Para la Iglesia, la Semana Santa se devaluó por la intromisión del turismo
La crítica fue establecida por el obispo de la Diócesis de la Santísima Concepción, José Antonio Díaz.
Durante una reciente declaración, el obispo de la Diócesis de la Santísima Concepción, José Antonio Díaz, expresó su preocupación por la percepción de que la Semana Santa ha perdido su significado original, a menudo eclipsada por la afluencia de turistas y las dinámicas de la vida cotidiana que continúan sin interrupciones.
En este contexto, Díaz hizo un llamado a la comunidad cristiana para que se reestablezcan los lazos familiares y se recupere la esperanza, enfatizando la importancia de reflexionar sobre el verdadero espíritu de esta celebración religiosa.
El mensaje del obispo
Somos un pueblo que necesita recuperar la esperanza, no dejar que nos roben la esperanza por el desaliento, el desánimo, el cansancio o los problemas que nos tocan afrontar, sino que ayudarnos entre nosotros a seguir caminando animados por esta virtud de la esperanza. En estos días, en el común de nuestras acciones.
Hay recuperar el silencio y la oración. Y empezar a recuperar los vínculos, vínculos en nuestra familia, volver a encontrarnos entre nosotros, volver a sentir que somos creyentes, que somos hermanos, que somos iglesias, que somos una comunidad. Y tomar en serio la Semana Santa.
Está muy devaluada la Semana Santa por esta intromisión del turismo y que nos ha despertado en muchos sentidos. Y hay muchos que aprovechan estos días no para juntarse con la familia, sino más bien para despertarse, o también a veces para seguir una vida como si nada sucediera. Y creo que vale la pena aprovechar estos días para interiorizarnos en la palabra de Dios, leer de vuelta la pasión de Jesús, descubrir ese sentido de nuestra fe. Hay muchos cristianos que son cristianos de nombre, que están hechos más bien por costumbres, pero han perdido ese sentido de su fe en el fondo. Entonces es una buena oportunidad para encontrarnos más con Dios y con los hermanos.
Nosotros podemos estar traicionando también los valores cristianos. Traicionando los valores cristianos significa no darle importancia a eso que hemos recibido como herencia, y que tiene que ver con los valores fundamentales del Evangelio, y porque hemos olvidado del Evangelio, nos hemos olvidado de Dios, y nos hemos olvidado de los valores fundamentales.
Siempre estas fiestas en particular, hay varios momentos a lo largo del año, pero estas fiestas en particular tienen mucho que ver con los sentimientos más profundos de fe de la gente, y eso es lo que los mueve en realidad, lo que los mueve a reunirse, a venir, a compartir, y a compartir la fe, y alegrarnos, alentarnos en la esperanza.