Vecinos del barrio Santa Ana, en la zona sur de San Miguel de Tucumán, viven la tortura cotidiana de tener que soportar un basural a cielo abierto cerca de sus viviendas.

Sucede en la calle Ernesto Padilla al 1.200, sobre la esquina con la avenida Independencia, donde un terreni baldío terminó convertido en un depósito de residuos que pone en peligro la salud de los habitantes de toda la zona.

"Ya no se puede vivir a causa del olor" afirman los autores de las fotos que ilustran esta nota, quienes aseguran que en el lugar se arrojan todo tipo de desperdicios, incluyendo animales muertos.

La cantidad de basura acumulada es tal que desbordó la porción de terreno donde la arrojan y se derramó hacia la calle, donde terminó complicando el tránsito.

Junto con la basura, proliferaron las alimañas de todo tipo y, por la presencia de recipientes en desuso entre los desechos, la zona se convirtió además en un criadero de mosquitos.

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Un enorme basural clandestino es la pesadilla de los vecinos del barrio Santa Ana