La personalidad de tu perro, ¿tiene que ver con su raza?

En esta nota, un estudio a casi 20 mil perros de dueños revela que tan relacionados están el comportamiento y la raza de nuestras mascotas. Mirá
viernes 20 de mayo de 2022
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Se suele creer que las personalidades de los perros tienen que ver con la raza: se dice de los Bóxers que son muy enérgicos y juguetones, de los San Bernardo que tienen instinto amigable, y de los Chihuahuas que gustan de atención y son leales a sus dueños. Y aunque esto puede ser cierto para muchos de nuestros amigos de cuatro patas, un nuevo estudio publicado en la revista Science muestra que la raza no es un buen predictor del comportamiento de un perro. 

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Muchas preguntas sobre sus perros

El estudio encuestó a casi 20.000 dueños de caninos e indagó sobre el comportamiento de estos con más de 100 preguntas que incluían desde el tamaño y el color de un perro hasta su sociabilidad y estilo de vida (cómo interactuaban con las personas, qué tan fácil era entrenarlos, cómo jugaban con sus juguetes y las veces que se comportaron agresivamente o se retiraron del conflicto).

Por otro lado, se estudió el ADN (es decir, la genética) de más de 2.000 de esos perros. La mitad de ellos eran callejeros, lo que hizo posible separar razas y comportamientos. Es decir, si ciertos comportamientos estuvieran vinculados a determinadas razas a nivel genético, los perros mestizos con más ascendencia de una raza en particular deberían compartir los rasgos de esa raza. 

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¿Qué encontraron? Según explican las y los investigadores, algunos comportamientos, como aullar, tenían conexiones más fuertes con varias razas. Los beagles y los sabuesos, por ejemplo, eran más propensos a aullar que otros perros. La capacidad de seguir instrucciones, a su vez, también tenía algunos vínculos genéticos. Los border collies tendían a ser más receptivos, y los perros mestizos con ascendencia border collie también tenían más probabilidades de tener ese rasgo. Sin embargo, no se logró identificar un solo comportamiento que se encontrara en todos los perros de una determinada raza.

Asimismo, otros comportamientos, como la facilidad con la que un perro se asusta, casi no tenían relación con la raza (a pesar de los estereotipos); y el tamaño de un perro tampoco decía mucho sobre su conducta: los más grandes no eran más tranquilos que los pequeños, como a veces supone la gente.

En general, la raza no fue un buen indicador de cómo se comportará un perro, determinó el estudio. En cambio, el sexo y la edad resultaron ser un mejor predictor de ciertos rasgos, como los hábitos de "ir al baño" o el nivel de interacción con los juguetes.

"Lo que estábamos encontrando no necesariamente se alineaba con las percepciones de las personas sobre los perros y los estereotipos que tienen sobre ellos", dijo uno de sus autores. "La gente es muy buena para encontrar patrones. Y creo que encuentran patrones incluso cuando no los hay".