La tragedia que golpeó a Bahía Blanca, con al menos 16 muertos y pérdidas millonarias, había sido anticipada en varios informes técnicos. En 2019, un estudio de la Universidad Tecnológica Nacional (UTN) y el programa APELL de Naciones Unidas alertó que una lluvia de 200 milímetros en menos de seis horas podría desbordar el canal Maldonado, y que 300 milímetros serían catastróficos. El informe, presentado al Concejo Deliberante, recomendó obras en el arroyo Napostá y la ampliación del canal, pero no se ejecutaron.

Bahía Blanca: estudios universitarios ya habían advertido sobre una inundación catastrófica

Advertencias desde el CONICET y la Universidad Nacional del Sur

En 2012, el CONICET publicó el informe “Hidrografía urbana de Bahía Blanca”, destacando que la ciudad, ubicada en la cuenca inferior del arroyo Napostá, enfrenta un alto riesgo de inundaciones debido a su geografía y falta de infraestructura.

Ese mismo año, la investigadora Paula Zapperi, en su tesis doctoral, advirtió sobre el impacto de lluvias intensas en viviendas, escuelas y organismos públicos, subrayando la necesidad de medidas preventivas. Zapperi también señaló que el cambio climático está intensificando estos eventos extremos. “En un contexto de cambio global, estos fenómenos son cada vez más severos”, afirmó. 

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Falta de acción y obras pendientes

Entre las obras nunca realizadas se encuentra un dique en el arroyo Napostá, propuesto en 2017 por el ingeniero Juan Carlos Scheffer. Este proyecto habría mitigado el impacto del temporal, pero quedó en el olvido.

La falta de acción ante las advertencias técnicas dejó en evidencia la necesidad de priorizar la infraestructura hídrica. Mientras Bahía Blanca enfrenta las consecuencias, los expertos insisten en que el cambio climático hará estos eventos más frecuentes, exigiendo una respuesta rápida y coordinada en materia de obra pública para proteger a la población.