En el centro de la Capital, uno de los accesos más utilizados, el túnel de la calle Mendoza, ha sido cerrado al tránsito debido a una reciente inundación. Las vallas instaladas en los accesos impiden el paso de vehículos, lo que ha generado inconvenientes para quienes intentan transitar por esta importante vía. 

Por otro lado, el túnel de la calle Córdoba se encuentra en operación, aunque presenta un problema notable: carece de iluminación interna. Esta situación ha suscitado preocupación entre los conductores, quienes se ven obligados a transitar en condiciones de visibilidad reducida. 

Desde su inauguración en junio de 2017, estos túneles han enfrentado constantes interrupciones en su funcionamiento, lo que ha llevado a la ciudadanía a cuestionar la efectividad de las obras realizadas, que se extendieron por un periodo de cuatro años. La situación actual pone de relieve los desafíos que aún persisten en la infraestructura vial de la ciudad.