La decisión de la intendenta Rossana Chahla de dejar sin efecto las últimas designaciones de personal que había realizado Germán Alfaro abrió una polémica en el Municipio de la Capital. 

Este martes, según los empleados despedidos, todo comenzó cuando quisieron instalar una carpa en la protesta y la fuerza reaccionó. 

La jefa municipal de San Miguel de Tucumán, mediante el decreto 6314, dispuso que todos los trabajadores que ingresaron a la planta transitoria y permanente del municipio entre el 1 de septiembre y el 27 de octubre, dejen de integrar la planta estatal. Se trata de aproximadamente 1.700 empleados que quedarían sin función en la oficina de la 9 de julio al 500. Esto generó la reacción de ex funcionarios alfaristas y de los propios afectados por la medida, al punto que un grupo protestó frente a la sede de 9 de Julio y Lavalle.

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