Exceso de oferta: el tomate no se vende y la mercadería termina en la basura
La sobreproducción y los costos generan un panorama crítico para productores y vendedores
La superproducción de tomate en el norte del país llevó a precios históricamente bajos, pero ni siquiera las ofertas logran evitar que toneladas de mercadería se desperdicien. Eduardo Martín, productor agropecuario y referente del Mercofrut, expone la compleja situación que afecta tanto a los productores como a los vendedores.
Tomate barato, pero sin compradores
Según Martín, la abundancia de tomate ha provocado que los precios de los cajones lleguen a estar entre los 3.000 y 4.000 pesos. Sin embargo, esto no ha incentivado las ventas. “Si es caro no se vende, y si es barato, menos. El fin de semana se tiraron tomates y otras hortalizas porque no hay demanda suficiente”, señaló.
Otras frutas y verduras también en crisis
Además del tomate, otros productos atraviesan fluctuaciones de precios y problemas similares. Por ejemplo, la bandeja de limón cuesta entre 15.000 y 18.000 pesos, es decir, cerca de 1.000 pesos por kilo. La sandía, que hace poco estaba cara, ahora vale 600 pesos el kilo, mientras que la acelga oscila entre 3.000 y 4.000 pesos.
El impacto del clima y la oferta desmedida
Las recientes lluvias agravan aún más la situación, ya que la humedad acelera la descomposición de los productos. “Con la lluvia, la mercadería se pudre. Esto repercute tanto en el productor como en el vendedor”, explicó Martín, quien también destacó que diariamente se desperdicia entre un 10% y un 15% de la mercadería debido al desequilibrio entre oferta y demanda.
Diferencias en costos y ventas
El referente del Mercofrut también mencionó que los costos de los verduleros varían según la región, lo que afecta los precios finales al consumidor. “Hay días en que viene gente de otras provincias y se vende más, pero en general, las ganancias son escasas y el desperdicio es constante”, concluyó.
La situación refleja una alarmante desconexión entre la producción, los costos y el consumo, que requiere soluciones urgentes para evitar mayores pérdidas económicas y desperdicio de alimentos.