La red social X, que anteriormente se conocía como Twitter, ha expropiado la cuenta @x a un usuario llamado Gene X Hwang.

Hwang confirmó al sitio TechCrunch que la plataforma de microblogging le quitó el acceso a su cuenta de un momento a otro y que se enteró a través de una carta oficial de la compañía.

La carta señala que el "usuario asociado con la cuenta @x está afiliado a X Corp", nombre que lleva Twitter actualmente, por lo que "su identificador de usuario se cambiará a un nuevo identificador de usuario".

Un simple gracias

La empresa le agradeció "su fidelidad" y a cambio le manifestó que, para "minimizar las molestias", pueda "elegir cualquier usuario no reclamado o inactivo como reemplazo". Además, le aseguraron que los datos asociados a su cuenta anterior (incluidos los seguidores y las personas seguidas) iban a ser transferidas al usuario elegido.

La red social de Elon Musk no le ofreció compensación monetaria alguna, como ocurrió en múltiples casos, por ejemplo con el usuario @Israel que negoció con el Estado israelí una suma en dólares a cambio de la cuenta. En este caso, la plataforma le propuso enviarle "como reflejo de nuestro agradecimiento" una "selección de merchandising de X y una visita exclusiva a la sede de X para conocer a los miembros de nuestro equipo".

En declaraciones a la mencionada web, Hwang manifestó que, desde que Twitter cambió su nombre a X, “siempre sentí que esto era algo que podía suceder”. De todas maneras, recalcó: “Hubiera estado bien que me compensaran ya que para mí sí tenía mucho valor, pero las cosas son como son”.

Con humor y sin bronca

Sin bronca de por medio, el afectado aprovechó para bromear respecto a los cambios corporativos de la red social: “Tal vez debería pedir el pájaro del letrero ya que ayer también lo estaban desmantelando”. A cambio de su antiguo usuario, le dieron uno temporal: @x1234567998765.

La decisión de X de expropiar la cuenta de Hwang ha sido criticada por algunos usuarios, quienes consideran que es una forma injusta de tratar a un cliente fiel.

Otros, sin embargo, han defendido la decisión de la empresa, argumentando que es su derecho cambiar el nombre de su cuenta y que Hwang debería haberse esperado que esto pudiera suceder.

El caso de Hwang pone de manifiesto el dilema que enfrentan las empresas de redes sociales a la hora de gestionar sus cuentas de usuario.

Por un lado, deben proteger su marca y sus derechos de propiedad intelectual. Por otro lado, deben ser justas con sus usuarios y respetar sus derechos.

Es probable que este tipo de casos se vuelvan más comunes a medida que las empresas de redes sociales sigan expandiéndose y diversificando sus negocios.

Sin embargo, es importante recordar que las empresas de redes sociales no son entes gubernamentales y que no están obligadas a respetar las mismas leyes que el gobierno.