La derrota de Boca en la final de la Copa Libertadores en Río de Janeiro sigue dejando postales de todo tipo: alegres, emotivas, divertidas, pero también de violencia. Este es el caso de una pelea ocurrida ayer por la noche en el subterráneo de Buenos Aires cuando un fanático de Boca, junto a sus hijos, esperaba que llegara una formación y se cruzó con un hincha de River con quien intercambiaron golpes de puño. La secuencia quedó filmada en un video casero, tomado desde el andén del frente, y se volvió viral.

En el video, que dura aproximadamente dos minutos, se observa como un fanático de Boca y vendedor ambulante canta, a viva voz, una canción de cancha en la que no solo alienta al club Xeneize, sino que se refiere a su eterno rival deportivo, River.

Tras el cántico, el vendedor se acerca a tres jóvenes que estaban a pocos metros esperando el subte línea H en la estación Once y comienza a intercambiar palabras con el más alto de los tres jóvenes, dos hombres y una mujer.

El idea y vuelta verbal, en pocos segundos, pasó a una agresión física. El vendedor se acerca al más alto, que lo empuja para que se aleje. El hincha de Boca insiste y golpea en el rostro al más grande de los tres. Este joven, de remera negra, reacciona dándole un golpe de puño en la cara que lo tira al piso.

En medio del altercado, los hijos del vendedor se acercan y, al parecer, uno de ellos increpa al joven que le había pegado a su padre.

El vendedor, que estaba con sus cuatro hijos, se levanta y agarra su carro con contenedores de bebibas, como si fuera a arrojarlo, pero desiste en su intento. Sin embargo, quiere volver a enfrentar al joven que le propinó una trompada a él y a su hijo que continuó en el piso a lo largo de todo el video.

La secuencia sigue con la llegada de otro pasajero que, para tratar de frenar al hincha de Boca, lo inmoviliza a la altura del cuello y busca calmarlo. Sin embargo, después que lo suelta, el vendedor quiere seguir la pelea con el muchacho de remera negra que observa la secuencia a la distancia.

El hombre de rojo, que segundos antes había inmovilizado al hincha de Boca, le recrimina que no se preocupe por ver cómo estaba su hijo que seguía tendido en el suelo. Ese intercambio de palabras, también terminó en un par de golpes hasta que el vendedor desistió de su intento de acercarse al primer joven con el que había comenzado la disputa.