En una jornada marcada por la devoción y el compromiso social, más de una decena de aviones surcaron los cielos de Tucumán, llevando consigo la réplica de la Virgen de Luján. Este evento, que tuvo lugar el pasado Jueves Santo, no solo representó una manifestación de fe, sino que también se enmarcó en un objetivo solidario que convocó a la comunidad a colaborar con la educación de los más jóvenes. 

La llegada de la Virgen, un símbolo de unión y esperanza para muchos, fue acompañada por un acto que unió a las localidades de General Rodríguez, en la provincia de Buenos Aires, y Concepción, en Tucumán. 

La ceremonia estuvo presidida por el Obispo de la Diócesis de la Santísima Concepción, Monseñor José Antonio Díaz, quien destacó la importancia de la fe en tiempos de adversidad y el papel fundamental de la comunidad en la construcción de un futuro mejor. El intendente de Concepción, Alejandro Molinuevo, y Omar “Pelusa” González, quien impulsa diferentes iniciativas para ayudar a niñas y niños del país. También estuvieron presentes representantes de diversas instituciones intermedias y un público entusiasta que se congregó para participar de esta celebración. 

Durante el evento, se promovió la donación de útiles escolares, los cuales serán destinados a un establecimiento educativo de la zona, subrayando así el compromiso de la comunidad con la educación y el apoyo a aquellos que más lo necesitan. La ceremonia no solo fue un acto religioso, sino un recordatorio del poder de la solidaridad y la importancia de la unidad en la búsqueda de un bien común. 

En un contexto donde la educación es un pilar fundamental para el desarrollo de la sociedad, esta iniciativa se erige como un ejemplo de cómo la fe y la acción comunitaria pueden entrelazarse para generar un impacto positivo en la vida de los jóvenes.