Después de más de dos décadas de litigio judicial, Ángel Páez, un panadero de Tucumán, logró lo que parecía imposible: ser reconocido como hijo biológico del empresario Elías Chahla, uno de los hombres más prósperos de la provincia y padre de la actual intendenta de San Miguel de Tucumán, Rossana Chahla

El fallo judicial, además de restituirle su identidad, ordenó el pago de una indemnización de $ 10 millones por los daños sufridos ante la falta de reconocimiento paterno.

Fallo histórico tras 26 años de lucha

La sentencia, dictada por el juez Carlos Torino del Juzgado Civil en Familia y Sucesiones III, marcó un punto final a un proceso iniciado en 1999. Chahla, quien falleció en 2010, nunca reconoció a Ángel como su hijo, pese a los múltiples intentos por demostrar el vínculo, según detalla el diario digital Infobae.

Fue recién en 2022, tras la exhumación del cuerpo del empresario, cuando un ADN postmortem confirmó la filiación con un 99,88% de certeza. Este análisis fue clave, ya que las hijas del fallecido se habían negado a realizarse las pruebas. Aunque dos primos, Fernando y Roberto Chahla, sí lo hicieron en 2014, la justicia consideró insuficiente ese resultado en su momento.

El origen del reclamo: un secreto familiar silenciado

Ángel se enteró de su verdadera identidad de forma gradual. “Yo era ‘el hijo del Turco’, me decían en la escuela. Recién de grande entendí que mis ‘padres’ eran mis abuelos, y que mi hermana era en realidad mi mamá”, contó. Su madre, María Trinidad, quedó embarazada a los 18 años tras mantener una relación con Chahla, quien en ese momento ya estaba comprometido con Amelia Testa, futura madre de Rossana y María Emilia.

La familia Páez, en ese entonces trabajadores rurales de Leales, optó por ocultar el embarazo y criar al niño en silencio, sin reclamarle nada al empresario.

Indemnización millonaria y disputa por la herencia

El juez Torino determinó que las herederas legales de Chahla deben pagarle a Páez $10 millones en concepto de daño moral, una reparación por las consecuencias no patrimoniales de la negación de paternidad. Pero ese no será el único frente judicial.

El fallo habilita ahora el camino para que Páez reclame su parte del patrimonio de Chahla, estimado en unos 40 millones de dólares, aunque fuentes cercanas al caso señalan que buena parte de los activos ya habrían sido transferidos o vendidos. “Tuvieron tiempo de sobra para poner bienes a nombre de terceros”, advirtió un allegado a la familia.

Un sueño que recién comienza

El reconocimiento judicial no solo cerró una etapa emocional para Ángel, sino que abre la posibilidad de reconstruir su vida económica. Luego de cerrar su panadería en 2020, actualmente trabaja con uno de sus hijos y percibe unos $500.000 mensuales. “Ahora mi vieja puede descansar en paz”, expresó emocionado al recibir la sentencia de 17 páginas.

Su plan es fundar una empresa familiar junto a sus hijos y nietos: “Quiero que vivamos dignamente. Tengo la capacidad y las ganas de seguir adelante”, afirmó, recordando que en 2013 sufrió una muerte súbita, lo que afectó su salud, pero no su voluntad de superarse.