Ocomtún, la milenaria ciudad maya oculta en la selva de Yucatán
Si bien los mapas no permiten ver nada, arqueólogos comprobaron la existencia de los restos del asentamiento aborigen.
Provistos de machetes y motosierras, y sorteando arbolado caído y espesura, un grupo de arqueólogos se abrió paso por senderos accidentados. Finalmente llegaron a su destino en la península mexicana de Yucatán: una oculta ciudad donde, hace más de mil años, pirámides y palacios se erguían majestuosos sobre la multitud, con un campo de juego y terrazas ahora sepultadas y engullidas por la vegetación.
El Instituto Nacional de Antropología e Historia de México aplaudió su labor a finales del pasado mes, confirmando que habían desvelado una antigua metrópolis maya en "una vasta área prácticamente inexplorada arqueológicamente".
"Frecuentemente, las historias sobre 'ciudades perdidas en la selva' son exageradas o fabricadas por los periodistas", dijo Simon Martin, antropólogo político no involucrado en la expedición. "Pero esto se acerca bastante a la realidad".
Los arqueólogos que hallaron las ruinas bautizaron el lugar como Ocomtún, la palabra maya que representa las columnas de piedra que rodeaban la antigua ciudad. El instituto mexicano describió el sitio, ubicado en el estado de Campeche, como un importante núcleo de la vida maya.
Durante parte de la época clásica maya (250-900 d. C.) fue una zona densamente poblada. Hoy día, se encuentra en una gran reserva ecológica donde lianas y árboles tropicales conviven con botas y neumáticos, y agua dulce se filtra a través del poroso terreno de piedra caliza.
Sólo para locos
"A menudo me preguntan por qué nadie ha llegado hasta ahí, y yo respondo: 'Bueno, tal vez porque se necesita ser un poco loco para ir'", comentó Ivan Sprajc, jefe arqueólogo del estudio y profesor en el centro de investigación esloveno ZRC SAZU. "No es un trabajo sencillo".
La arqueología ha experimentado una revolución en la última década gracias a la tecnología lidar, que emplea láseres aéreos para penetrar la densa vegetación y revelar antiguas estructuras y paisajes modificados por humanos. Pero, al final, todo se reduce a laboriosas caminatas.
"Sprajc está haciendo lo correcto: utilizar lidar para la prospección, pero no interpretar los resultados sin verificarlos en el terreno", dijo Rosemary Joyce, antropóloga de la Universidad de California en Berkeley.
Joyce comentó que es poco probable que cualquier sitio recién descubierto "altere de manera significativa las narrativas históricas", pero el trabajo podría ayudar a los investigadores a apreciar "más variaciones en cómo vivieron las diferentes comunidades mayas durante el período clásico".
Scott Hutson, arqueólogo de la Universidad de Kentucky, afirmó que sigue siendo "raro encontrar un sitio tan grande que sea desconocido". Durante décadas, los arqueólogos han contado con la ayuda de los descendientes mayas para identificar y excavar antiguos sitios familiares para ellos. Pero como esta parte de Campeche ha sido una zona protegida durante años, "simplemente no ha habido arqueólogos que la recorran", dijo Hutson.
Sprajc, de 67 años, indicó que la expedición a Ocomtún duró alrededor de un mes y medio, un tiempo "relativamente corto" en comparación con los dos meses o más que suelen llevar. El viaje se realizó durante la estación seca, lo que puede ser desalentador, pero menos que largas caminatas en la estación de lluvias.
Ocomtún, rodeada de humedales, incluye pirámides, plazas, residencias elitistas y "extraños" complejos de estructuras dispuestas en círculos casi concéntricos, explicó Sprajc. "No hemos visto nada similar en el resto de las tierras bajas mayas", dijo.
La estructura más grande documentada en Ocomtún era una pirámide de unos 15 metros de altura que, según Sprajc, podría haber sido un templo. Esta y otras estructuras se situaban sobre una gran plataforma rectangular, elevada a unos 9 metros del suelo y con lados de más de 76 metros de largo.
Muy importante
"Por su tamaño y ubicación, debe ser un sitio importante", afirmó Charles Golden, antropólogo de la Universidad Brandeis. Además, dijo que las excavaciones podrían ayudar a responder preguntas sobre quién vivió allí y su relación con otras ciudades y asentamientos mayas.
Se cree que Ocomtún fue abandonada más o menos al mismo tiempo que otras ciudades mayas, entre los años 800 y 1000 d. C., un declive que los investigadores atribuyen a factores como la sequía y las luchas políticas.
Es probable que se haya hallado una pista de estos conflictos en la zona. Aunque la mayoría de las estructuras carecían de adornos, el equipo encontró, boca abajo en una escalera, un bloque con glifos que parece proceder de otro asentamiento maya.
A veces, estos monumentos "se llevaban como trofeos de guerra de otros sitios, y parece ser lo que ocurrió en este caso", explicó Sprajc. Joyce dijo que las imágenes de conquista del bloque eran comunes, "por lo que podríamos tener pruebas de que Ocomtún formó parte de las grandes guerras que giraban alrededor de las principales potencias" del mundo maya.
El equipo también encontró algunas terrazas agrícolas, que según los arqueólogos son una señal de las amplias modificaciones hechas por los mayas para hacer que el ambiente fuera más propicio para los humanos. Gracias a técnicas de hidráulica, conservación y captación de agua e ingeniería del paisaje, como las terrazas, los mayas lograron habitar "en zonas que hoy se consideran bastante inhóspitas", comentó Martin.
Para los grupos modernos que pasan por allí, el agua debe ser transportada en camiones. Sprajc explicó que, incluso después de que su equipo excavó un camino de unos 60 kilómetros hasta Ocomtún, tardaron entre cinco y diez horas en llegar al sitio debido a la dificultad del terreno.
Esas expediciones requieren grandes gastos, tanto para el trabajo de campo como antes de que alguien ponga un pie en un bosque. Los escaneos lidar, por sí solos, pueden costar decenas de miles de dólares.
Sprajc encontró financiación no solo de su propia institución, sino también de cuatro empresas eslovenas y dos organizaciones benéficas estadounidenses: la editorial Založba Rokus Klett, el servicio ferroviario Adria kombi, la empresa de crédito Kreditna družba Ljubljana, la empresa de turismo AL Ars Longa, la Ken & Julie Jones Charitable Foundation y la Milwaukee Audubon Society.
Es posible que ahora otros investigadores busquen el financiamiento, los permisos y los suministros necesarios para excavar Ocomtún, pero Sprajc no estará entre ellos, pues dijo que estaba ocupado planeando una nueva expedición, en marzo o abril próximos, con destino a otra parte de Yucatán donde las imágenes de lidar encontraron pistas.
Sus colegas científicos, animados por el trabajo realizado en Ocomtún, esperan con impaciencia los próximos hallazgos de su equipo.
“Esto demuestra que, en lugares como Campeche, que por un lado están muy cerca de sitios como Cancún y de zonas muy turísticas, todavía hay lugares que nadie ha documentado”, concluyó Golden. “Así que siempre es emocionante que estos lugares aún tengan secretos que revelar”.