gente que cerró la Argentina al mundo y que su única relación es con Cuba, Nicaragua y Venezuela y tuvo una reacción totalmente ambigua respecto a la invasión rusa en Ucrania, no me podría poner de acuerdo nunca.

-¿En la Argentina no se convocan tarde los consensos?

-Es que en realidad no se han convocado nunca. El problema en los últimos 80 años no ha habido nunca una convocatoria en serio para consensuar un plan de país. Ese es el problema. En los últimos 80 años ha predominado la antinomia, no el consenso. Ha predominado la grieta. Si no terminamos con la grieta, no hay futuro para la Argentina. Terminar con la grieta no significa un acuerdo con todos. Hay principios básicos en los cuales tenemos que estar de acuerdo.

-¿Y con qué dirigentes imagina esos consensos? ¿Con Juan Schiaretti? ¿Con otros gobernadores?

-Como tengo una genuina vocación de consenso, empezar a dar nombres hoy atenta contra eso. No es una cosa marketinera de que hoy quiero asociar mi nombre con el de fulano. El único camino para la Argentina es hacer un consenso en serio. Si ponemos los nombres por delante, nos estamos equivocando. 

-Declaró que el próximo presidente no va a tener 100 días sino 100 horas. ¿Qué quiso decir?

-Si no se fija muy rápidamente y muy claramente el rumbo que va a tomar la Argentina esto no despega. Tenemos que dar una señal de que la prioridad es el trabajo, de que vamos a bajar la inflación. No hay manera de que la Argentina crezca con estos niveles de inflación. No es que la gente llega no a fin de mes, no llega al fin de semana. No hay manera de que crezcamos si no se invierte en la Argentina, si la gente no consigue laburo y está con incertidumbre y desasosiego. No hay manera si no exportamos más. Rápidamente hay que trazar el rumbo. Vamos a bajar la inflación para que la gente pueda prever. Vamos a promover la inversión, que es lo que genera laburo.

-¿Esas señales incluyen una reforma laboral y otra previsional?

-Esas señales incluyen replantear todo. Están cambiando las costumbres en el mundo para todo: para estudiar, para comunicarnos, para comerciar, para comprar y para trabajar, también. Tenemos que adecuarnos al cambio que hay el mundo. Con el sistema que hoy tenemos no se toma gente, no se genera trabajo y en eso hay una coincidencia generalizada en la Argentina.

-Macri no lo hizo y Alberto Fernández dice que no hay que hacer una reforma.

-No creo que haya nadie en la Argentina que no crea que hay que modernizar el sistema. Mirá el resultado. El Presidente se aferra a no cambiar y así estamos. Tenemos que atraer gente que quiera venir a vivir y trabajar en la Argentina. En la Ciudad lo hicimos con los estudiantes. Tenemos que modernizar todo.

-Los gobernadores se quejan de que la asignación de recursos favorece al AMBA con subsidios al transporte, energía y agua.

-El que centralizó recursos fue el gobierno kirchnerista al cual adscriben muchísimos gobernadores. Me cuesta ver de qué se quejan. Soy el primero en decir que hay que replantear el federalismo. Cada provincia debiera tener mucha más autonomía para manejar sus ingresos y sus gastos. Hoy tenés provincias que tienen el 60 o 70 por ciento del presupuesto que depende del gobierno central. Esos gobernadores son más son más delegados del Gobierno que verdaderos gobernadores de una provincia autónoma y es una decisión de ellos.

-¿Fue buena la negociación del acuerdo con el FMI? JxC la respaldó en el Congreso.

-Acompañamos que la Argentina no vaya al default. Lo manejamos con mucha responsabilidad. El acuerdo de política económica con el FMI es responsabilidad del Gobierno. A la vista de los resultados, estamos viendo que la inflación no solo no baja sino que sube. No hay un plan integral, no es cuestión de lo que se acuerda con el FMI. Me preguntan si la Argentina va a poder devolver o no lo que se comprometió con el FMI. Y va a poder o no según si crece o no. Lo importante es que la Argentina crezca, no el acuerdo con el Fondo.

-¿Fue un error recurrir al FMI en primer lugar?

-No, el problema que tuvimos en la Argentina durante muchos años es el déficit. Si no te prestaba el Fondo te hubiera prestado otro.

-Ya no había más crédito de acreedores privados.

-El problema es anterior, que te tengan que prestar, porque gastás más de lo que tenés. Cuando tenés que recurrir a la deuda ya es tarde. No podemos gastar más de lo que tenemos, no se puede vivir de prestado.

Entre la gestión local y la proyección nacional

Durante la hora exacta que dura el diálogo con Clarín en el café en el Museo Nacional de Arte Decorativo, a pocas cuadras de su casa, Horacio Rodríguez Larreta mencionará más de setenta veces la palabra plan. Cuando se le recuerda el nombre de Francisco de Narváez, que ganó las elecciones de 2009 con la promesa de que “tenía un plan”, el jefe de Gobierno porteño se diferencia enseguida y asegura que no se trata de un eslogan. “Lo que yo digo lo hago. Todo lo que hicimos en la Ciudad, lo hicimos con un plan”, sentencia.

El ejecutivo porteño no levanta el tono de voz ni se sale de su libreto. Sus oraciones nunca empiezan con una negación y tampoco menciona a sus adversarios de manera explícita, aunque se le pregunte sobre ellos. “Dejame que insista en lo que para mí es lo más importante hoy”, señala para referirse -otra vez- a su plan y cuando la respuesta no parece tener correspondencia con la pregunta. Para las precisiones sobre esa hoja de ruta hay tiempo de sobra, según explican sus colaboradores: 18 meses por delante.

Algunas definiciones empiezan a delinearse en las reuniones periódicas de la mesa nacional de Juntos por el Cambio, como la del viernes en La Matanza. “Basta de intermediación en los planes. Si los planes tienen condicionalidades, hay que cumplirlas. Los planes no pueden ser eternos. El nivel de organización que tienen las manifestaciones es una muestra más del fracaso de la política local”, diagnostica.

al toque

Con una sonrisa Rodríguez Larreta mientras pide café lamenta la eliminación de su equipo, Racing, “el que mejor juega en la Argentina”. Más serio, niega las fricciones con Patricia Bullrich, cuando la presidenta del PRO pretendía aplicar un protocolo anti-piquetes como ministra de Seguridad. “Lo que hacíamos era coordinar”, señala.

Tampoco se inmuta cuando se le mencionan encuestas que no le resultan favorables. “Yo le presto atención a lo que dice la gente en la calle todos los días, en las reuniones con vecinos”, destaca y rechaza haber endurecido su discurso.

El jefe de Gobierno también hace promesas. “Si la Corte nos restituye los fondos que nos sacaron por la coparticipación, automáticamente yo bajo impuestos”, asegura. Señala que fue ese recorte, el que lo obligó aplicar aplicar un impuesto a las transacciones con tarjeta.

No se arrepiente de las reuniones periódicas con el Presidente en 2020 por la pandemia que le facturaron en privado muchos de sus socios. “Mi responsabilidad en una situación como esa es trabajar coordinado con el Gobierno sea quien sea”, afirma. Tampoco se plantea si podría haber tomado otras determinaciones. “Las decisiones se toman con el diario del viernes”, insiste.

El jefe de gobierno porteño no explicita que será candidato pero hace rato que habla para una audiencia nacional. Asegura que uno de los pilares de su plan es el federalismo. Si se le pregunta si los colectivos y la energía son demasiado baratos en la Capital dirá que “es una decisión del gobierno nacional”.

Evita ser esclavo de sus palabras y aunque habla de déficit y de mejorar la política aerocomercial, no da certezas sobre el futuro de Aerolíneas Argentinas. “Necesitamos una política que genere muchísimos más vuelos”, señala.

Protesta con ironía, porque hay pocas preguntas sobre la gestión porteña. Reconoce que hay un déficit de espacios verdes, pero insiste en que durante su administración se achicó. “Es uno de los pilares de nuestra gestión”, afirma a pesar de las críticas en contra de la oposición porteña.

Al Toque

- Un proyecto: trabajar con el equipo de JxC en un plan que saque adelante y sea un punto de inflexión para la Argentina.

- Un sueño: transformar la Argentina de una vez y para siempre.

- Un recuerdo: las charlas de política con mi papá.

- Un placer: una comida con mis 3 hijas juntas.

- Un desafío: transmitir mi convicción de que la salida está en el diálogo y no en la grieta.

- Un líder: Frondizi

- Un libro: Los cuatro acuerdos (Miguel Ruiz).

- Un prócer: Sarmiento, por su pasión por la educación.

- Una comida: milanesas con papas fritas.

- Una bebida: café.

- Una sociedad: la nuestra, siempre la nuestra.

- Una película: La sociedad de los poetas muertos.

- Una serie: de las de hoy, Anatomía de un escándalo.

Itinerario

Tiene 56 años y tres hijas. Es jefe de Gobierno de la Ciudad desde 2015 y estudió Economía en la UBA. Desde 2020 está separado. Es fanático de Racing, club del que su padre fue presidente. Criado en un hogar de referentes desarrollistas, de chico decía que quería ser presidente.

Fue Jefe de Gabinete de Mauricio Macri en la Capital, presidente del Instituto de Previsión Social de la Provincia, con Carlos Ruckauf e Interventor del PAMI durante la gestión de Fernando de la Rúa.

Durante el mandato de Carlos Menem, fue subsecretario de Políticas Sociales y gerente del ANSES. Es socio fundador del PRO.

Fuente: Clarín

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