Un grupo estudiantes  de Delfín Gallo decidió embarcarse en una caminata por el sendero de Aguas Chiquitas, en la zona de El Cadillal. Sin embargo, lo que comenzó como una jornada de exploración se convirtió en una experiencia extrema.

Aproximadamente a tres kilómetros de la impresionante cascada que es el punto central de este famoso recorrido, uno de los jóvenes sufrió una caída que lo dejó incapacitado para moverse por sus propios medios. La reciente lluvia había transformado el sendero en un resbaladizo lodazal, desencadenando el accidente.

La situación crítica demandó la intervención de la Policía Lacustre. Contó con el apoyo del Grupo CERO, se emprendió una ardua travesía que se prolongó por siete largas horas, especialmente al regresar, cuando se asistió al herido en su desafiante camino de regreso.

El meticuloso rescate fue supervisado de cerca por el Jefe de la Comisaría El Cadillal y el titular de la División Lacustre de la Policía de Tucumán.